Más ‘no’ a Europa en ReinoUnido
Puede que parezca un camino de rosas para aquellos que quieren que Gran Bretaña permanezca en la UE. Las encuestas reflejan que los votantes respaldan el status quo por un pequeño margen. Pero la corriente va en contra del Sí antes de un referéndum prometido para antes del fin de 2017.
La retórica anti-UE se arriesga a alimentarse del TTIP (Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos). Al Congreso de Sindicatos británico le preocupa su Solución de Controversias Inversor-Estado que, supuestamente, estimulará el comercio al reforzar los derechos de los inversores sobre los Gobiernos extranjeros. Pero, según los detractores, dará a las multinacionales demasiado peso y reducirá la capacidad legisladora de los Estados en medio ambiente o salud pública.
Los votantes de izquierdas pueden encontrar otras razones para el no. La severa tutela de Grecia y la continua austeridad es una de ellas. Otra es el enfado de los sindicatos ante las noticias de que Cameron podría buscar cláusulas de excepción a algunas leyes laborales regionales cuando intente renegociar la relación con la UE. El apoyo de algunos a la pertenencia se debilitará si Cameron logra concesiones que minen los derechos del trabajador. Los votantes de derechas también amenazan con inclinarse hacia el no. Los intentos de Cameron de renegociar el bienestar y la migración nunca parecieron capaces de incitar al núcleo duro de los euroescépticos a votar Sí. Pero el tipo de soluciones de compromiso consideradas en los círculos diplomáticos podrían ser insuficientes para convencer a los indecisos. Una de ellas es un esquema de la UE por el que los emigrantes de otros Estados miembros solo recibirán las prestaciones vinculadas al empleo que tengan en su país, aunque solo podría aplicarse un año. La medida fracasaría en el intento de aplacar a los preocupados por la inmigración de los países de la UE. Con tantas corrientes tirando hacia el no, el resultado de la consulta ya no es obvio.