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Amazon pide una zona para poder entregar paquetes

Los drones buscan su propio espacio aéreo

"En 2025, cientos de millares de pequeños drones “navegarán por el cielo todos los días con control automatizado”, prevé el gigante del comercio electrónico Amazon

En 2025, cientos de millares de pequeños drones “navegarán por el cielo todos los días con control automatizado”. Así lo prevé el gigante del comercio electrónico Amazon, aunque señala que todos estos aparatos ni serán necesariamente suyos ni tienen por qué dedicarse a entregar paquetes. El líder del e-commerce en Estados Unidos ha propuesto a la NASA la apertura de una parte del espacio aéreo –entre los 60 y los 120 metros de altura– para poder llevar a cabo la entrega de pedidos a sus clientes a una velocidad que rondaría los 111 kilómetros por hora. Amazon quiere conseguir entregar paquetes a través de drones en un plazo de 30 minutos, explica el diario británico The Guardian. Solo los aparatos equipados con una tecnología que les permita volar de forma segura y autónoma podrían usar esta zona del espacio aéreo.

Además, la mencionada área de 60 a 120 metros de altura tendría por encima un pasillo adicional de 30 metros, hasta los 150, que actuaría como “parachoques entre los drones y los aviones convencionales, de carga o destinados al transporte de viajeros, mitigando así el temor al impacto con aviones tripulados o a posibles daños que puedan sufrir las personas en tierra”, informa la publicación.

Correos, por su parte, “no descarta” el uso de aeronaves no tripuladas con este mismo propósito, aunque se encuentra a la espera de una normativa que permita su uso en zonas urbanas. La empresa pública estatal está empezando a experimentar con drones en Zaragoza, para detectar irregularidades en la estructura de sus edificios y así proponer mejoras que permitan gestionar de manera más eficiente la climatización de sus instalaciones.

La Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), dependiente de Fomento, está desarrollando un marco jurídico –ahora en fase de valoración de alegaciones– para permitir el vuelo de estos aparatos en condiciones óptimas de seguridad. Este organismo explica que en la nueva normativa se contempla que puedan volar en “escenarios operacionales adicionales a los permitidos actualmente, entre ellos, las zonas urbanas”. Sin embargo, fuentes de AESA subrayan que esto solo se permitirá “en determinadas circunstancias”. Es decir, cuando las aeronaves tengan un peso máximo de 10 kilogramos, a una distancia de 100 metros del piloto y a una altura no superior a 120 metros. Además, esta entidad remarca que los vuelos deberán realizarse en zonas acotadas o a una distancia de seguridad de edificios y personas, “y siempre y cuando tengan los permisos necesarios y cumplan medidas adicionales específicas de seguridad, previa autorización de AESA”.

El Ministerio publicó ayer una serie de recomendaciones para que los drones sean usadas de forma responsable. No pueden volar en zonas urbanas, ni cerca de aeródromos, helipuertos o sobre aglomeraciones de personas (como playas o conciertos). Un uso indebido podría ser sancionado con multas de hasta 225.000 euros

Peligro de accidentes

Las alarmas han vuelto a saltar durante las últimas semanas, cuando un avión de la aerolínea alemana Lufthansa estuvo a punto de colisionar con un dron en el momento en el que realizaba las maniobras de aproximación al aeropuerto Chopin de Varsovia. El piloto de la compañía alemana alertó a la torre de control, desde donde se le dio la orden de modificar su trayectoria para evitar una colisión.

El pasado 22 de julio, asimismo, un Airbus A320 –de una aerolínea cuyo nombre no ha trascendido– pasó tan solo a seis metros por debajo de otra de estas aeronaves cerca del aeropuerto londinense de Heathrow. Las autoridades de aviación civil de Reino Unido (CAA, por sus siglas en inglés) explicaron que los pilotos “serán llevados a juicio si ponen en riesgo la seguridad de los aviones”. Esta entidad ha registrado otros seis incidentes similares en los doce últimos meses en las inmediaciones de diferentes aeródromos británicos. El máximo responsable de CAA, Tim Johnson, señaló que “los usuarios de drones deben tener en cuenta que, al despegar, entran en una de las zonas de más tráfico aéreo en el mundo”. Así, la autoridad destaca que deben ser conscientes de la regulación en vigor.

Preguntadas por las posibles consecuencias del impacto de un dron sobre un avión comercial, fuentes de AESA aclaran que estas dependerían del tamaño de la aeronave no tripulada, del punto de impacto y de la velocidad relativa de ambos aparatos, aunque remarcan que la colisión “podría llegar a ser significativa”.

A día de hoy, 419 son los operadores autorizados para hacer volar drones en España, entre los que se encuentran empresas como Endesa, Ferrovial, Gamesa u OHL. La normativa vigente fue aprobada por el Gobierno en julio de 2014.

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