“Quiero contribuir a sacar a España de este agujero”
"Si emprendes algo con miedo al fracaso, fracasarás"
Abel Matutes (Barcelona, 1977) tiene el espíritu empresarial y la política en los genes. Su padre, el empresario, político y exministro de Asuntos Exteriores durante el Gobierno de Aznar, le inculcó muchas virtudes y estas se vierten en una manera de actuar, como es la sencillez, la franqueza y la familiaridad. Continuador del grupo empresarial, en 2001 apostó por el Caribe y se trasladó durante dos años allí. Es el promotor de un nuevo concepto a través del Ushuaia Beach Hotel, el Hard Rock Hotel Ibiza o el Only You.
Pregunta. ¿Cómo entiende el liderazgo?
“En ‘El arte de la guerra’ aprendo de conflictos”
P. Después de esta crisis parece que asistimos a una auténtica falta de referentes, ¿qué valores debe priorizar el líder? R. Honestidad, ejemplaridad y sacrificio. Estas tres virtudes fueron apagándose y eso nos llevó a la mayor crisis que se recuerda.
P. ¿Cuál ha sido su mejor y su peor decisión?R. La mejor, meterme en la empresa familiar. Es sacrificado y durante mucho tiempo estuve luchando contra etiquetas, pero es muy gratificante trabajar para tus hermanas, primos, sobrinos, hijos. La peor decisión... Pues he cometido equivocaciones, pero ninguna demasiado gravosa para la empresa. No puedo destacar una como la peor en el tema empresarial; en el personal, hice algunas malas inversiones bursátiles cuando empezó la crisis y por cabezonería no retiré posiciones y perdí mucho más.
P. ¿Qué aprendió de todas estas experiencias?R. La crisis me ha enseñado a ser más prudente, y debería aprender, aunque no sé si esto lo he conseguido, a ser menos terco.
P. ¿Cuál es para usted el mejor libro de liderazgo? R. Realmente no es un libro de liderazgo empresarial, pero El arte de la guerra, de Sun Tzu, es una obra maestra sobre cómo afrontar conflictos, en este caso bélicos, pero con interpretaciones también para la vida diaria. Ya ser líder he aprendido de mi padre.
P. ¿Cómo distribuye su agenda? R. Evidentemente, no llego. Estoy el 30% del tiempo aproximadamente durmiendo; el 60%, trabajando, y el 10% restante intento dedicarlo a la familia en un día laborable. En fin de semana, los porcentajes de trabajo y familia se invierten, afortunadamente.
Respuesta. Lo entiendo como saber hacer un equipo, motivarles y alinear a toda la compañía para lograr el objetivo común. Eso es liderazgo para mí y he tenido la suerte de en parte heredar y en parte formar un buenísimo equipo. Un buen líder es el que consigue que la gente se identifique con el proyecto, y esto sucede en nuestra empresa.
P. ¿Dónde aprendió y adquirió estas habilidades de liderazgo?
R. En parte creo que nací con ellas, pero luego hay que intentar pulir defectos. Creo que tengo innato, heredado de mi padre, un don de gentes, facilidad para que la gente se identifique conmigo, pero también me he esforzado en saber delegar, en escuchar, cosas de las que seguramente adolecía y que son necesarias para no quemar a gente válida que te acompaña.
P. ¿Cómo maneja el corto y el largo plazo?
R. Tengo la suerte de estar en una empresa que no cotiza en Bolsa y que no ha tenido tensiones de liquidez, lo que me ha permitido siempre pensar en lo mejor para el largo plazo de la empresa, pero con la suerte además de que algunas de las medidas largoplacistas han sido rápidamente percibidas por el mercado, logrando objetivos en el corto y medio plazo. Pero la mayoría de las decisiones han sido tomadas en nuestra empresa con visión largoplacista.
P. ¿Qué importancia le da a la visión de futuro?
R. Es muy útil para los mandos intermedios y también para los superiores de la empresa, le doy muchísima importancia y sirve como guía en muchas ocasiones; cuando estás dudando entre dos decisiones diferentes, la que más se ajusta a la misión y visión de la compañía es por la que hay que apostar
P. ¿Y al sentido de misión?
R. La misión es fundamental para alinear toda la compañía, desde el escalafón más alto al más bajo.
P. ¿Tiene un modelo de líder?
R. Yo no pretende ser nadie más que yo. Un líder al que admiro es mi padre, y tengo muchas cualidades de él, pero luego somos diferentes en otras muchas cosas y sería un error tratar de ser su clon; por personalidades, él ejerce el liderazgo de una forma y yo de otra.
P. ¿Qué cualidades configuran a un buen líder?
R. Ejemplaridad, curiosidad, confianza, simplicidad, pasión, esas y otras muchas. Pero, evidentemente, es muy importante la ejemplaridad, la cercanía, la confianza en tu equipo, la pasión en lo que haces.
P. En su trayectoria profesional, ¿cuál ha sido su reto más complejo?
R. Ha habido muchos hitos, pero seguramente el lanzamiento del hotel Ushuaia en Ibiza, con una inversión en un mal momento coyuntural y metiéndonos en un terreno que intuía fértil pero que para nosotros era desconocido
P. ¿Qué aprendió de esa experiencia y de la superación del fracaso?
R. No creo que sea un inconsciente, pero si emprendes algo con miedo al fracaso, fracasarás. No he empezado jamás un proyecto considerando el fracaso, siempre había tres planes por si no iba como se esperaba. Hemos rectificado proyectos, pero el fracaso como tal no lo contemplo.
P. ¿Cuáles son sus prioridades tras la crisis?
R. Crear valor, lo que antes era principalmente crear valor para la familia, con la crisis me ha dado una visión un poco más amplia. Me mueve también el aportar mi granito de arena para entre todos sacar a España del agujero.