Rusia calienta el ‘caso Google’ por Android en Bruselas
Las autoridades antimonopolio rusas tienen un plazo de 10 días, que se cumple a final de esta semana, para emitir un fallo completo
Google se enfrenta esta semana a un escenario difícil. Rusia acusó la semana pasada a la multinacional de abuso de posición dominante en el país. Y no por su estrategia en el negocio de las búsquedas, sino por sus prácticas con su sistema operativo móvil Android. Las autoridades antimonopolio rusas tienen un plazo de 10 días (se cumple a final de esta semana) para emitir un fallo completo. Y si finalmente este incluye sanciones, este país se convertiría en el primero en el que las prácticas de Google con respecto a su sistema operativo Android son consideradas abusivas, adelantándose a la Unión Europea, que el pasado mes de abril anunció que estudiaría el caso, como apunta en su blog Enrique Dans, profesor de Tecnología del IE Business School.
La cuestión no es baladí, pues la decisión que adopte este país podría influir de alguna manera en el desarrollo del caso europeo, “lo que podría llegar a suponer –según este experto– un problema para la compañía en un producto que considera especialmente estratégico de cara al futuro”. Pues, como apuntó el pasado jueves en un evento en Madrid el director general de Google España, Javier Rodríguez Zapatero, el móvil es “el centro neurálgico del desarrollo económico y la transformación digital de un país”. Y Android es la apuesta de Google para posicionarse como líder en el ecosistema móvil.
La multinacional no solo se enfrenta a una potencial multa (que puede alcanzar hasta un 15% de sus ingresos de 2014 en Rusia), sino que puede verse obligada a cambiar su actual estrategia en Rusia, pues lo que ha determinado ya la Agencia Federal Antimonopolio (FAS) de este país es que la práctica de obligar a los fabricantes de telefonía a instalar aplicaciones y servicios de Google en sus teléfonos supone “un abuso de poder”.
En opinión de la FAS, Google está actuando contra la competencia al obligar a los fabricantes de teléfonos con Android a instalar el buscador de Google por defecto y varias aplicaciones y servicios de la compañía (Google Maps, YouTube, Gmail y la tienda de aplicaciones Google Play, entre ellas) en sus terminales.
Podría convertirse esta semana enel primer país que sancione las prácticas de la compañía con su sistema operativo
De momento, la multinacional estadounidense se ha limitado a decir que estudiarán la decisión de las autoridades rusas y determinarán los pasos a seguir.
Google podría enfrentarse a un caso similar en la Unión Europea, pues en abril la Comisión arrancó una investigación formal sobre este mismo asunto e indicó que trataría de determinar “si Google ha cometido un abuso de poder o si está ejerciendo una práctica anticompetitiva al obligar a instalar estas aplicaciones”. La investigación de FAS arrancó el pasado febrero, cuando el buscador ruso Yandex –rival de Google– presentó una denuncia contra la empresa estadounidense. Curiosamente, en Rusia Google no domina el negocio de las búsquedas, como sí ocurre en la mayoría de los países europeos, y es Yandex quien controla el 61,9% de ese negocio y con ritmos de crecimiento de un 20% anual.
Sin embargo, la posición de este rival de Google en el negocio móvil no goza de tanta salud. En este terreno, es el sistema operativo Android el que es utilizado en más del 80% de los smartphones que se venden en Rusia, según la BBC.
Yandex dispone de muchos servicios que compiten con los de Google, como una solución de mapas, su propio buscador y también una tienda de aplicaciones en línea con la Google Play del gigante americano, llamada Yandex Store.
Aunque desde algunos medios se presenta la demanda de Yandex y la acusación de la Agencia Federal Antimonopolio (FAS) como parte de los movimientos del Gobierno ruso por controlar internet y a sus ciudadanos críticos, lo cierto es que otras voces ven la estrategia de Google similar a la que en su día llevó a cabo Microsoft y por la que el gigante del software fue encontrado culpable de prácticas contra la competencia en el año 2001.
Maniobras dudosas
En este caso, la compañía fundada por Bill Gates había decidido incluir en su sistema operativo Windows (con más de un 90% de cuota en el mercado de sistemas operativos de PC) el navegador Internet Explorer de forma gratuita. Un movimiento que daba poco incentivo al usuario para comprar o utilizar otro navegador alternativo como era Netscape, en aquel momento bastante popular y en crecimiento, pero que fue aplastado por la maniobra de Microsoft. “Ahora hablamos de un sistema operativo distinto, Android, y de una plataforma asimismo diferente, los smartphones, pero el comportamiento resulta muy similar”, explica Dans.
A la espera de ver qué ocurre en Rusia y también en la Unión Europea, Google, seguramente intentando evitar males mayores, parece estar dando pasos de cara a corregir esta situación. Aunque por el momento, insiste este experto, se limita a ofrecer opciones a los usuarios para que puedan eliminar sus aplicaciones, pero no a los fabricantes de terminales. Danscuanta que “parecen existir precedentes en los que Google parece haber ejercido presiones sobre fabricantes como Acer, al que llegó a amenazar con la exclusión de Android si fabricaban terminales con el sistema operativo Yun OS, creado por Alibaba como fork de Android con la idea de adaptarlo al mercado chino. Finalmente, Alibaba terminó por ofrecer su sistema operativo solo a pequeños fabricantes chinos y a Meizu, un fabricante popular en el mercado interno”. La cuenta atrás ha comenzado.
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