Una incubadora sólo para negocios gastronómicos
Las incubadoras pueden ayudar a que una startup se lance al mercado con garantías de éxito y con un plan de negocio claro. La gastronomía en España tiene grandes adeptos dentro y fuera de nuestras fronteras. Por ello, ha surgido una incubadora que se dedica en exlusiva a proyectos gastronómicos.
Las incubadoras de empresas se encargan de lanzar y aportar sostenibilidad a proyectos innovadores con posibilidades de éxito. No solo albergan espacios para las startups o emprendedores, sino que les asesoran y forman para poder establecer un buen plan de negocio que les reporte beneficios, así como estudiar su viabilidad y encontrar vías de financiación. Por ello, cada vez son más las startups que optan por una incubadora a la hora de poner en marcha un negocio.
Por otro lado, la gastronomía es una de las grandes apuestas en España. La buena materia prima y la tradición de la cocina española son un referente a nivel mundial que también se aprecia dentro de nuestro propio país. Por eso, muchos proyectos emprendedores se están encaminando en este sentido, ya que permite asentarse en el mercado nacional y también expandirse internacionalmente.
Incubadora + Gastronomía = Eatable adventures
Uniendo estos conceptos, ha surgido una incubadora dedicada en exclusiva a la gastronomía. Entendiendo la cocina como una tradición, un oficio y una forma de entender la vida, esta incubadora pretende lanzar proyectos innovadores, creativos y con valores añadidos, dentro del negocio gastronómico. Eatable adventures es una estructura que, con su experiencia y la pasión por este tipo de modelo de negocio, pretende incubar proyectos diferentes, basados en la comida sana y hacia sistemas de producción sostenible.
Tres fases para lanzar un proyecto
Tal y como exponen en su página web, Eatable Adventures ofrece un proceso de tres fases para las startups. Acompañándolas desde el inicio hasta ser una realidad.
- La primera fase consiste en estudiar a fondo el producto o servicio que se va a ofrecer, así como el consumidor potencial. Este es el momento en el que se puede rectificar, asesorar y corregir las características del proyecto, para que termine siendo atractivo y estimulante para el público objetivo.
- En segundo lugar, se trata de diseñar el proyecto y la estrategia a seguir. Para ello, el objetivo de esta incubadora es que a través de un buen diseño y puesta en escena, el consumidor tenga cagas de probar el producto. Un buen emplatado del producto, pero también una beuna preparación de marketing y comunicación son claves para lograr el éxito.
- Por último, en la tercera fase es el momento de optimizar procesos y logística. Proveedores, procesos de elaboración, legalidad, logística, recursos humanos, finanzas, etc. para que el proyecto esté 100% optimizado en todos los sentidos.