La discordia entre marcas y tiendas

Pocas actividades son tan pujantes en España como la distribución minorista. Y no solo en lo que se refiere al marketing, la aplicación de tecnologías avanzadas o las fórmulas de venta y atención al cliente. Las tiendas españolas, desde los grandes almacenes hasta los supermercados más pequeños, saben que la innovación de productos es también uno de sus grandes valores. Sin embargo, un significativo se ha suscitado en estos momentos entre las marcas productoras y los distribuidores a cuenta de la innovación. En realidad, la discrepancia entre productores y distribuidores sobre los nuevos lanzamientos es un asunto recurrente, pero que se ha calentado ahora en torno a las negociaciones sobre el código de buenas prácticas, que tiene que ver la luz este año. Las marcas señalan a los establecimientos por no dar espacio a sus nuevos productos y dejárselo a la marca propia, mientras los distribuidores defienden su libertad de decisión sobre los surtidos. Lo cierto es que, según Nielsen, menos de la mitad de los consumidores compra las innovaciones en cuanto salen al mercado. Y también que, sin apoyo, de las tiendas es muy difícil ganar mercado; de hecho, tres de cada cuatro lanzamientos fracasan. La verdad es que el éxito de un producto es positivo para las dos partes, por eso la mejor estrategia para marcas y distribuidores es coordinarse y trabajar juntos.