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La compañía lleva 120 años presente en España

Siemens: del telégrafo al móvil y del tranvía al AVE

La firma germana ha acompañado el desarrollo tecnológico del país Se inició con los productos de consumo en 1932 de mano de su primera lavadora

El primer tranvía de Bilbao lo puso en funcionamiento Siemens.
El primer tranvía de Bilbao lo puso en funcionamiento Siemens.
CINCO DÍAS

Hay una empresa alemana que desde hace más de un siglo está presente allí donde se necesita maquinaria pesada, motores o instalaciones eléctricas. O lo que es lo mismo: una parte de la modernización del país lleva el sello de una compañía germana. Se trata de Siemens, hoy un gran gigante industrial que nació en 1847 en un piso de interior de Berlín, el equivalente a los garajes en los que se gestan en nuestros días las startups tecnológicas más prometedoras. Empezó con las comunicaciones de la época (telégrafo y, más tarde, teléfono), pero con el paso de las décadas dio el salto a la construcción de maquinaria de todo tipo, a la electrónica e incluso al material médico de precisión.

Cronología

1862. Siemens & Halke, nacida en Alemania en 1847, vende en España su primer producto. Se trata de un telégrafo.

1895. Siemens se establece en Madrid. Desde esta sucursal servirá los mercados español y portugués.

1910. La compañía adquiere La Industrial Eléctrica, SA. Abre una fábrica de maquinaria en Cornellà (Barcelona).

1927. La firma apuesta durante los años 20 por la electromedicina. Ese año adquiere la Industria Latina de Electricidad Aplicada (Ildea), dedicada a esa actividad.

1932. Siemens fabrica su primera lavadora.

1955. La compañía aumenta su presencia en España con una nueva planta en Málaga para la fabricación de componentes.

1957. La expansión territorial de Siemens continúa con la apertura de una fábrica en Getafe.

1974. Arranca en Sant Adrià del Besós (Barcelona) la construcción de una central térmica, que se finalizaría en 1976. La planta cuenta con instalaciones y equipos de Siemens.

1980. Siemens se adapta a la demanda de los nuevos tiempos. La planta industrial de Getafe empieza a producir sistemas de electrónica.

1991. Siemens suministra a Radio Televisión Española el sistema de intercomunicación del centro de control de Torre España.

1993. La compañía se hace con el 100% de Controlmatic Ibérica.

1994. Se instala en el centro de Tres Cantos (Madrid) un centro piloto de telefonía móvil digital.

2001. Siemens suministra a Fomento 16 trenes de alta velocidad (AVE) para la línea Madrid-Zaragoza-Barcelona-Francia. También entrega a Renfe 40 trenes de cercanías.

2005. La firma se adjudica el suministro y montaje de los equipos principales de una central de generación de ciclo combinado de 1.200 MW en Sagunto, Valencia.

Werner von Siemens y Johann Georg Halske bautizaron su criatura como Telegraphen-Bauanstalt von Siemens & Halske. Fue precisamente un telégrafo el primer artículo que vendieron en España, allá por 1862. La compañía se rebautizó en 1897 como Siemens & Halske AG, pasando a ser conocida simplemente como Siemens AG a partir de 1970.

Su presencia en España quedó asegurada desde la inauguración en 1895 de sus oficinas en la céntrica carrera de San Jerónimo de Madrid, a escasos metros de la Puerta del Sol. En aquellos años se dedicó fundamentalmente a nutrir a las grandes ciudades españolas del medio de transporte urbano predilecto de la época: el tranvía. Lo hizo en Bilbao y, pocos años más tarde, también en Barcelona, donde además se encargó de poner en marcha el funicular que conecta la montaña del Tibidabo con el casco urbano.

La compañía se ha ido adaptando a las necesidades que iban requiriendo a cada momento las ciudades. Tras el tranvía, las urbes españolas comenzaron a apostar por el iluminado eléctrico, lo que en su momento requirió de una vasta infraestructura, además de suponer un mantenimiento añadido para los Ayuntamientos. El de Valladolid le encargó en 1909 a Siemens la transformación de su red de lámparas de petróleo en las eléctricas.

Tan solo un año más tarde, la firma abrió su primera fábrica en territorio español. Lo hizo en Cornellà, Barcelona, tras adquirir La Industria Eléctrica SA, y la dedicó a producir componentes ferroviarios. Más de un siglo después, la planta sigue hoy en funcionamiento. De ahí salió, por ejemplo, la cadena de tracción del Tranvía Blau del Tibidabo, proyecto encargado en 1922.

El ferroviario es uno de los mercados en los que más ha trabajado la sucursal española de Siemens en los últimos años. A principios de este siglo se le encargaron 16 trenes de alta velocidad (AVE) para la línea Madrid-Zaragoza-Barcelona-Francia. También ha entregado a Renfe decenas de trenes de cercanías, además de haber trabajado años antes en las líneas suburbanas de buena parte de la geografía nacional.

Las infraestructuras urbanas no son el único negocio que ha ocupado a la compañía durante su larga andadura en el país. En 1932 se convirtió en una de las primeras firmas en traer a España la lavadora, un artilugio reservado entonces para los más pudientes y que décadas más tarde pasaría a ser uno de los productos más reconocibles de la enseña.

Esta lavadora se empezó a comercializar en 1932.
Esta lavadora se empezó a comercializar en 1932.

El grupo se lanzó en los años ochenta a por uno de los motores económicos nacionales: la industria automotriz. Siemens es desde 1987 uno de los proveedores de la planta de General Motors (conocida como Opel en España) de Figueruelas, en Zaragoza. También apostó por la electrónica y, ya en los noventa, empezó a trabajar en la que sería la revolución de principios de siglo: la telefonía móvil.

Y, en el terreno energético, ha participado en varios proyectos, siendo uno de los más icónicos la central térmica de Sant Adrià del Besòs (Barcelona).

Presencia ininterrumpida

Muy pocas firmas han encadenado 120 años seguidos en España (aunque durante la Guerra Civil las plantas se pararon por falta de suministros). Siemens es una de ellas.

El gigante alemán, con casi 350.000 empleados en el mundo (28.800 de ellos dedicados a la I+D), mantiene en el país, además de la planta de Cornellà, una fábrica en Getafe (Madrid), dedicada a la producción de equipos de diagnóstico médico, y en Rubí (Barcelona), destinada a material eléctrico. En la planta madrileña, inaugurada en 1957, se fabrican actualmente equipos portátiles de rayos X, de los que se exporta casi el 100% de las existencias.

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