Alianza histórica de aerolíneas para marcar el futuro del sector en la UE
La batalla entre aerolíneas de todo el mundo en los cielos europeos ha aterrizado en los despachos de la CE. La comisaria de Transportes, Violeta Bulc, tiene lanzada una revisión de la estrategia de la UE en materia de aviación, lo que ha promovido que las mayores compañías aéreas sumen fuerzas para influir en las políticas que salgan de este proceso a finales de año. Aerolíneas de Oriente Medio, como Etihad, también mueven ficha con agilidad para defender sus derechos de tráfico y preparar el terreno para futuras inversiones.
Esta mañana se presenta en Bruselas la opinión conjunta sobre el proceso de las cinco grandes: IAG, Air France-KLM, Lufthansa, Easyjet y Ryanair. Serán sus primeros ejecutivos, Willie Walsh, Alexandre de Juniac, Carsten Spohr, Carolyn McCall y Michael O’Leary, respectivamente, quienes expongan sus demandas en política aérea, consensuadas a través de un lobby que une a las mayores firmas tradicionales y low cost, enemigas acérrimas en lo comercial.
Fuentes cercanas al pacto ven probable una posición unitaria en materias como la regulación aeroportuaria, con el objetivo de evitar monopolios en las principales plazas, o sobre la estrategia de cielo único. Sin embargo, es previsible que no desde una postura unitaria puntos de vital importancia como las prácticas laborales o la creciente competencia de aerolíneas del Golfo, donde disienten.
Sobre la primera discrepancia, han sido sonadas las críticas, e incluso condenas en países como Francia, contra Ryanair por tener a una mayoría de sus asalariados bajo el estatuto laboral irlandés y trabajando en toda Europa. La empresa que preside Michael O’Leary defiende, al respecto, que opera bajo las normas de libre mercado de la UE y con estricto cumplimiento de la normativa laboral irlandesa y de la legislación europea sobre trabajadores de transportes.
Las cinco grandes pueden coincidir en políticas de cielo único y regulación de aeropuertos
En cuanto a la competencia de las aerolíneas del Golfo, tildada de desleal por los Gobiernos de Alemania, Francia, Holanda, Bélgica, Suecia u Holanda, la que se ha desmarcado claramente es IAG. Su consejero delegado, Willie Walsh, ha declarado públicamente que rivales como Qatar Airways, Etihad o Emirates operan en buena lid desde los aeropuertos europeos y que no se puede probar que estén siendo subvencionadas por sus estados. Se da la circunstancia de que Qatar se convirtió el pasado 30 de enero en primer accionista del holding que engloba a Iberia, British Airways y Vueling, con el 9,99% del capital.
Espacio fragmentado
La CE quiere poner fin a la fragmentación del espacio aéreo, objetivo que persigue sin frutos desde hace más de 15 años. Bruselas calcula que supone viajes más largos y costes extras anuales de 5.000 millones, además de generarse 18 millones de toneladas de CO2 evitables.
Antes de que las cinco grandes europeas vayan hoy de la mano, ha sido Etihad, la compañía de bandera de Emiratos Árabes, la que se ha postulado a favor de “un ambicioso y audaz programa líder de reformas” de la CE. La aerolínea pide políticas que promuevan la competencia, aborden las carencias en infraestructuras y abran la mano a la inversión de aerolíneas no europeas, así como su acceso al mercado.
Con el proceso de revisión de las reglas del transporte aéreo está en juego, por ejemplo, una mayor integración del sector, tras los intentos de Ryanair por hacerse con la también irlandesa Aer Lingus, frenados por la CE, o la citada entrada de Qatar en IAG, limitada al 10%.
También se espera mayor claridad sobre el marco en que operan las aerolíneas del Golfo, que suponen ya una seria alternativa para los viajeros europeos que vuelan a Asia sin necesidad de quintas libertades o permisos de los estados.
El reto de modernizar el sector
Violeta Bulc ha dejado claro desde que asumió el cargo de Comisaria de Transportes, el 1 de noviembre, que el sector aéreo europeo ocuparía gran parte de su atención. Su primer discurso lo dedicó a analizar la situación de una industria que, a su juicio, ha ganado competitividad, pero que aún tiene recorrido para adaptarse a la realidad del mercado.
El primer paso de Bulc para la modernización del sector ha sido una consulta pública, abierta a todas las partes interesadas (desde las aerolíneas a los consumidores), que concluyó el pasado viernes. Bruselas aprovechará esa información para revisar su estrategia a final de año, una iniciativa que el sector aéreo observa con mucha atención.
La comisaria ha hablado con ejecutivos de Lufthansa, Air France-KLM, Easyjet o Qatar Airways, y con patronales como AEA, IATA y con la Asociación europea de Pilotos.
Bruselas asegura que su estrategia sólo pretende garantizar el liderazgo de una industria que da empleo a 3,3 millones de personas en Europa y gestiona unos 28.000 vuelos diarios. Pero el sector prefiere estar muy encima de la iniciativa para que no se traduzca en medias que dañen su competitividad respecto a empresas de fuera del continente. La consulta sobre la estrategia, de todos modos, no ha abordado temas a menudo polémicos como los derechos de los pasajeros o la regulación de las ayudas de estado a aeropuertos y aerolíneas.