Un espaldarazo al esfuerzo por la mejora y la excelencia
Atraer y retener talento, nutrirse de los líderes del mañana, alinear la estrategia, competencias y comportamientos empresariales o la difusión de los conocimientos y la experiencia de toda la organización son algunos de los objetivos que se marcan actualmente las empresas. Y para afrontar este reto, muchas compañías han mejorado la función de aprendizaje y formación con el fin de darle un papel estratégico.
Esta fue la apuesta de la petrolera española Repsol cuando puso en marcha, en 2008, el Centro Superior de Formación y que ahora se ve recompensada con la obtención de la acreditación Corporate Learning Improvement Process (CLIP) que concede la EFMD (European Foundation for Management Development), organización internacional líder en el desarrollo de la gestión empresarial con sede en Bruselas.
Repsol es la primera petrolera a la que se concede la acreditación CLIP y la cuarta compañía española, con BBVA, Gas Natural y Santander
El CLIP es una referencia internacional que reconoce el esfuerzo que las universidades corporativas están realizando para mejorar la gestión de sus procesos de aprendizaje y de desarrollo de las personas con una perspectiva estratégica. En el caso de Repsol, los programas máster, la formación técnica y las instalaciones del Centro Superior de Formación, situado en la localidad madrileña de Móstoles, han sido los puntos más valorados.
“Ha sido un proceso largo, de un año, en el que hemos tenido que preparar memorias, hemos recibido la visita de otras universidades corporativas, etc., y a la vez pasar un proceso de autoevaluación”, destaca María Jesús Blasco, directora del Centro Superior de Formación. Pero antes, “la solicitud de la acreditación nace dentro de un plan director de tres años que tenía por objetivo ser parte de la comunidad de las mejores universidades del mundo”, precisa Blasco.
La acreditación CLIP tiene una validez de cinco años y ha convertido a Repsol en la primera petrolera en conseguirla entre las 18 entidades en el mundo que la poseen, de las que cuatro son españolas: además de Repsol, BBVA, Gas Natural Fenosa y el grupo Santander. “Para nosotros ha sido casi una reválida. Asegurarnos mediante un contraste experto y de reconocido prestigio que lo que estamos haciendo va en la dirección adecuada. Es un compromiso con la mejora y con la excelencia”, enfatiza la ejecutiva de Repsol.
Itinerarios de formación
El Centro Superior de Formación se creó con el objetivo de constituir un espacio de aprendizaje, innovación y excelencia que acompañara a los empleados en su desarrollo a lo largo de su carrera profesional, aglutinando todas las actividades formativas ya existentes en la empresa. Desde el centro se diseñan las soluciones de aprendizaje para responder a los objetivos estratégicos de la compañía y al desarrollo de los trabajadores. “Desarrollamos itinerarios de lo que es la vida laboral de los trabajadores. Cualquier empleado puede acceder a una oferta de cursos pero sabe cuál es la que necesita en función del momento que está viviendo”, explica Blasco.
Para los nuevos profesionales, Repsol cuenta con varios programas máster en las diferentes áreas de actividad impartidos en colaboración con prestigiosas universidades internacionales. “Los estudiantes de estos programas reciben un contrato en prácticas que se convierte en indefinido si los superan”. Durante 2014 Repsol empleó a 49 jóvenes mediante esta modalidad.
“Lo que queremos es que todo lo que la gente aprenda en el centro lo aplique en el entorno de trabajo”, afirma la directora. “Cuando un empleado llega al centro tiene que aprender lo que la compañía espera de él. Y lo que nosotros tenemos que poner en práctica son programas que ayuden al empleado a entender qué es lo que se espera de él. No tanto contenidos como aplicación práctica”, subraya Blasco.
Una apuesta firme por la formación dual
Repsol cuenta con un ámbito de formación para la integración profesional en dos vertientes: para favorecer la empleabilidad de jóvenes, a través de la FP dual, y para integrar personas con discapacidad y con riesgo de exclusión, colaborando con FSC Inserta y Cruz Roja.
“Nuestra apuesta por la formación dual tiene una doble visión. Por responsabilidad social, porque realmente creemos en este modelo de formación, pero también porque a nosotros nos conviene”, asegura María Jesús Blasco.
En FP dual, la compañía colabora con este programa en Castilla-La Mancha, Murcia, Cataluña y Galicia, donde se encuentran sus complejos industriales de Puertollano, Cartagena, Tarragona y La Coruña, en los que los estudiantes realizan prácticas del ciclo de Química Industrial. A estas comunidades se han sumado recientemente Cantabria y Madrid. En total, la compañía contará este año 2015 con cerca de 200 jóvenes formándose bajo esta modalidad en sus centros de España.
Para impartir esta formación se ha creado una escuela de tutores, trabajadores todos de Repsol. “Tenemos en este momento una red de 600 personas que son formadores internos, no tenemos profesionales dedicados 100% a la formación. Lo que buscamos con el formador interno es que sea la gente que realmente está viviendo los problemas, incorporando la tecnología, aplicando los procesos de mejora continua... los que transmitan esos conocimientos a los empleados”, comenta la directora del centro.