El Gobierno baraja aprobar el Presupuesto de 2016 en julio
Rajoy podría convocar las elecciones para la última semana de noviembre La ley exige que 50 días antes de las elecciones las Cortes estén disueltas
Es muy probable que a estas alturas de la legislatura solo el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, sepa la fecha en la que prevé convocar las próximas elecciones generales. Sin embargo, algunos colaboradores próximos al jefe del Ejecutivo y fuentes oficiales de distintos ministerios comienzan a hacer cábalas y ya son cuatro las fechas más probables: 22 o 29 de noviembre y 13 o 20 de diciembre, estas dos últimas cuentan con menos opciones por su cercanía con la Navidad y porque la campaña electoral coincidiría con el macropuente de la Constitución.
En cualquier caso, sea la fecha que sea la que elija el presidente para la cita con las urnas, lo cierto es que el mandato de Moncloa al resto del Gabinete es claro: los presupuestos deben estar aprobados de manera definitiva antes de que tengan que disolverse las Cortes. Y esto, teniendo en cuenta también la última pista dada por el presidente –“gobernaré hasta el último día de la legislatura”– significa adelantar aproximadamente dos meses el calendario presupuestario tradicional.
Así, en un ejercicio sin elecciones a la vista en otoño, lo habitual es que antes del 30 de junio se apruebe el techo de gasto, una cifra que no es baladí, ya que ha de servir de referencia a los Gobiernos de los tres niveles administrativos (Estado, comunidades autónomas y ayuntamientos) para diseñar sus presupuestos para el año siguiente. Cumplido ese trámite, lo tradicional hasta ahora era que un mes más tarde, en el último Consejo de Ministros de julio, se presente el cuadro macro con el que se elaborarán las cuentas públicas y ya en septiembre se procede a la aprobación del Presupuesto y su remisión al Congreso antes del día 30 de ese mes. A partir de entonces, se iniciaba la tramitación parlamentaria de la ley más importante que ha de elaborar el Gobierno cada ejercicio, con el fin de que fuera aprobada definitivamente antes de fin de año.
Teniendo en cuenta que la legislatura concluye precisamente en esas fechas, a finales de este 2015 o como tarde en enero de 2016, cumplir ese calendario es harto difícil. La ley obliga a que 50 días antes de que los ciudadanos acudan a votar las Cortes permanezcan disueltas, esto es, a partir de mediados de octubre no habrá actividad alguna ni en el Congreso y ni en el Senado.
El anterior presidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero ya optó por prorrogar los Presupuestos de 2011 cuando decidió convocar las elecciones generales el 20 de noviembre de ese año. Y eso tuvo como consecuencia que cuando llegó el PP al poder, lo primero que hizo fue elaborar unas cuentas públicas propias para 2012, en lugar de aplicar las prorrogadas. De esta forma, Montoro será el primer ministro de Hacienda de la democracia que en una sola legislatura elaborará cinco presupuestos: 2012, 2013, 2014, 2015 y 2016.
Como la orden de Moncloa es clara, la maquinaria se ha puesto a trabajar para acelerar todo este proceso el máximo posible. Fuentes oficiales apuntan que el próximo viernes 10 de julio el Consejo de Ministros aprobará con toda probabilidad el adelanto de la rebaja del IRPF prevista para enero de 2016 a este mes de julio, la cifra de techo de gasto y el nuevo cuadro macro con la actualización de la previsión de crecimiento que pasa del 2,9% para este año y el que viene al 3,3% en 2015 y al 3% en 2016.
Y con todas esas variables, los ministerios ya podrán terminar de cerrar sus cuentas para el próximo ejercicio, ya que, tal y como admitió el viernes la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, el Ejecutivo lleva trabajando en este asunto desde hace tiempo, “a la espera de la decisión final que adopte el presidente”.
El siguiente paso será aprobar en Consejo el presupuesto, algo que está previsto para el viernes 31 de julio o primeros de agosto, como tarde, con el objetivo de que ya ese mismo mes se pueda remitir el texto al Congreso de los Diputados. Este hecho también es excepcional, puesto que ni julio ni agosto se consideran hábiles para las Cortes y solo en casos excepcionales se celebran comparecencias o comisiones, previo acuerdo de la Mesa del Congreso. Sáenz de Santamaría también confirmó el viernes que el Gobierno ya ha hablado con ambas Cámaras para articular que los presupuestos puedan iniciar su tramitación en pleno descanso estival. Todo pues listo a la espera de la orden de Rajoy.