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Columna
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Unas normas imperfectas

Unas reglas maquilladas pueden ser eficaces. Afortunadamente, las normas del Banco de Inglaterra sobre remuneración a los banqueros deberían tener éxito en su objetivo de hacer a estos más responsables de las decisiones que toman.

Tras un año de consultas, las normas publicadas contienen cuatro plazos diferentes sobre la remuneración variable. La más estricta es una disposición que permitiría a los reguladores hacer que los altos directivos tarden hasta 10 años en recuperar su salario Esta es aplicable si la entidad está siendo investigada por mala conducta.

Hubiera sido mejor si el banco central británico se hubiera decidido por periodos de aplazamiento y de reintegración incluso más prolongados. La literatura académica, incluyendo un documento del Banco Internacional de Pagos, señala que los ciclos financieros son diferentes a los económicos a los que los bancos no podrían estar vinculados. Los ciclos financieros, asegura el BIS, por lo general duran de 15 a 20 años. Así que es muy posible que no todas las ganancias mal logradas de los jefes de los bancos puedan estar sujetas a ese aplazamiento.

Sin embargo, el nuevo régimen del Banco de Inglaterra es una gran mejora en el status quo. Hay otros dos cambios de sentido común. Desde el comienzo del mes que viene, los gerentes responsables cuando un banco es rescatado en el Reino Unido no podrían recibir bonus. En segundo lugar, no se permitirá a los directores no recibir una compensación variable. Eso es sensato porque da a los consejeros no ejecutivos un grado de desapego que debería fomentar una mejor toma de decisiones.

Puede que un grado de maquillaje fuera inevitable. La institución quedó atrapada entre la comisión parlamentaria de Reino Unido y los grupos de presión a favor de las entidades. En conjunto, las nuevas normas hacen que Reino Unido parezca mucho menos susceptible para los jefes bancarios fraudulentos o despreocupados.

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