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Lecciones de emprendimiento de una niña de once años

Una pequeña acción impulsada por el sueño de ayudar a otros niños a salir de la esclavitud laboral ha hecho de la historia de Vivienne una auténtica lección emprendedora. Con una gran idea, y la suficiente convicción, es posible sacar adelante un negocio.

Explotación infantil

La historia de la niña emprendedora de once años Vivienne Harr, que inició su propio negocio de venta de limonada con el propósito de recaudar dinero para acabar con la esclavitud infantil en el mundo, fue difundida originalmente en 2013. Desde entonces, como explica Nik Badminton en la revista Forbes, Vivienne ha pasado de vender limonada en su ciudad natal Fairfax, California, a distribuirla ya embotellada en los comercios, y en la actualidad tiene la intención de lanzar una nueva plataforma de crowdfunding para las donaciones a través de la aplicación STAND.

Resumiendo un poco, esta curiosa historia comenzó cuando, a los ocho años, Vivienne quedó sumamente impresionada por una foto de dos hermanos nepalíes que trabajaban duramente transportando pesadas piedras a través de una zona montañosa. Conmovida ante la difícil situación de tantos niños forzados a la esclavitud en todo el mundo, Vivienne tomó la determinación de montar un puesto de limonada casera cerca de su casa y vender día tras día hasta recaudar el suficiente dinero para liberar de esa terrible situación a 500 niños. Su objetivo eran 100.000 dólares, los cuales donaría a organizaciones benéficas para tal fin.

La historia se hizo eco en los medios de comunicación y sirvió de inspiración a muchas otras personas en Estados Unidos y por todo el mundo. En diciembre de 2013, el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, la invitó a vender limonada en Times Square. Al final del día, Vivienne había logrado recaudar 101.320 dólares. A pesar del frío, mucha gente se acercó a contribuir con la causa, y hasta hubo un empresario de Texas que le extendió un cheque por valor de 30.000 dólares por un vaso de limonada, ayudando así a Vivienne a alcanzar su propósito en cuanto a la cantidad de dinero. Por entonces, ya habían pasado 173 días desde que la niña inició su pequeño negocio.

No conforme con el resultado, no obstante, quiso seguir adelante en su empresa hasta completar los 365 días, y fue entonces cuando decidió convertir una causa en una empresa real llamada "Make a Stand". El 5% de las ganancias de cada botella de limonada que se comercializa va destinado a la fundación de la empresa, la cual financia organizaciones humanitarias como ‘Free the Slaves’ y UNICEF.

Recientemente, Vivienne ha anunciado que va a lanzar una nueva aplicación de crowdfunding a finales de este año para recaudar donaciones dirigidas a obras sociales. La app STAND permitirá la formación de toda una comunidad dinámica que contará con un medio para compartir imágenes y fotos e incitar así a la acción social y a la solidaridad de los usuarios, recaudando fondos para muy diferentes causas.

Si nos fijamos en el ejemplo de esta niña, cabría destacar tres consejos para toda persona que desee emprender un negocio o llevar a la práctica su proyecto:

  1. Ser valiente. Creer firmemente en ti mismo y en lo que eres capaz de hacer. Ese paso es vital para lograr cualquier cosa que te propongas.
  2. Ser persistente. No rendirse, porque de lo contrario nunca llegarás a saber de lo que verdaderamente eres capaz. Si uno confía en que su idea va a funcionar, es muy probable que así sea, y que ello le ayude a centrarte y enfocar sus esfuerzos. También va a ser necesario contar con el tipo de gente adecuada que te apoye, y más tarde encontrar los consumidores apropiados para tu negocio. Se trata de un esfuerzo diario.
  3. Atraer la atención del público por medio acciones. Al principio, tus ideas no siempre van a tomarse en serio, y no será hasta que avances hacia tu meta y puedas hacer ver tu progreso día a día, cuando los demás empezarán a creer en ti.

"¿Quién podría haberlo imaginado?, que un puesto de limonada en una esquina haya desembocado en un movimiento global y en dos empresas increíbles. En un comienzo se trataba de una pequeña acción, detrás de un sueño muy grande. Sabíamos que íbamos por buen camino, y eso nos hizo seguir adelante. Una promesa que Vivienne se había hecho a sí misma, y de ahí una movilización social y una compañía. STAND no se inició como un producto, sino que fue fruto de esa promesa”, declara el padre de Vivienne y CEO de STAND, Eric Harr. “Me ví obligado a dar el salto definitivo, movido por mi fe en el proyecto, y abandonar un puesto de trabajo fijo para perseguir este sueño. Fue la decisión más aterradora y loca de mi vida, pero también la mejor decisión. Ahora tenemos la oportunidad de trabajar en algo que nos encanta y salvar al mundo juntos ".

Por otro lado, el cofundador de Twitter Biz Stone ha decidido contribuir en la empresa convirtiéndose en presidente de STAND, "Yo creo en el triunfo de la humanidad, con un poco de ayuda de la tecnología. Pienso que STAND va a ser una de las aplicaciones más importantes que veamos en mucho tiempo".

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