Estudiar informática o salud ayuda a encontrar empleo
Un titulado cobra una media mensual de 2.400 euros frente a los 1.900 del resto Las tasas de afiliación de las ingenierías y administración de empresas mejoran con el tiempo
Finalizar una carrera universitaria supone, en muchas ocasiones, comenzar a vivir un periodo de frustración. Porque la demanda de puestos que requieren una alta cualificación, supera a la oferta que realizan las empresas. En España, el 33% de los contratos que se realizaron durante el pasado año con graduados universitarios, se firmaron para realizar tareas que no requerían formación superior. Son los datos proporcionados por el Informe de la Fundación Conocimiento y Desarrollo (CYD) 2014
A pesar de ello, contar con una titulación universitaria reduce el riesgo de paro. Ser graduado superior en España suponía, a finales de 2014, tener una tasa de ocupación un 22% más elevada que la del conjunto de la población y un porcentaje de paro un 38% inferior, según el informe Datos y Cifras del Sistema Universitario Español, elaborado cada curso por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Además, el citado Ministerio analiza año a año los índices de ocupación de las personas con educación superior. En global, la tasa de paro pasó del 8,% en 2007 al 24% en 2014, pero para los graduados en educación superior, el crecimiento fue menos llamativo, pasando del 5% en 2007 a 14% durante el pasado ejercicio.
Las diferencias entre regiones
En el año 2014, un 27% de la población contaba con una titulación de nivel superior en España. Por comunidades autónomas, Madrid, País Vasco y Navarra ocupaban los primeros puestos, con un 40%, 36% y 33%, respectivamente. Estas regiones fueron las que menor tasa de paro registraron, con un 10%, 11% y 8%.
Con un indicador más próximo a la media de titulados se encontraban La Rioja, Asturias y Cantabria (las tres con aproximadamente un 30%), Cataluña (29%) y Aragón (28%).
Andalucía y Canarias (22%), Murcia (21%) y Extremadura (20%) ocupan los últimos puestos, con un 22%, un 16% y un 18% de tasa de paro respectivamente.
Sin embargo, no se puede hablar de universitarios en su conjunto. Es necesario matizar y diferenciar a los titulados por colectivos. Los egresados en ciencias de la salud son los que más posibilidades tienen de encontrar un empleo relacionado con su campo. Son aproximadamente el 12% de los titulados españoles, y su tasa de afiliación en la Seguridad Social supera el 70%, según los datos del Ministerio de Educación. El contraste es notable si comparamos los datos con las cifras de los licenciados en las carreras de la rama de ciencias sociales y jurídicas. Son el 54% del total de estudiantes, pero su tasa de afiliación no llega al 65%. En el último puesto del ranking se encuentran las artes y las humanidades. Los titulados representan el 7% del total, y su tasa de afiliación es la más baja, un 48%, según los datos del citado informe.
Para algunas de estas carreras, las cifras mejoran con el paso del tiempo. El Ministerio de Cultura explica que cuatro años después de finalizar los estudios, las tasas de afiliación más altas las tienen los informáticos y los trabajadores de la salud. Se mantienen también dentro del grupo de titulaciones cuyos graduados alcanzan mejores tasas de afiliación, las ingenierías, las carreras relacionadas con la administración y la gestión de empresas, así como las de formación de personal docente, aunque con un leve empeoramiento. Las peores tasas se mantienen en las facultades de humanidades y artes.
Así como tener una titulación o grado superior repercute en una mayor posibilidad de encontrar trabajo, también lo hace en el tipo de condiciones laborales. Los titulados universitarios tienen empleos a jornada completa y una menor temporalidad. Según el informe CYD, en 2014 trabajaba a tiempo parcial el 12% de los empleados con titulación, mientras que el porcentaje de trabajadores, sin titulación superior, que no contaba con la jornada completa era superior al 15%. Los ingresos también varían. En el año 2013, el salario mensual medio de los ocupados que contaban con un título superior era cercano a los 2.400 euros, mientras que el del resto de trabajadores no llegaba a los 1.900 euros.