Presidente de empresa por un mes
"Se trata de que adquiera un alto grado de responsabilidad" En septiembre optará a dirigir el grupo a nivel mundial
Nueve de la mañana. La sede central de Adecco en Madrid, en Pozuelo de Alarcón, está a pleno rendimiento. El verano es temporada alta en esta empresa de recursos humanos. El presidente, Enrique Sánchez, sevillano de 48 años, toma uno de los primeros cafés de la mañana. No está solo en su despacho: desde el día 8 de junio, y hasta el próximo miércoles, le acompaña Héctor Recio, toledano de 23 años y alumno de Ingeniería Aeroespacial, seleccionado para ejercer como presidente de Adecco durante un mes, en virtud al proyecto CEO por un mes, integrado en el programa Adecco way to work. Se trata de una iniciativa mundial que pretende brindar una oportunidad laboral a un joven de 34 países, de los 60 en los que está presente el grupo.
Héctor viste chaqueta, Enrique va en mangas de camisa. “Digamos que estos días estoy liberado, ya que es él quien dirige la empresa”, afirma Sánchez, que ha trasladado su ocupada agenda a este joven, con el que ha realizado vuelos domésticos y hasta ha viajado a México y Chile. “Se trata de que aprenda cómo funciona una empresa desde arriba, a tener claro las líneas de negocio, a adquirir un alto grado de responsabilidad”, señala el titular de la plaza. Para Héctor, la experiencia está siendo rica en vivencias y lo que ha aprendido en estos días de intensa convivencia, lo resume en una frase de Enrique:“Una persona brilla en función de las personas que brillan a tu lado. Solo puedo decir de él que es generoso, muy cercano, y eso es algo de agradecer en el máximo responsable de una empresa”.
Entre un millar
Héctor Recio fue elegido entre más de 1.200 universitarios que se inscribieron en el programa CEO por un mes. Los ocho semifinalistas tuvieron que preparar un mitin ante cientos de empleados de Adecco. El comité de dirección tuvo la última palabra.
La agenda de este muchacho, con ganas de comerse el mundo, es intensa, repleta de reuniones, con tiempo previo para preparar todos los temas que se han de abordar en ellas. “Hay tensión, tienes que estar muy pendiente de lo que dices, de todos los detalles, esto es un gran máster”, señala Héctor. Asu lado, pendiente de lo que dice, Enrique asiente: “Creo que es una gran iniciativa dar la oportunidad a los jóvenes, que son el futuro, los que van a liderar las empresas y la sociedad, y es bueno que tomen contacto con la realidad, además es positivo trabajar con las nuevas generaciones que tienen otro punto de vista diferente al nuestro”. Entre esas nuevas enseñanzas, apunta, el dominio de las redes sociales y de los idiomas, además de la sencillez en la forma que tienen de resolver los problemas. “Es importante preguntar a los demás, son mucho más directos y claros en la toma de decisiones”, afirma Sánchez.
Tras una mañana de reuniones, de trabajo en equipo, Enrique y Héctor almuerzan juntos, a solas o en compañía de otros. Los fines de semana, salvo cuando están de viaje, son sagrados. “Es importante tener un buen balance en la vida y disfrutar”, añade el primer ejecutivo.
Cuando queda una semana para finalizar, Héctor afirma que este programa formativo le ha cambiado la forma de entender el mundo de la empresa. “Pensaba que tenía un componente mucho más matemático y he visto que lo emocional es importante”, explica este joven, al que le gustaría asumir un puesto de responsabilidad en un futuro, y asegura que el tema de la conciliación es incompatible con el cargo de máximo responsable de una compañía. En sus tiempos muertos, pocos, afirman ambos, salen a correr e incluso hablan de fútbol, del Atlético de Madrid.
Generar confianza
La experiencia de Héctor Recio puede que no acabe el próximo miércoles. Este joven opta a convertirse en presidente mundial del grupo y competirá en una selección mundial. El próximo 1 de septiembre se anunciarán los nombres de los diez finalistas que optarán a este puesto. Diez días más tarde se anunciará el nombre del joven elegido para trabajar codo con codo, desde el día 15 hasta mediados de octubre, con el presidente mundial, Alain Dehaze.
Opciones tiene, asegura Enrique Sánchez, al que le llamó la atención el hecho de que un ingeniero aeroespacial pudiera trabajar a su lado. “Me fié de él porque vi que era muy responsable, es brillante y me gusta que sea una persona honesta y ambiciosa, y está conociendo lo que es una cuenta de resultados, un plan de marketing...”, asegura el tutor. Este, por su parte, define al maestro como una persona accesible, que genera confianza y que siempre está a disposición del equipo. Es algo que ninguno de los dos olvidará a lo largo de sus carreras.