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Columna
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El paso atrás de Rupert Murdoch

Rupert Murdoch está impulsando su dinastía familiar dando un paso atrás. El octogenario magnate planea entregar el imperio mediático Twenty-First Century Fox en breve a sus dos hijos. Se espera que Rupert designe a Lachlan como copresidente junto a él, y ceda el principal papel ejecutivo a James. La salida del director de operaciones, Chase Carey coronaría la sucesión real.

Puede que los recientes acontecimientos hayan contribuido a la buena voluntad de Rupert para renunciar al trono. Calculó mal una oferta de 80.000 millones de dólares para comprar Time Warner año pasado. El conglomerado rival resistió con firmeza el avance y obligó a una retirada.

La decisión de no reformular la oferta o ir de forma hostil contra el dueño de HBO y Warner Bros. Studios fue un cambio con respecto al agresivo pasado del anciano Murdoch. Eso puede dar crédito a Carey, que se ha ganado a Wall Street domesticando las tendencias imperialistas de la empresa a favor de devolver el dinero a los accionistas en su lugar. Sin su presencia en el firmamento corporativo existe el riesgo de que los Murdoch pierdan su nueva disciplina.

La decisión de no reformular la oferta por Time Warner fue un cambio con respecto a su agresivo pasado

James, al menos, ha demostrado, en cierta medida, haber superado los gritos de nepotismo en 2003 cuando fue nombrado consejero delegado del operador de satélites británico BSkyB. Parece haberse quitado hábilmente de encima el escándalo de espionaje telefónico que estalló mientras él supervisaba los tabloides británicos involucrados y propiedad de la empresa hermana de News Corp. James incluso ha hecho algunos avances con los dueños de Fox que no se apellidan Murdoch y el príncipe de Arabia Saudí Alwaleed bin Talal, que apoya al 39% de la familia con su participación del 6,6%.

En 2013, una gran mayoría de los inversores minoritarios votó en contra de las propuestas de los hermanos para el consejo. Un año más tarde, después de que James hubiera sido nombrado codirector de operaciones y Lachlan copresidente, la oposición se redujo considerablemente. No es que el recuento de votos importe. Como la próxima coronación orquestada por Rupert indica, Fox será un feudo supervisado por los Murdoch.

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