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Entrevista a Oscar Flores, CEO de la startup acelerada por Wayra

Genomcore o cómo mejorar la salud analizando el ADN

El análisis genómico se presenta como una de las mayores revoluciones en el sector de la salud en la próxima década, pero aún son muchos los interrogantes que cuestionan este campo. ¿Cómo interpretar la información contenida en nuestro genoma? ¿Cómo pueden los profesionales sanitarios lidiar con el ingente volumen de datos generados? ¿Cómo poner a disposición de los pacientes una información extremadamente sensible sin afectar a su privacidad? Oscar Flores, CEO de Genomcore, explica cómo la empresa nació para dar respuesta a todas estas cuestiones.

¿Qué es Genomcore y qué problema resuelve? 

El objetivo de Genomcore es crear el marco logístico, legal y tecnológico necesario para que cualquier persona pueda acceder de forma segura e informada a su propio ADN, siempre manteniendo total control sobre esta información, sin trucos ni letra pequeña. En un par de meses lanzaremos nuestro servicio de secuenciación personal, donde el cliente particular podrá obtener su genoma o el de sus hijos para acceder a una cartera de diversos servicios de prevención, medicina personalizada o nutrigenómica, entre otros. El segmento profesional encontrará en nosotros un canal seguro, escalable y eficiente en costes para ofrecer productos o servicios personalizados e innovadores.

¿Qué diferencia a Genomcore de otras empresas que prestan servicios de análisis genético al consumidor final?

Existen varios servicios de genómica en el mercado que se basan en el genotipado parcial mediante microchips de ADN, una tecnología de bajo coste que permite analizar un subconjunto determinado de marcadores a baja resolución. En nuestra experiencia, estas tecnologías limitan el alcance del análisis del ADN en tanto que no permiten obtener una visión completa del genoma del paciente. En Genomcore ofrecemos a nuestros clientes la secuenciación completa de su genoma, una apuesta de futuro mucho más rica y compleja.

Un genoma humano entero contiene unas 3,500,000,000 letras, más de 500 gigabytes de información, ¿cómo afrontáis el trabajar y almacenar tanta información?

Sin duda este es el gran reto de la genómica del futuro: la gestión segura de enormes volúmenes de información. Esto es un problema que queda lejos del know-how de médicos, biólogos o de los investigadores biomédicos. Afrontar este problema requiere una aproximación multidisciplinar. Yo mismo soy Ingeniero Informático y Doctor en Biomedicina. Durante 6 años fui investigador del programa conjunto para la biología computacional entre el Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona (IRB Barcelona) y el Barcelona Supercomputing Center – Centro Nacional de Supercomputacion (BSC-CNS). El equipo de Genomcore está formado por ex-investigadores de centros de excelencia como el Centro Nacional de Análisis Genómico (CNAG) o el Centro de Regulación Genómica (CRG), entre otros. Sin duda debemos entender el problema biológico subyacente, pero al mismo tiempo debemos crear herramientas, plataformas y canales que permitan el análisis computacional de esta gran cantidad de datos de forma eficiente.

La información necesaria para procesar y analizar el ADN del paciente es algo muy privado, ¿cómo protegéis esta información?

Se ha escrito mucho sobre los problemas de privacidad asociados al análisis genómico. Es verdad que ciertos servicios de genómica piden al cliente de forma más o menos opaca ceder sus datos para usos de investigación interna o externa, lo que puede suponer un problema de privacidad no deseado ni comprendido por el cliente. Nosotros creemos que la solución a este problema radica en una premisa básica: la información del genoma es y debe ser siempre del cliente, al que se debe ayudar e informar para que pueda gestionar esos datos de forma ética y responsable. No creo que sea una buena idea que una persona interprete las implicaciones derivadas de su carga genética sin una formación adecuada.

 ¿Cuáles son vuestros mayores retos a partir de ahora y como vais a superarlos?

Lo que Genomcore pone sobre la mesa es una revolución a nivel biomédico, pero también a nivel social. “La democratización del genoma”, lo llaman algunos. Plantear un proyecto así ya sería un reto en lugares como Silicon Valley, pero hacerlo desde Barcelona puede parecer, al gusto, una heroicidad o una temeridad. Pienso que nada más lejos de la realidad. Barcelona es un sitio excelente para iniciar este proyecto, con grandes centros de investigación, personal altamente cualificado y un ecosistema de emprendedores de primer nivel. Cierto es que existe una elevada aversión al riesgo, pero precisamente esto nos obliga a ser extremadamente innovadores en nuestro modelo de negocio y nuestra propuesta de valor, al mismo tiempo que metodológicos y eficientes en la implementación de nuestro proyecto.

¿Qué objetivos tenéis pensados para esta nueva fase? ¿Por qué habéis optado por Wayra?

A finales de verano lanzaremos nuestro servicio de secuenciación personal al mercado nacional. Contar con el soporte de Wayra, y por extensión de Telefónica, tanto en el proceso de desarrollo como en el de comercialización tiene un valor inestimable. Wayra entendió desde un primer momento la revolución que Genomcore propone y el beneficio social que esta conlleva. A pesar de ser una empresa muy joven, confió en nuestro equipo y nos animó a presentarnos en la Wayra Global Call 2015, donde competimos en el proceso de selección con empresas de todo el mundo. Entrar a formar parte de esta exclusiva academia es un gran orgullo a nivel personal y un reconocimiento público del enorme potencial de Genomcore.

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