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Tecnología, organización y buena elección de establecimientos

Cinco fórmulas con las que ahorrar en la cesta de la compra

Formulas de ahorro en la cesta de la compra

Hacer la compra, llenar la nevera, y/o cargar la despensa con víveres es una tarea que forma parte de nuestra rutina, ya sea diaria, semanal, quincenal, mensual… Las opciones para hacerla en cuanto a establecimientos, productos, marcas, precios o medios de pago son múltiples, pudiendo ahorrar al año 929,54 euros de media en la cesta de la compra según los datos de un estudio de OCU (Organización de Consumidores y Usuarios).

¿Qué hábitos pueden hacernos ahorrar?

1. Planificación de menú y lista cerrada para la compra

Saber qué vamos a comer y cenar durante una semana, permitirá saber de antemano qué ingredientes necesitamos y poder elaborar así una lista cerrada, con lo que acudir al supermercado. Aquí la tecnología “de bolsillo” puede ser utilizada y ponerla al servicio del ahorro y la alimentación saludable. Existen apps que permiten organizar un menú semanal –incluso acorde al menú del comedor del colegio de los niños por ejemplo- y que según las recetas elaboran una lista de alimentación, como por ejemplo Menuterraneos –con la que además se pueden obtener cupones descuento-, Mealboard, Mi menú saludable o la aplicación Organizy con la que elaborar la lista de la compra, poder asignarle un precio y así saber el presupuesto de la compra. Además organiza los alimentos por categoría de modo que el comprador no dé vueltas por el establecimiento y compre todo lo de la misma sección.

2. Elegir el establecimiento adecuado

Es esencial. Según un informe de la OCU, el precio es en un 70% de las ocasiones el motivo principal por el que se elige un establecimiento para realizar la compra, la cercanía y la variedad de productos son los otros dos motivos con más peso –66% y 59% respectivamente-. Según la localidad y la tienda, los precios pueden variar, habiendo por ejemplo una diferencia de 3.000 euros anuales si se hace la compra en el supermercado más caro de Madrid o si se hace en el más barato según los datos de OCU.

3. Di sí a los feos

Decir sí a los alimentos “feos” o que no responden a la perfección en aspecto a lo que deberían ser –por ejemplo zanahorias con dos puntas, cebollas deformes o calabacines retorcidos- y que de otra manera acabarían en la basura son una opción real y más barata. El movimiento ugly food aún en España no está extendido, pero en el parte de Europa sí. Pudiendo adquirir frutas y verduras que estéticamente no son perfectas a un precio 30% menor, así lo ha hecho Intermarché –la tercera cadena de supermercados más grande de Francia-, siguiendo una campaña a la que han llamado “Inglorious fruits&vegetables”, y que ayuda a llenar la cesta de la compra de una forma un 30% más económica en este tipo de productos.

4. Gestiona el tiempo a tu favor

El tiempo que se pasa en la compra difiere según el tipo de producto que se adquiera. En el caso de la comida y según el Estudio Observatorio Cetelem Consumo Europa 2015, en España invertimos 1h y 53 minutos de media para comprar alimentación y bebidas. Hay que utilizarlo a nuestro favor, si ya se tiene claro qué se necesita y dónde hay que comprarlo, el tiempo se reduce –según este mismo estudio el 37% de los europeos compran más rápido que antes fijándose únicamente en el precio-. En cambio el 40% de los europeos compran más lento que antes porque esperan a que haya ofertas especiales, y el 33% afirma que tarda más porque pone más atención en el origen y calidad del producto.

5. Impasibles ante el neuromarketing

Hay toda una ciencia, la neuroeconomía, encargada de estudiar y explicar las reacciones en el momento de la toma de decisiones del ser humano. Cada compra es una toma de decisión que hay que llevar a cabo y aquí las técinicas de marketing y el neuromarketing buscan hacer su trabajo para influir en la compra. Según palabras de Pedro Bermejo, doctor en Neurociencias y Presidente de la Asociación de España de Neuroeconomía en la mesa redonda organizada por Trustly en la pasada OMExpo, “el futuro de la economía pasa por optimizar las capacidades de toma de decisión, la neuroeconomía cambiará el modo de tomar decisiones”. El comprador se verá influido por estas técnicas, pero conviene que para potenciar el ahorro sepa estar en cierto modo impasible a ellas, ciñéndose al presupuesto y lista de la compra previamente elaboradas, evitando distracciones y sobre todo no cayendo en la compra de pequeños productos en caja –salvo que estén dentro de la lista-.

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