Tsipras cierra la Bolsa e impone control al capital
Las entidades financierar cerrarán mañana, según el CEO de Piraeus Bank Podrían adoptar una decisión sobre restricciones en las transacciones
El Gobierno griego de Alexis Tsipras, que llegó al poder en las elecciones del 22 de enero, vive sus horas más críticas. Tras anunciar una convocatoria de referéndum para el próximo domingo, hoy se ha visto obligado a imponer el cierre de los bancos y la Bolsa.
Las entidades financieras helenas permanecerán al menos los próximos seis días laborables sin atender a los clientes. Además, el Banco de Grecia ha propuesto aplicar restricciones a las operaciones bancarias. El primer ministro griego ha anunciado estas medidas en un mensaje a la nación, el segundo en un fin de semana frenético, en el que ha acusado a sus socios europeos de intentar combatir “el mandato democrático del pueblo griego”.
Tsipras ha afirmado que la decisión del BCE de mantener intocable el importe del ELA, línea de liquidez de emergencia para la banca griega, ha forzado el cierre temporal de los bancos y ha llevado al banco central heleno a proponer controles de capitales.
Está por ver en qué se concretan estas medidas, ya que Tsipras no ha explicado ni cuándo ni en qué forma se aplicarían las restricciones a las operaciones bancarias. El primer ministro heleno intentó tranquilizar a los ciudadanos griegos al afirmar que “los depósitos están totalmente garantizados” y que se pagarán las pensiones y los salarios públicos.
El cierre forzado de los bancos llega tras un fin de semana en el que las colas ante los cajeros automáticos en Grecia han sido una imagen repetida por todos los rincones del país. Según medios locales, la retirada de dinero de las entidades financieras helenas habrían ascendido en estas 48 horas a entre 600 y 700 millones de euros.
Con la ayuda de emergencia a la banca (ELA, por sus siglas en inglés) del BCE congelada, los bancos griegos habrían tenido muy complicado atender a las retiradas masivas de dinero de los depositantes. En los últimos nueve meses, los depósitos bancarios han caído en 37.320 millones, un 20%, hasta los niveles más bajos desde 2004. Las salidas de dinero se aceleraron en las últimas semanas dado el desencuentro creciente entre el Gobierno griego y sus acreedores.
Además, el Banco de Grecia ha propuesto aplicar controles de capitales. Tsipras ha dicho en la rueda de prensa que ha enviado una carta a las autoridades europeas pidiendo una extensión por unos días más del rescate. El primer ministro griego afirmó que si aceptaran su demanda, el BCE podría aumentar la liquidez de emergencia para las entidades financieras helenas, que se sitúa en torno a los 89.000 millones de euros.
Tsipras haba de chantaje
Tsipras ha indicado que “el rechazo de esta breve extensión del programa ha sido un acto sin precedentes para los estándares europeos y pone en tela de juicio el derecho de un pueblo soberano a decidir”. Con un tono duro, el primer ministro griego ha añadido que “la decisión no tiene ningún otro objetivo más que chantajear la voluntad del pueblo griego”.
El Ejecutivo heleno ha tomado la decisión de cerrar los bancos y empezar a preparar controles de capitales a partir de mañana lunes después de reunirse con las principales entidades financieras del país en el marco del Consejo de Estabilidad Financiera. En este foro participan el ministro de Finanzas, Yanis Varufakis; su número dos, Dimitris Mardas; el gobernador del Banco de Grecia, Yiannis Stournaras; el presidente de la Asociación de la Banca Griega; el presidente del fondo de rescate HFSF, y el presidente de la Comisión del Mercado de Capitales.
Tampoco la Bolsa griega abrirá mañana. La semana pasada, el Ase, principal indicador de la renta variable helena, avanzó un 16%, su mayor incremento desde 2012, por las expectativas de un acuerdo que ahora parece más lejos que nunca.