Guindos: el Gobierno pedirá a Competencia que actúe si no se abaratan los carburantes
El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha anunciado hoy que el Gobierno pedirá a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) que actúe si las compañías no trasladan íntegramente al precio de los carburantes la fuerte caída del barril Brent.
En declaraciones a Efe, De Guindos ha insistido en que el Gobierno estará “muy vigilante” para ver si en España se traslada a los carburantes el descenso del precio del petróleo, que hoy ha caído por debajo de los 45 dólares, mínimo desde 2009.
Prácticamente en los dos últimos meses la caída del precio del petróleo ha sido del 30 % y el tipo de cambio del euro respecto al dólar se ha comportado bastante bien, ha explicado el ministro De Guindos, quien ha destacado que esto es una buena noticia.
La caída del petróleo y del conjunto de las materias primas es un factor muy positivo para España, un país “consumidor de energía”, que ahora deberá ver cómo afecta en la tasa de inflación, en la balanza de pagos, en la renta disponible de las familias y en los costes empresariales, ha añadido.
Sin embargo, el titular de Economía ha reconocido que en ocasiones se ve que “a veces” la traslación en el precio de los carburantes “no es lo rápido e intenso” que debería.
Por eso el Gobierno va a pedir a la CNMC, “aunque es un organismo independiente y lo vigila de cerca”, que actúe si esta caída del precio del petróleo no se traslada de forma íntegra a los precios de los carburantes.
Además, Guindos ha destacado que la volatilidad de los últimos días y la fuerte caída del Ibex 35 no tiene nada que ver con la situación de España y se explica por las dudas de China y otros países emergentes.
BCE
El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha asegurado que la próxima vacante que se produzca en el consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) la ocupará “un español”, después de que España no haya logrado la presidencia del Eurogrupo.
No quiere decir con ello que este puesto vaya a ser ocupado por él, porque De Guindos ha reafirmado en una entrevista con Efe que su compromiso era estar en el Gobierno solo durante la presente legislatura y que “en el futuro Dios dirá”, porque no se ve ni en Fráncfort, “ni en ningún sitio en concreto”.
Lo que tiene claro es que la presencia de españoles en organismos europeos debe ser “paralela a la mejora de la percepción de la contribución de España al proyecto europeo” y que su misión en este momento es acabar esta legislatura.
“Tengo que intentar, sobre todo, dejar más enderezada la salida de la crisis”, ha dicho, al tiempo que ha considerado, “con humildad”, que ha intentado hacerlo lo mejor posible como ministro de Economía durante “la peor crisis de la historia de España”.
De Guindos ha insistido en que ha trabajado “con la máxima lealtad” al presidente del Gobierno y reconoce que, aunque no ha sido fácil, ha defendido el interés general de los españoles “en situaciones complejísimas” y ha puesto su “granito de arena”.
Además, ha ensalzado la figura de Mariano Rajoy al considerar que España ha tenido “la suerte de tener un gran presidente, que se ha enfrentado a la peor coyuntura económica, social y territorial de nuestro país en mucho tiempo”.
Y en un balance de sus años al frente de Economía, ha dicho que 2012 no se lo desearía ni a su peor enemigo porque hubo “muchos momentos muy difíciles”, como la noche de un lunes en la que desde Fráncfort tuvo que coger un teléfono y llamar a una serie de personas para que entrara algo de dinero en una subasta de letras del Tesoro al día siguiente.
Ése fue un momento “muy difícil” y después hubo otro en Los Cabos (México), en un encuentro del G20 en el que la prima de riesgo estaba en máximos y España, en el foco de la economía mundial.
Pero también ha habido buenos momentos que el ministro recuerda con agrado, como cuando España salió del rescate financiero, se vio que bastó con unos 40.000 millones de euros frente a los 100.000 disponibles y se había roto esa especie de “nexo terrorífico entre el riesgo bancario y macroeconómico”.
No se trata de un día en concreto, pero sí de un momento de satisfacción, en el que se recupera la confianza de los inversores y la prima de riesgo empieza a caer, igual que cuando a mediados de 2013 la economía comienza a crecer y se crea empleo.
También el dato del primer semestre de este año con un crecimiento anual cercano al 4 % es un motivo de satisfacción para De Guindos, quien considera que si se lo hubieran dicho en 2012 no se lo habría creído “ni en el mejor” de sus sueños.
Entonces España era el gran problema y “hoy somos los que más crecemos”, ha insistido, lo que hace necesario que aumente la representación del país en las instituciones, “una realidad que se tendrá que compensar”.