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Tribuna
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Fundaciones y donantes, mejor juntos que revueltos

El día 1 de octubre celebramos el Día Europeo de Fundaciones y Donantes. Una fecha que coincide con el mayor flujo de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial, por la tensión diaria reflejada en muchos puntos bañados por el mar Mediterráneo y por una tasa de desempleo en España que se resiste a bajar del 50% de los jóvenes y mucho mayor para los colectivos más vulnerables. Situaciones que ponen sobre la mesa dramas personales. Problemas, todos ellos, que requieren de un tratamiento profesional, solidario y compartido.

Para comenzar, no es lo mismo hablar de personas que viven su día a día en su zona de confort que la realidad de otras muchas englobadas en lo que se conoce como colectivos con vulnerabilidad: jóvenes con limitadas oportunidades educativas o que han abandonado sus estudios, parados de larga duración, refugiados, inmigrantes, expresidiarios, supervivientes de violencia de género, personas con discapacidad, adultos con escasa o ninguna experiencia laboral y que tienen que encontrar un trabajo para sobrevivir, población gitana, etc. Estas personas son las que tradicionalmente son atendidas por las entidades sociales y es donde creemos que todos tenemos mucho que aportar. Por razones de igualdad de oportunidades y, además, porque han de contar con el derecho de expresar todo su potencial.

Porque creemos que hay que apoyar el empleo de las personas con más vulnerabilidad, a los más alejados del empleo, vimos claro que teníamos que empezar por facilitar la formación teórica y práctica a estos colectivos para que pudiesen trabajar en las oportunidades que ofrecen las nuevas tecnologías, por ejemplo, como programadores júnior. Determinadas titulaciones oficiales, incluso no regladas, pueden adaptarse para formar a profesionales en la necesidad de la empresa y así desempeñar perfectamente su función en un puesto de trabajo.

Por ello lanzamos la iniciativa Juntos por el Empleo, un laboratorio de innovación social con el que queremos, conjuntamente con los tres sectores –el mundo público, el de la empresa privada y el de las entidades sociales–, generar nuevas formas de apoyar que estas personas puedan ganarse la vida por sus propios medios con un trabajo digno o creando su propio puesto de trabajo. Conjuntamente desarrollamos soluciones y nuevas formas de trabajar que puedan generar mayor eficiencia en el trabajo conjunto de los distintos actores hacia el empleo de las personas con más vulnerabilidad. Buscamos que todo el ecosistema de empleo y autoempleo sea mucho más eficiente; superando la problemática de intentar resolver los problemas mediante esfuerzos individuales. Si lo hacemos todos juntos habrá un cambio significativo. Es un reto apasionante que ya está empezando a dar sus frutos, tanto por la cantidad de organizaciones participantes en la iniciativa, casi cien de los tres sectores involucrados, como por la voluntad de colaboración e involucración que todos estamos mostrando y que ha hecho posible los primeros ocho proyectos colectivos.

Como ejemplo, la metodología Emplea+, concebida por Cáritas, Cruz Roja, Secretariado Gitano, Fundación ONCE, FSC inserta, Fundación Tomillo y Fundación Exit, en la que también participaron un conjunto importante de empresas y que estuvo bajo la atenta mirada del Ministerio de Empleo, desde la Unidad Administrativa del Fondo Social Europeo. Con ella se establecen pautas para la adquisición de competencias transversales en las personas con más vulnerabilidad. Ya está implantada en estas y otras ONG. También está posicionándose para lograr un estándar del sector, para ver cómo hay que apoyar a las personas en su desarrollo de habilidades y, además, está siendo entendida por el mundo empresarial. Las personas que han pasado por esta metodología teóricamente están mejor posicionadas para optar a un puesto de trabajo. Esto ya es un cambio importante.

Este paso de la solidaridad individual a la colectiva nos descubrirá la riqueza, fuerza e impacto de la colaboración cuando con lo mismo podamos hacer mucho más y de forma más eficiente. No es fácil pero los grandes retos sociales requieren de soluciones innovadoras. La colaboración a todos nos cuesta, pero debemos perseverar, seguir entrenándonos y colaborar para así llegar a culminar todos juntos la carrera perfecta. Muchos ya han empezado y la voluntad de hacerlo está también presente en muchos otros. Solo así, juntos, podremos resolver los grandes retos sociales del momento.

 Ana Millán es directora general de la Fundación Accenture.

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