Las sociedades de garantía, compañeras de las pymes
Las SGR ayudan a las empresas a conseguir financiación y son un importante marco de colaboración público privada, pero consideran que todavía tienen mucho que aportar
Tras años con el grifo del crédito cerrado como consecuencia de la crisis económica y financiera, las pequeñas y medianas empresas empiezan a ver la luz al final del túnel y pueden nuevamente acceder a la financiación que los bancos comienzan a ofrecerles. Sin embargo, todavía son muchos los negocios que tienen dificultades para conseguir créditos en buenas condiciones, una situación en la que las sociedades de garantía recíproca reclaman su papel como apoyo para las empresas. CincoDías y la Confederación Española de Sociedades de Garantía Recíproca (SGR-Cesgar), reunieron a seis expertos en la materia en un desayuno de trabajo durante el que debatieron sobre cómo estas entidades sin ánimo de lucro todavía tienen mucho que dar a la sociedad.
Según apuntaron los especialistas, el principal problema al que se enfrentan estas sociedades es el desconocimiento que existe sobre ellas y sobre su funcionamiento –se encargan de analizar a las compañías que forman parte de su accionariado y aseguran sus riesgos de forma que pueden acceder más fácilmente a financiación de los bancos–. “Somos una parte de la solución para la falta de crédito que sufren las empresas y por eso reclamamos el aprecio de la sociedad española para poder crecer”, aseguró José Rolando Álvarez Valbuena, presidente de SGR-Cesgar, quien hizo hincapié en cómo este tipo de sociedades vienen a cubrir el hueco que queda en el mercado entre las necesidades de liquidez de las pymes y la imposibilidad de las entidades financieras en muchas ocasiones para conceder ese crédito que demandan.
Con el objetivo de dejar de estar tan lejos de los empresarios, los expertos apuntaron a que las SGR (siglas extendidas en el sector) deben hacer un importante esfuerzo para comunicar en qué consiste su actividad. Así, las sociedades de garantía (nombre con el que los especialistas consideraron que deben presentarse) quieren hacer llegar a dirigentes de pymes y autónomos que su misión no es solo facilitarles el acceso a la financiación.
“Yo creo que la propuesta de valor que tenemos que hacer en el entorno actual es poner de manifiesto que el empresario que acude a nosotros consigue una financiación viable con unos mejores plazos y condiciones”, señaló Ángel Rodríguez Vallina, director general de la SGR Asturgar, que también puso de manifiesto cómo estas organizaciones sin ánimo de lucro ayudan a las empresas en otros muchos aspectos. “Nosotros hemos observado que los empresarios que nos utilizan, aquellos que son nuestros socios desde hace tiempo repiten”, afirmó Rodríguez Vallina, que se refirió a casos en los que esta SGR ha servido de apoyo a trayectorias empresariales completas.
“Una de nuestras ventajas es que solo financiamos a la empresa, sin venderle ningún producto más”, apuntó Jesús Fernández Sánchez, director general de Isba SGR. Con ello quiso explicar la dedicación total de las sociedades de garantía a los negocios. “Nosotros lo que analizamos son proyectos de viabilidad, tanto de emprendedores como de empresas que ya están en marcha”, aseveró Fernández Sánchez que habló de cómo las sociedades de garantía realizan un exhaustivo trabajo que calificó de artesanal.
"Somos una parte de la solución para la falta de crédito que sufren las pequeñas empresas", aseguró el presidente de Cesgar
De esta forma, por las características de estas organizaciones y el trabajo que desempeñan, los expertos consideraron que su actividad resulta complementaria a la de, por ejemplo, los bancos. “No somos competencia, son nuestros aliados”, recalcó el presidente de Cesgar. Por su parte, el socio director de Auditoría en KPMG, Francisco Rabadán Molero, coincidió en esta reflexión y comentó cómo esa relación entre SGR y bancos puede ganar cada vez más potencial. “No debemos olvidar que la entidad recibe un aval que no le cuesta dinero”, apostilló. En referencia a los motivos que llevan a las pymes directamente a los bancos cuando necesitan financiación, sin pensar en la opción de las SGR, este especialista recalcó una vez más que estas sociedades deben centrarse principalmente en su relación con los negocios para que conozcan los beneficios que pueden aportar.
