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El Banco de España cree que podría haber un corralito

Alierta y Linde cargan contra la secesión de Cataluña

Considera que la posibilidad de independencia unilateral es "un futurible altamente improbable" El nuevo Estado no tendría acceso a la financiación del BCE y tendría que abandonar el euro

El gobernador del Banco de España, Luis María Linde.
El gobernador del Banco de España, Luis María Linde.Pablo Monge

Después de la reacción de dos sectores estratégicos como son la banca y las telecos, que el viernes advirtieron contra los efectos adversos de una posible independencia de Cataluña, ayer fue el turno de dos pesos pesados del poder económico como son el gobernador del Banco de España, Luis María Linde, y el presidente de Telefónica, César Alierta. En un desayuno organizado por Europa Press, el gobernador subrayó que Cataluña no tendría acceso a la financiación del BCE si se segrega de España y aclaró que la salida del euro sería “automática”. “La salida de la UE implica de modo automático la salida del euro. Es un procedimiento automático”, explicó Linde, quien indicó que ello tiene las consecuencias que todos conocen: “Que Cataluña dejaría de tener acceso a la liquidez del BCE”.

Preguntado entonces por cómo podía financiarse, señaló que podría acudir al mercado interbancario, pero que no habría ningún sistema parecido a la liquidez que actualmente proporciona el BCE a los países de la zona euro. “Claramente, no”, respondió de forma tajante al ser preguntado si habría alguna posibilidad de que Cataluña pudiera acceder a los programas del BCE fuera de la zona euro. Sobre la viabilidad de la economía catalana como Estado en solitario, el gobernador se limitó a señalar que hay países “más pequeños” en Europa, si bien indicó que se trata de una valoración “en abstracto” y una pregunta que, en su opinión, carece del más mínimo interés. Linde también se refirió al comunicado de la AEB y la CECA sobre Cataluña y reafirmó que el proceso soberanista conlleva “inseguridades, incertidumbres y tensiones” que afectan a la banca con presencia en Cataluña y en el resto de España. “El comunicado dice cosas muy sensatas y obvias, nada nuevo”, indicó.

Campaña realista

Por su parte, el presidente de Telefónica, César Alierta, advirtió a los empresarios catalanes, de cara a las elecciones autonómicas del próximo domingo y ante una posible victoria de la lista independentista, “que cada uno haga sus números, a ver si le interesa seguir vendiendo o no”.

Mas amenaza con no pagar la deuda de Cataluña

El presidente de la Generalitat y número cuatro de Junts pel Sí, Artur Mas, por su parte, instó ayer al Estado a negociar tras las elecciones del 27S, ya que avisó que, de lo contrario, “no podría soportar” una independencia no negociada, ya que interpreta que debería asumir toda la deuda pública que corresponde a Cataluña.

“No hay más remedio que ponerse de acuerdo. El precio de no ponerse de acuerdo es impagable, de entrada para España. España no podría soportar un no acuerdo”, sentenció en rueda de prensa desde la antigua fábrica Fabra i Coats de Barcelona. Los independentistas interpretan que si España no estuviera dispuesta a negociar la independencia debería asumir toda la deuda pública que corresponde a Cataluña en caso de secesión y, por el contrario, si se sentara a hablar, la Generalitat debería asumir una parte de ella (más del 60% de la deuda pública catalana es con el Estado).

“España se juega mucho con Cataluña. ¿Os imagináis que no hubiera acuerdo con la deuda pública española? ¿Cómo afrontaría su deuda si no hay acuerdo de tal manera que Cataluña no asuma una parte?”, se preguntó el presidente catalán. Asimismo, Mas calificó las palabras del gobernador del Banco de España como una “inmoralidad, irresponsabilidad e indecencia” y negó que exista riesgo de corralito. Acusó a los poderes del Estado de practicar el discurso del miedo y la amenaza contra los catalanes, aunque se mostró convencido de que no triunfará: “No cuela. No nos lo tragamos”.

“Cada uno tiene que ver qué es lo que vende al resto de España y al resto del mundo y que haga números, a ver si le interesa seguir vendiendo o no”, señaló Alierta en declaraciones a los medios de comunicación tras participar en un acto en la Casa de América de Madrid.

Para el presidente de Telefónica, hacer advertencias acerca de los efectos económicos “negativos” que, a su juicio, acarrearía para Cataluña su independencia no es una “campaña de miedo”, sino una “campaña realista”.

“¿Pero qué campaña de miedo? Es una campaña realista. Quiero lo mejor para los catalanes y lo mejor para los catalanes es seguir en España. Los efectos económicos de una supuesta independencia de Cataluña, que no se va a dar, son súper negativos. Es inviable”, insistió.

Según avisó, “en todos los procesos de separación el flujo comercial baja un 25% y si el flujo comercial baja, aumenta el paro, y si aumenta el paro, baja la recaudación, y si baja la recaudación, las pensiones hay que bajarlas y también el gasto público social”.

A la pregunta de por qué cree que ha tardado tanto en reaccionar la patronal catalana sobre el proceso soberanista en Cataluña, el presidente de Telefónica se encogió de hombros y se limitó a señalar que “todo tiene su timing”.

A las declaraciones de Alierta y del gobernador del Banco de España se suman las pronunciadas por el presidente de Pronovias, Alberto Palatchi que ha alertado este lunes de las “consecuencias imprevisibles” que tendrían las acciones anunciadas por la coalición Junts pel Sí como una declaración unilateral de independencia (DUI).

“Las consecuencias de estas elecciones pueden afectar seriamente el futuro de Cataluña, de sus ciudadanos, de sus empresas y de la nuestra”, ha manifestado Palatchi en un comunicado interno dirigido a sus trabajadores.

Palatchi ha manifestado su respeto hacia todas las sensibilidades, opiniones y opciones políticas, pero ha señalado que “esta empresa tiene la responsabilidad de posicionarse y prepararse ante una contingencia que pondría en riesgo su futuro”. “Nuestra empresa es difícilmente viable en una Cataluña fuera de la Unión Europea, fuera de la zona euro, sin un sistema financiero apoyado por el Banco Central Europeo y aislada en materia económica, política y de seguridad”, ha añadido..

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