Las puertas de la oficina se abren ‘a la vasca’
En 15 años, Salto Systems ha revolucionado el control de accesos y ha generalizado el uso de las tarjetas de radiofrecuencia en los edificios de medio mundo. El grupo guipuzcoano tiene más de 350 empleados en 24 países de cuatro continentes.
Algo tan cotidiano y tradicional como el oficio de la cerrajería puede convertirse también en un referente en innovación.
La localidad guipuzcoana de Oyarzun vio nacer en 2001 a Salto Systems, por aquel entonces una startup que solo contaba con 14 empleados dispuestos a dar una vuelta más a las cerraduras tradicionales.
Sus primeros hitos fueron los cierres autónomos e inteligentes alimentados por pilas. Con ellos se acabaron los cableados y las llaves al uso para dar paso a las tarjetas de radiofrecuencia, un invento ahora cotidiano y presente en los bolsillos de cualquiera que trabaje en una empresa con muchos empleados. “Desde entonces hemos instalado dos millones de puertas en más de 90 países”, recuerda Javier Roquero, uno de los fundadores y director gerente de la compañía.
Roquero y sus socios apostaron por el cambio, “proponiendo nuevas soluciones para la gestión de puertas y usuarios, desarrollando nuevas tecnologías para todo tipo de edificios e innovando desde una perspectiva internacional”, explica.
Han realizado proyectos para películas como la última ‘Misión imposible’
Sus comienzos no fueron sencillos: “La industrialización de un producto como el que habíamos desarrollado, cumpliendo con los estándares de calidad, así como su posterior comercialización, no era tarea fácil”, apunta. Y es que el sector aún no estaba preparado para el futuro que ellos presentaban.
Otro de los problemas vino cuando pretendieron construir una red de distribución y penetrar en el mercado. Asegura el director que “encontrar un socio país por país, región por región, fue una de las tareas más complicadas”. No se trataba solo de seleccionar al partner adecuado, sino de lograr su confianza y que apostara por una tecnología que en el año 2001 era totalmente novedosa.
Ahora, su actividad principal se centra en el desarrollo, fabricación y comercialización de sistemas de control de accesos, lo que incluye cerraduras electrónicas autónomas, lectores murales para puertas o accesos automatizados y herramientas que permiten la monitorización y administración de llaves y usuarios de un edificio.
Cuenta Roquero que han logrado desarrollar soluciones “flexibles y escalables, desde proyectos para pequeños comercios y pymes hasta trabajos avanzados para edificios e infraestructuras muy grandes”.
Pero no se quedan ahí. El diseño de sus productos permite que el control de las puertas se integre en otros sistemas de seguridad, como circuitos cerrados de cámaras. Sin duda, el portero perfecto. En base a este tipo de innovaciones, este año prevén facturar 95 millones de euros.
En Salto han hecho de la exportación su principal arma y desde el comienzo venden en el exterior el 95% de su producción. “Desde nuestros orígenes hemos tenido una vocación global, lo que nos ha ayudado a no depender del mercado doméstico”, cuentan.
De ahí que la crisis de los últimos años no haya tenido demasiado impacto en sus cuentas. Pero su imparable recorrido viene dado también por el constante crecimiento del segmento de las cerraduras electrónicas, que cada día reclama más y mejores soluciones.
“Tanto nuestros diseños y productos como nuestro modelo de negocio han girado siempre en torno a dos ejes: clientes e innovación”, asevera. Además, el éxito alcanzado en los procesos de I+D solo es posible gracias a “un equipo humano experto y apasionado por lo que hacen”, alaba Roquero.
Ahora hablan con orgullo de la tecnología que desarrollan en Guipúzcoa, “asequible en cuanto a uso y precio y específica para edificios donde el número de usuarios es elevado”.
Gracias a ella son un grupo internacional con más de 350 personas repartidas en 24 países: España, Reino Unido, Países Bajos, Francia, Italia, Suiza, Portugal, Alemania, Polonia, Dinamarca, Noruega, Finlandia, Suecia, Bélgica, República Checa, Hungría, Australia, EE UU, Canadá, México, Colombia, Singapur, China y Dubái.
Una multinacional formada por 20 empresas con un crecimiento anual sostenido. “Hoy tenemos capacidad de producción y logística para cumplir con todas las demandas, llegando a equipar 350.000 puertas al año con nuestros dispositivos”, destaca el fundador.
El proceso de implantación de alguno de sus productos y la relación con sus clientes tiene diversas fases. Comienza con la definición del proyecto e identificación de las necesidades del cliente. Después, los expertos de Salto se encargan de tomar datos y realizar una oferta. Una vez aprobado, se pasa a la instalación de las nuevas cerraduras y se colocan también los puntos online para crear una red basada en internet, tras lo que vendrá una formación para enseñar su correcto manejo.
Clientes de renombre
Las soluciones de Salto Systems gestionan los accesos de numerosos edificios de todo el mundo. Sus cifras dan buena prueba del calado de sus proyectos, y es que, cada día, unos 15 millones de personas acceden a un edificio gracias a sus productos.
Las puertas del aeropuerto de Heathrow en Londres, la sede central de la compañía telefónica T- Mobile en Viena, el hotel Waldorf Astoria de Utah o la Universidad de los Emiratos Árabes en Al Ain, donde se han instalado más de 10.000 puntos de acceso, son algunos de sus mejores ejemplos.
Más cerca, se han encargado de gestionar las entradas de la Ciudad de la Justicia y el metro de Barcelona. Hasta el nuevo estadio San Mamés de Bilbao ha sucumbido a los encantos de la compañía guipuzcoana.
Datos básicos
InnovaciónLas actividades de investigación han permitido a Salto Systems mantenerse líderes en el mercado. Además, gracias a ellas, su internacionalización ha sido un éxito. “Nuestra inversión en I+D equivale al 5% de nuestras ventas”, indica Javier Roquero.
También han contado con el apoyo del CDTI, “que nos ha aportado financiación sin coste y por la que hemos desarrollado proyectos que exigen una inversión muy relevante”, apunta.
FuturoEn Salto piensan ya en el incipiente mercado residencial. “Tenemos soluciones completas para instalación y gestión de nuestras cerraduras en el entorno doméstico, con apertura por medio de tarjetas o a través de una sencilla aplicación móvil”. Desde hace algunos meses, Prosegur comercializa este producto para el hogar.
De cineLa relación de la compañía con el mundo del cine es estrecha. Recientemente, se han encargado de recrear la estética de una habitación de un hotel de lujo para la nueva película Misión imposible: nación secreta, rodada en Reino Unido.
Anteriormente, ya habían participado en otros proyectos, como la serie Diario secreto de una call girl, The Gadget Show o el largometraje Gambit.