Además de realizar una labor complementaria a la de los bancos, los ponentes consideraron que la actividad de las SGR puede también ayudar a la de otros medios que las empresas emplean para financiar sus inversiones como los crowdfunding y los fondos de deuda. “La financiación alternativa es un target claro al que nos podemos dirigir sin esfuerzo adicional”, señaló al respecto Jaime de Rábago, secretario general de SGR-Cesgar que consideró que el asesoramiento que ofrecen estas estructuras puede ser de ayuda en este tipo de fórmulas.
Los expertos comentaron igualmente la posibilidad de que las SGR cuenten cada vez con más productos propios. “Estamos trabajando en alternativas porque el excedente de solvencia que tenemos debemos ponerlo a disposición de la sociedad”, reflexionó el director general de Isba que señaló que estas organizaciones tienen que trabajar más para llegar de forma directa al cliente final.
Además, los representantes de este ámbito reunidos en el debate, consideraron la importancia de que las empresas no solo recurran a las SGR cuando se encuentran ante una urgencia y necesitan liquidez, sino también en los tiempos en los que funcionan bien. Francisco Rabadán, de KPMG, recordó a este respecto la elevada calidad de los análisis que realizan estas sociedades, cuya utilidad va más allá de conseguir crédito.
“Las empresas a las que les va bien podrían también recurrir, por ejemplo, a nuestros avales técnicos. Contar con ellas a nosotros nos da la fortaleza suficiente para que podamos atender a otras empresas como sus proveedores cuando están en problemas; es un hoy por ti mañana por mí”, explicó Pío Aguirre, director general de Oinarri SGR. “Se trata de un producto que tenemos que alimentar entre todos: bancos, organismos, empresas que funcionan y las que no”, recalcó.
Las sociedades de garantía pusieron a su vez de manifiesto su papel como marco de colaboración público-privada. “Hay que poner en valor la labor de Cersa”, señaló el presidente de Cesgar en referencia a la Compañía Española de Reafianzamiento, dependiente del Ministerio de Industria, que se encarga de reavalar a las SGR. “Sin ellos no podríamos llevar a cabo nuestra labor”, coincidió con él Pío Aguirre.
Entre los retos que se marcan estas organizaciones de cara al futuro, los expertos señalaron algunos como el apoyo a los proyectos emprendedores, esos que todavía no cuentan con capital ni una estructura, solo con una idea, y a la internacionalización de los empresarios españoles. “Cada vez son más los que cogen su maleta y sus productos y se van a vender por el mundo”, recordó José Rolando Álvarez Valbuena, presidente de SGR-Cesgar.
Sin embargo, el principal objetivo de las sociedades de garantía continúa siendo que se conozca la labor que realizan.
Las SGR europeas se reunirán en España
Los expertos reunidos por Cinco Días y la Confederación Española de Sociedades de Garantía Recíproca (SGR-Cesgar) destacaron durante el debate la importancia de mirar a Europa. "La financiación de las pymes pasa por allí", señaló José Rolando Álvarez, presidente de Cesgar.
Y precisamente en esa línea se expresaba también el presidente de la Asociación Europea de Sociedades de Garantía Recíproca (AECM), Bernhard Sagmeister, que animaba la semana pasada en Madrid a los directivos de las SGR españolas a apoyarse en la UE para prestar mejor servicio a las pequeñas y medianas empresas.
Sagmeister aprovechó su visita -durante la que asistió a la junta directiva de Cesgar- para anunciar que España acogerá, en 2017, la XXV Asamblea General de esa agrupación, que integra a más de una veintena de miembros pertenecientes a diferentes países del Viejo Continente. En 2016 será la ciudad portuguesa de Oporto la encargada de albergar esta cumbre, que se quedará de esta forma en la península ibérica durante dos años consecutivos.
La AECM, que da respaldo a más de tres millones de empresas, trabaja por hacer de las sociedades de garantía recíproca un instrumento más conocido en el ámbito comunitario, según explicó el propio Sagmeister.
José Rolando Álvarez, presidente de Cesgar, agradeció la elección de España como sede de esta cumbre y recordó que nuestro país es la quinta economía europea, el territorio con más pymes y uno de los que mayor capacidad emprendedora atesora. Álvarez recalcó también la importancia que tiene acudir a Europa con proyectos que sean competitivos para obtener fondos dirigidos al emprendimiento.