Cláusula suelo: qué bancos la tienen y cuáles la han quitado
Más de 40.000 hipotecas de Catalunya Caixa dejarán de tener cláusula suelo a partir de julio. Así lo anunció ayer BBVA, grupo en el que están integradas las antiguas cajas catalanas. Además, la entidad no incluye cláusulas suelo en los préstamos hipotecarios a consumidores desde abril de 2013. La tendencia del sector comenzó a cambiar a raíz de que en mayo de ese mismo año, el Tribunal Supremo declarara nulas las cláusulas suelo que no cumplían con los requisitos de transparencia.
A efectos prácticos, en su día, la sentencia acabó afectando a 400.000 hipotecas de BBVA, 90.000 de Novagalicia Banco y a alrededor de 100.000 de Cajamar. Tras conocer el fallo del tribunal, muchas entidades decidieron eliminar este requisito en los préstamos que comercializaban.
Y es que las entidades que vendían estas hipotecas con cláusulas suelo han ido disminuyendo desde 2013 hasta la actualidad, en la que ninguna vende hipotecas con este requisito. Según datos de un estudio del Banco de España, de la caída del euríbor, tipo de interés al que están referenciadas más del 80% de las hipotecas que se conceden en España, que llegó a tocar el 5,5% en octubre de 2008, su cota más alta, no se benefician más del 30% de las hipotecas constituidas hasta septiembre de 2009.
Estos préstamos tenían acotaciones a la baja o al alza; es decir, cláusula suelo o techo. De estas, el 72% son las que incorporan, simultáneamente, límites a la subida y la bajada del tipo. Por el contrario, las que solo limitan la bajada están en el entorno del 15%, y el resto (13%) lo hacen solo para la subida. Según este informe, el tipo medio del suelo se situaba en 2009 en el 3,12% mientras que el del techo estaba en 13,56%. Desde la Asociación Hipotecaria explican que, desde entonces no hay estadística de hipotecas con cláusula suelo porque cada vez hay menos préstamos con estas características.
Aunque son difícilmente cuantificables, las asociaciones de consumidores cifran en alrededor de dos millones las que quedan.
Se puede reclamar y que esta se declare la cláusula nula; de esta manera el cliente afectado podrá optar a la devolución de las cantidades cobradas de más, al menos desde mayo de 2013. Hay dos vías. Primera, la amistosa o extrajudicial, con lo que hay que acudir a la entidad bancaria y reclamar que se elimine la cláusula suelo. Y segunda, la judicial, que supone interponer una demanda contra la entidad que tendrá como misión que se declare la nulidad de la cláusula y que se devuelvan las cantidades cobradas de más.
Para ello, es posible acudir a un abogado o bien a asociaciones de consumidores. La mayoría de los juzgados que ha estudiado casos en los que se solicita la nulidad de las cláusulas suelo hipotecarias ha dado la razón al particular, pero el asunto está aún lejos de tener un criterio jurisprudencial unánime y hay tribunales que siguen reconociendo a los bancos su derecho a mantener un tope en la bajada del tipo de interés del préstamo.
Una de las resoluciones favorables a una entidad financiera se produjo en Navarra, en el Juzgado de Primera Instancia número 2 de Pamplona. El magistrado Juan Miguel Iriarte Barberena sentenció el pasado 29 de octubre que Banco Popular puede seguir aplicando una cláusula suelo que impone un tipo de interés mínimo del 3%, descartando la pretensión de una clienta que pretendía que se eliminase por completo y se le restituyeran las cantidades indebidamente pagadas.
Resistencia de las entidades
Los bancos se han resistido a quitar las cláusulas suelo a pesar de que es una tendencia que se está imponiendo. “Puede ser negativo para las cuentas de resultados de la banca española”, asegura Rafael Romero, director de inversiones de Unicorp Patrimonio. De hecho, según BBVA, partiendo de la actual cotización del índice de referencia mayoritariamente utilizado en esos contratos, euríbor a un año, la aplicación de esta medida comportará una reducción del beneficio neto después de impuestos en el mes de julio de 2,3 millones de euros.
Romero, por su parte, añade que “quitar la cláusula suelo tiene la ventaja de conseguir una mayor vinculación emocional con sus clientes, y esto puede ser muy interesante para la estrategia de la entidad en el medio y largo plazo”.