Rajoy acelera unas cuentas con un mayor contenido social
El Gobierno está acelerando los trámites para presentar los Presupuestos para 2016. Las cuentas tendrán un mayor contenido social e incorporarán incentivos para rentas bajas.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, trabaja con distintos escenarios, pero tiene claro que la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado para 2016 deben ser una suerte de carta de presentación electoral para los comicios generales que, previsiblemente, se celebrarán el próximo noviembre. A pesar de que la senda de consolidación fiscal resulta exigente, tal y como se encargó de recordar ayer el Banco de España, Moncloa ha trasladado la orden al Ministerio de Hacienda de analizar el margen presupuestario que permitiría aplicar medidas adicionales por el lado del gasto y de los ingresos.
El Ejecutivo de Mariano Rajoy pretende que las cuentas del próximo ejercicio tengan un claro componente social y que incluyan medidas para favorecer a las familias. Fuentes del Gobierno señalan que está en estudio la posibilidad de acelerar todos los trámites presupuestarios. Moncloa baraja la posibilidad de presentar en julio el Presupuesto al Congreso y habilitar el parlamento los meses de verano. Así, cabría la posibilidad de aprobar las cuentas para el próximo año antes de las elecciones. En cualquier caso, ello obligaría a apurar todos los trámites y no resulta sencillo.
Hacienda estudia la viabilidad de elevar el mínimo exento en el IRPF y bajar más los tipos impositivos
Otra opción es presentar el Presupuesto en el Congreso sin llegar a aprobarlo. Se opte por una u otra opción, la realidad es que las cuentas del próximo ejercicio tendrán un carácter expansivo en partidas afectas por la austeridad en los últimos años. El Ejecutivo hará hincapié en medidas de carácter social. En este sentido, es una buena referencia lo sucedido en la Comunidad de Madrid, donde la candidata del PP y presidenta, Cristina Cifuentes, anunció en su investidura una batería de medidas para las familias y rentas más bajas.
El apartado fiscal será uno de los protagonistas. El Presupuesto para el próximo año reflejará la segunda fase de la reforma fiscal que entró en vigor este año y que supuso la rebaja del IRPFy del impuesto sobre sociedades. En total, Hacienda estima que la reforma tributaria inyectará 9.000 millones a la economía. Sin embargo, el departamento de Montoro plantea reducciones adicionales. Se estudia la viabilidad de ampliar los mínimos exentos, especialmente para los contribuyentes con hijos, y reducir más los tipos impositivos, sobre todo en los tramos más bajos.
La revisión al alza del PIB servirá para justicar un mayor gasto
El Consejo de Ministros aprobará el techo de gasto, es decir, el límite de los presupuestos de 2016 el próximo viernes. En ese momento, también se calcula la previsión de ingresos del próximo año y, por lo tanto, este trámite resulta vital para comprobar hasta qué punto tiene margen el Gobierno para bajar más los impuestos y elevar determinadas partidas. En el ámbito fiscal, el Gobierno también baraja establecer nuevos incentivos a las pensiones privadas que complemente la prestación pública. Esta idea, que se estudia en un contexto en el que el Banco de España alerta de que la cuantía de las pensiones caerá en el futuro, ha sido sugerida por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
Por otra parte, el jefe del Ejecutivo señaló que la intención es devolver a los funcionarios la paga extraordinaria que se eliminó en el año 2012. La Administración central y también algunas comunidades y ayuntamientos ya reintegraron a principios de año el 25% de esta paga. “En la medida en que la recaudación y los Presupuestos lo permitan”, el Gobierno devolverá ese dinero a los empleados públicos.
Si bien el Gobierno siempre ha defendido que la prioridad es la reducción del déficit público, la mejora de la economía y, por lo tanto, de los ingresos públicos, ofrecer mayor margen. Además, el Ejecutivo revisará al alza las previsiones de crecimiento económico del PIB el mismo día en el que presentará el techo de gasto. Ello servirá para justificar un incremento mayor del gasto.
El Ejecutivo prepara otra revisión al alza del PIB
El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, anunció que el Gobierno va a actualizar sus previsiones macroeconómicas el 3 de julio, coincidiendo con la presentación del techo de gasto, a la vista de que el PIB está creciendo por encima de lo estimado por el Ejecutivo.
De Guindos, a su llegada al Eurogrupo extraordinario para tratar las negociaciones con Grecia, indicó que el crecimiento de la economía española “está siendo superior a lo que proyectaba” el Gobierno, después de conocer también que, según el Banco de España, el PIB creció un 1% durante el segundo trimestre del año, a un ritmo superior al de los tres meses anteriores.
De hecho, el ministro reiteró que la economía española, en tasas anualizadas, está creciendo a un ritmo cercano al 4% y que la creación de empleo está siendo “muy intensa”. Las últimas previsiones del Gobierno, incluidas en el Programa de Estabilidad y Crecimiento remitido a Bruselas a finales de abril, contemplaban un crecimiento del PIB del 2,9% tanto en 2015 como en 2016, mientras que la tasa de paro se fijó en el 22,1% este año y en el 19,8% el próximo. Por su parte, el Banco de España ha destacado, en su último boletín económico publicado este jueves, que pese a la aceleración del PIB en el segundo trimestre hasta el 1%, una décima más que en el trimestre anterior, se podría observar una pauta de “cierta contención” en la segunda parte de 2015.
Así, explica que el crecimiento intertrimestral del 1% del segundo trimestre situaría la tasa interanual en el 3,1%, lo que supone un “elevado ritmo de crecimiento” acompañado de “una rápida creación de empleo”.
Los salarios reaccionan más a la bonanza que a la crisis
El Banco de España ha analizado en su último informe la capacidad de reacción de los sueldos en España en los distintos momentos económicos vividos entre 1987 y 2013. Y concluye que existe cierta rigidez, al menos, mayor que en otros países. Este análisis dice que en España “los salarios tienden a descender en términos reales (una vez descontada la inflación) cuando sube la tasa de paro, y aumentan en las épocas en las que la tasa de desempleo se reduce”.
Si bien, esta reacción procíclica no es igual en todas las partes del momento económico. Es más, este organismo asegura que “la reacción de los salarios en épocas recesivas es inferior a la que se observa en expansiones”. Así, los salarios reaccionan más a las épocas de bonanza que a las de crisis.
Según este estudio, cuando en España la tasa de paro aumenta un punto porcentual, los salarios reales reaccionan con una bajada del 0,24 %, mientras que en una época de expansión se observa una mayor respuesta cíclica de los salarios, con incrementos de entre el 0,38% y el 0,48%, en función del nivel de desempleo. Esto significa que a medida que la recuperación se intensifica y la cantidad de paro se reduce, los salarios crecen con más intensidad.
Esta respuesta cíclica de los salarios es mucho mayor en otros países como Estados Unidos, Alemania, Italia o Portugal, donde a un incremento de un punto en la tasa de paro es un recorte salarial que suele superar el 1%. Esta elasticidad es aún mayor en el Reino Unido, donde la contracción retributiva puede llegar al 2%.