“ING no es un parásito, paga 24 millones al año por el uso de cajeros”
El cobro de dos euros a sus clientes por usar los cajeros de otros bancos ha cambiado las reglas de juego. Pese a ello, la directora general de ING Direct, Almudena Román, es optimista, y considera que al final, la dinámica del negocio derivará nuevamente en la retirada de esta nueva comisión ahora aplicada por CaixaBank, pero al que el seguirán como mínimo Santander y BBVA.
Román considera que esta nueva tasa no está creada para expulsar del sistema a ING o a Evo. “No lo creo. La banca española es muy respetuosa y competitiva. No tenemos nada contra la industria financiera española. Es cierto que hay diferencias de opiniones entre unos bancos y otros y puntualmente hay discusiones, pero siempre cooperamos con el sector”, añade la directiva, que coincide con la opinión de Miguel San Pablo, director financiero y de medios de pago del banco.
Almudena Román afirma que “ING tiene que pagar por el servicio de que mis clientes usen los cajeros de los bancos y así lo hacemos. Este año pagaremos 24 millones de euros para que mis clientes usen los terminales de otras entidades. Esto equivale al coste de 2.000 cajeros. ING puede intentar hacer su propia red de cajeros, podemos abrir estos 2.000 terminales, no lo descartamos, aunque se tardaría 10 años en abrirlos por nuestra cuenta. ING Direct es uno de los mayores contribuyentes a mantener la red que tienen otros bancos. Un cajero tiene un coste mensual entre amortización de la maquinaria, mantenimiento y seguro de 1.000 euros que se rentabiliza con la operativa. Pagando 0,60 euros (lo que pagamos de media) al dueño del cajero con 56 retiradas de efectivo al mes se rentabiliza el terminal. Vamos a esperar a ver qué sale finalmente en la nueva orden ministerial de Economía. Si se rompe el modelo actual (con una comisión que se paga al emisor de la tarjeta, frente a lo que se pretende ahora de pagar al dueño del cajero) puede ser peor para el consumidor. Hay que evitar comisiones perversas”, explica esta directiva.
Miguel San Pablo insiste en que con la tasa de intercambio que se aplica en la actualidad entre los bancos, que de media es de 0,60 euros (0,50 euros en 4B, 0,65 euros en ServiRed y 0,45 euros entre las entidades socias de Euro 6000) la operación ya es rentable para el dueño del cajero. Como ejemplo, además, citan a Holanda (país de origen de ING), donde la tasa por sacar efectivo de los cajeros es de 58 céntimos para aquellas entidades que no tiene acuerdos con otros bancos, aunque la media es de 43 céntimos y “la operación es rentable y no se distorsiona la competencia”, insiste San Pablo.
“Pagar dos euros al dueño del cajero por sacar efectivo es perverso. Es un coste desmesurado. Distorsiona el modelo actual. Al final, se mantiene esta tasa y se entiende que el que va a pagar este sobrecoste es el cliente”, explican Román y San Pablo.
Ante las críticas de que este sistema de cobrar por usar los cajeros en España a partir de ahora pretende evitar que bancos como ING o firmas en un futuro como Google y otras se beneficien de la infraestructura creada por la gran mayoría de los bancos Almudena Román las rebate totalmente. “ING no es un parásito del sistema financiero. Somos un jugador dinamizador, un revulsivo para la banca española. Pagamos religiosamente por el uso de los cajeros por parte de nuestros clientes. Es lógico. Sacar efectivo de los terminales es un servicio para el cliente y hay que pagar por ello, pero solo una vez”.
Añade que la banca está “para trabajar para los clientes”.
De momento, Román insiste en que el banco esperará a ver cuál es la normativa que aprobará el Gobierno sobre las comisiones de los cajeros. “Y no será hasta entonces cuando decidamos si devolveremos los dos euros que puedan cobrar a nuestros clientes otras entidades o no. A lo mejor no es necesario tomar esta decisión”.
La directiva espera llegar a acuerdos similares a los que ha alcanzado con Banco Popular, para que le alquile sus 2.700 cajeros para que sus clientes no paguen comisión por retirar efectivo. “Estamos hablando con otras entidades y no descartamos nada”, explica Román. Y recuerda que “desde que llegamos a España hace 16 años hemos competido con ofertas increíbles y aquí estamos. Tenemos tres millones de clientes y creciendo”. Añade que en unos años el uso de efectivo estará muy limitado y no serán necesarios tantos cajeros, por lo que “no estamos desesperados, ni preocupados por lo que pasa ahora”.