Herrenhausen, antiguo palacio de verano, y sus jardines de estilo barroco son el principal atractivo de Hannover. El estilo salta a la vista: arbustos grandes, césped pequeño, árboles recortados formando figuras, estatuas blancas y líneas simétricas. Carlos Otiniano Pulido Escondido entre los parterres de Herrenhausen se encuentra el anfiteatro. El escenario es un paseo ancho y largo flanqueado por estatuas doradas. Los reyes se sentaban a ambos lados del proscenio mirando al público para saber si el espectáculo estaba gustando o no. El lugar se sigue usando para presentar obras de teatro y conciertos al aire libre. Carlos Otiniano Pulido La Columna de la Victoria, en la Waterlooplatz, recuerda la contribución de soldados hanoverianos al triunfo sobre las tropas de Napoleón en la batalla de Waterloo. La diosa elegida para reinar en las alturas es también un guiño a Victoria I de Inglaterra, perteneciente a la Casa de Hannover. Carlos Otiniano Pulido Durante la Segunda Guerra Mundial, la conexión histórica con Inglaterra llevó a engaño a los habitantes de Hannover. Mucha gente pensó que la Royal Air Force no se atrevería a atacar la ciudad. Pero los aviones aliados destruyeron casi todo el casco antiguo en varios bombardeos. Hannover quedó en ruinas como se observa en esta maqueta que se expone en el salón principal del Nuevo Ayuntamiento. Carlos Otiniano Pulido La ciudad debió de ser reconstruida casi por completo. El único edificio que se decidió dejar en ruinas como recordatorio de lo acaecido es esta iglesia del siglo XIV, Santa Águeda. En el suelo se ha pintado de blanco la zigzagueante línea de sombra que proyectó el sol a la misma hora y fecha en que se soltó la primera bomba atómica sobre Hiroshima, ciudad con la que Hannover está hermanada. Carlos Otiniano Pulido Así como Barcelona tiene en la arquitectura modernista de Gaudí uno de sus iconos culturales, Hannover tiene las nanas de Niki. Estas esculturas femeninas de formas voluptuosas y colores brillantes forman parte del paisaje urbano de la ciudad desde 1974. Carlos Otiniano Pulido El arte feminista y naíf de Niki de Saint Phalle puede apreciarse también en la gruta de Herrenhausen, cuyo interior decoró para la Expo de 2000 con espejos, vidrios de colores y canto rodado. La composición con mosaicos recuerda al Parque Güell de Gaudí. Carlos Otiniano Pulido De estilo gótico, el Alter Rathaus (antiguo ayuntamiento) dejó de usarse como consistorio en 1863 y hoy alberga el Registro Civil. Empotrado en la pared junto al portal, un rostro grotesco ahuyenta los malos espíritus. Carlos Otiniano Pulido El Neues Rathaus (nuevo ayuntamiento) es un palacio neorrenacentista levantado sobre 6.026 pivotes, ya que el terreno donde se asienta es pantanoso. A la distancia, un arquero de bronce apunta exactamente al asiento del alcalde. La estatua fue colocada ahí en 1967 para recordarle a las autoridades las consecuencias de actuar contra los intereses del pueblo. Carlos Otiniano Pulido El ascensor oblicuo del Neues Rathaus permite subir hasta la cúpula. Es una rareza técnica: inclinado en un ángulo de 17 grados supera los 43 metros de altura que hay hasta la terraza. Desde allí se puede observar toda la ciudad. Carlos Otiniano Pulido