La doble visión de Altice en su oferta
El rey del cable francés Patrick Drahi parece estar tomando precauciones tras comprar la firma estadounidense de cable Cablevisión por 17.700 millones de dólares (unos 15.600 millones de euros), incluyendo la deuda. Es la segunda incursión en Estados Unidos de su compañía de telecomunicaciones Altice después de adquirir recientemente Suddenlink por 9.100 millones de dólares. Creará el cuarto mayor actor del mercado.
El movimiento no es exactamente una sorpresa dadas las ambiciones estadounidenses de Drahi, pero llega antes de lo esperado. Suddenlink ni siquiera se ha cerrado. La justificación para este otro acuerdo es similar: cortar costes sin piedad. Cablevisión, que opera en el área metropolitana de Nueva York, ya tiene una alta penetración de banda ancha, pero parece a punto para el famoso y riguroso tratamiento de costes de Altice.
La operadora espera unos importantes recortes por valor de 900 millones de dólares en sinergias
La operadora espera unos contundentes recortes de 900 millones de dólares en sinergias, así como un ahorro de 150 millones en gasto de capital, lo que reduciría el precio pagado por la empresa a 6,1 veces su Ebitda. Pero los ahorros implican un margen global del 44%, según calculan los analistas de Deutsche Bank, lo cual parece ambicioso. También podría haber economías de escala a partir de su unión.
Al igual que con Suddenlink, Altice solamente contribuye con una pequeña parte de capital. Pondrá 3.300 millones de dólares en efectivo mediante la emisión de acciones. El resto provendrá de 14.500 millones en deuda nueva y existente en Cablevisión, más efectivo en mano. BC Partners y la Junta de Inversiones del Plan de Pensiones de Canadá tienen la opción de comprar el 30% del capital social, lo que reduce los costes aún más.
Todo esto hace que el último acuerdo multimillonario sea una proposición de bastante bajo riesgo para los accionistas de Altice. La deuda debería ser equivalente a una cifra de cinco veces su Ebitda previsto para 2016 tras el acuerdo, estimaron los analistas de Goldman Sachs. Pero hay un riesgo claro de extralimitación, teniendo en cuenta las últimas grandes compras en Europa. Altice aún tiene que demostrar que puede hacer que sus ofertas estadounidenses funcionen.