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Se han suspendido 50 hoteles y la creación de 6.500 empleos

Barcelona podría perder 1.400 millones por la moratoria de Colau

Bestprice es la primera cadena que traslada la inversión prevista en Barcelona a Valencia

Vista de la Torre Agbar, adquirida por la cadena Hyatt para hacer un hotel de 400 habitaciones y 800 plazas, cuya inauguración estaba prevista para septiembre de 2018.
Vista de la Torre Agbar, adquirida por la cadena Hyatt para hacer un hotel de 400 habitaciones y 800 plazas, cuya inauguración estaba prevista para septiembre de 2018. Reuters

Una de las primeras medidas que adoptó Ada Colau nada más llegar al Ayuntamiento de Barcelona fue la aprobación de una moratoria turística de un año para la construcción de nuevos proyectos hoteleros al considerar que no eran necesarios y que ya había demasiados. Una opinión no compartida por los empresarios y los expertos del sector. Es el caso de Albert Grau, socio-director de la consultora Magma Hospitality Consulting, especializada en consultoría para hoteles, que considera que “la oferta de Barcelona está concentrada en demanda vacacional de tres y cuatro estrellas y los proyectos de los últimos años se centran en otros nichos poco explotados”, apunta.

La oposición fuerza la rectificación

Los nuevos Gobiernos municipales que mandan en Madrid y Barcelona lo hacen en minoría y corren el riesgo de asumir el mandato de la oposición si todos los grupos consensúan una postura común. Es lo que le ha ocurrido a Manuela Carmena en Madrid, en la que la suma de Ciudadanos, PSOEy PPpuede llevarla a aceptar una bajada del 28% del IBI (sensiblemente superior a la que iba a presentar), y lo que le puede ocurrir a Ada Colau en Barcelona con la moratoria turística.

Un buen reflejo es lo que sucedió el pasado martes, cuando los votos de Barcelona en Comú (11 concejales) y la CUP(3) no fueron suficientes para tumbar una proposición de la oposición para levantar de forma parcial la moratoria turística en aquellas zonas que no estuvieran saturadas.

La suma de CiU, Ciudadanos, ERC, PSC y PP otorgó 27 votos a la oposición que dejan a Colau en una posición muy incómoda, lo que la podría obligar a enmendar parcialmente una de sus medidas estrella. La portavoz de Ciudadanos, Carina Mejías, advirtió de que al menos 18 de las empresas que iban a poner en marcha los proyectos barajaban interponer demandas al consistorio.

Los empresarios advierten de que las inversiones comprometidas podrían perderse y para ello ponen como ejemplo la decisión de la cadena hotelera Bestprice, que ha sido la primera en trasladar la inversión de un millón de euros prevista en Barcelona a Valencia. El coste de la moratoria podría ascender a 1.400 millones de euros, según cálculos empresariales. Además, las compañías afectadas recalcan que muchos de los proyectos que han quedado paralizados ya contaban con licencia de actividad.

El importe de las inversiones que se pueden perder responde a los 50 proyectos que han quedado en suspenso, que contaban con una previsión de 4.718 habitaciones y 8.613 plazas. Unas cifras que no parecen excesivamente exageradas si se analiza la composición de la planta hotelera de la capital catalana. En concreto, Barcelona contaba a finales de 2013 con 365 hoteles, con una profunda concentración por categoría y ubicación del establecimiento. El 70% de la planta hotelera está compuesta por hoteles de tres estrellas (116) y de cuatro estrellas (136), mientras que dos barrios (Ciutat Vella y l’Eixample) concentran dos de cada tres establecimientos (241 de 365 hoteles).

El listado de los hoteles paralizados, al que ha tenido acceso CincoDías, muestra cómo una parte muy importante de las nuevas camas correspondían a establecimientos de cinco estrellas y de gran lujo. El ejemplo más llamativo es la rehabilitación de la Torre Agbar, que iba a ser convertida en un hotel de gran lujo (categoría superior a las cinco estrellas), con 400 habitaciones y 800 plazas (el 10% del total de los proyectos paralizados). La finalización de las obras, gestionadas por Emin Capital, estaba prevista para septiembre de 2018. Había otros tres hoteles de gran lujo cuya construcción estaba dispuesta desde finales de 2015. Otro segmento con poca presencia en Barcelona es el de cinco estrellas, en el que había prevista la construcción de al menos seis establecimientos con 516 habitaciones y 960 plazas. El más importante era la rehabilitación de la torre Deutsche Bank (adquirida por el fondo de inversiones KKH) para la construcción de un hotel gestionado por la Cadena Four Seasons con capacidad de 150 habitaciones y 285 plazas.

En lo que sí parece haber consenso es en la saturación con la que cuentan los barrios del L’Eixample y de Ciutat Vella, con dos tercios de la actual planta hotelera. Entre los 50 proyectos paralizados por la moratoria, 26 estaban enclavados en l’Eixample y 20 en Ciutat Vella. De los 14 establecimientos que estaba previsto abrir a lo largo de este ejercicio, ocho están situados en L’Eixample, uno en Ciutat Vella, uno en Les Corts, uno en Sants, otro en Gracia y otro en Sant Marti.

El sector hotelero, en cifras

Planta: los últimos datos de la patronal reflejan que Barcelona tiene 365 hoteles, muy concentrados geográficamente y por categorías. Del total de los hoteles censados, dos tercios están situados en dos barrios (L´Eixample y Ciutat Vella) y dos tercios están encuadrados en la categoría de tres y cuatro estrellas.

Pernoctaciones: Barcelona es el municipio urbano que más pernoctaciones hoteleras registra, según la encuesta que realiza el INE. Cerró 2014 con 17,5 millones de pernoctaciones frente a los 16,5 millones de Madrid. La principal diferencia entre ambas ciudades es el mayor peso que el turismo extranjero tiene en las pernoctaciones en Barcelona (solo el 15,5% corresponde a viajeros nacionales) frente al de Madrid (el peso de los españoles sube al 46,7%). Esa es la principal razón por la que el pasado ejercicio Madrid recibió 1,5 millones de visitantes más que Barcelona, pero registró un millón de pernoctaciones menos. Los extranjeros hacen viajes más prolongados que los nacionales y eso lleva a que la estancia media sea de 2,1 días en Barcelona frente a los 1,97 días de Madrid.

Ocupación: El mayor peso del turismo extranjero y la menor incidencia que la crisis ha tenido sobre ellos ha provocado que el grado de ocupación sea mayor en Barcelona. Medido por plazas, por plazas en fin de semana o por habitaciones, la capital catalana sale con porcentajes cercanos al 70% de ocupación frente al 60% de media de Madrid. La ocupación media en España es del 54,7% si se mide por el número de plazas. La media en Madrid es del 55,4% mientras que en Barcelona es del 64,9%.

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