El día después: el poder territorial, en manos de los pactos
Candidaturas alternativas pueden gobernar en las tres mayores ciudades: Madrid, Barcelona y Valencia
Llega el día del análsisi de datos tras las elecciones municipales y autonómicas 2015. Los pactos pueden dejar al Partido Popular sin una gran parte del poder territorial que conquistó en 2011, meses antes de su abrumadora victoria en las generales. El fortísimo castigo al partido del Gobierno le deja sin un 29% de los votos, 2,5 millones menos, la mayor caída entre los grandes partidos, por encima incluso de IU (-26,6%).
Junto a la caía del PP, la otra gran novedad de los comicios es la irrupción de las candidaturas ciudadanas de izquierdas ligadas a Podemos. Ada Colau será, muy probablemente, alcaldesa de Barcelona al tener la lista más votada y un concejal más que CiU, mientras en Madrid el apoyo del PSOE a Manuela Carmena puede hacer alcaldesa a la ex juez.
En Valencia el cambio ha venido de un partido con trayectoria, Compromís, que dobla votos y queda segundo en las elecciones municipales. Puede recibir apoyo socialista para ganar la alcaldía de la capital, y forzar también un cambio de Gobierno en la Generalitat, en este caso con el PSOE encabezando el pacto.
En las tres mayores ciudades de España gobernarán, listas alternativas, completamente desligadas de los partidos tradicionales y herederas, en cierto modo, del 15-M de 2011. Las candidaturas ciudadanas han obtenido grandes resultados, también, en Zaragoza o las capitales gallegas.
En todas las grandes capitales, salvo Bilbao, los resultados han sido ajustados. El PP conserva Sevilla por la mínima (el PSOE podría apoyarse en Podemos para expulsar a Zoido). También en Málaga, Cádiz, Granada o Valladolid el futuro gobierno está a expensas de posibles pactos entre las candidaturas de izquierdas. Ciudadanos irrumpe en la política nacional con un gran resultado, un 6,55% de los votos (casi 1,5 millones), pero su potencial como partido bisgara queda erosionada por el desplome del PP y el viraje del electorado hacia la izquierda.
El partido de Albert Rivera será clave, no obstante, en dos de las tres autonomías con más presupuesto: Andalucía (donde aún está pendiente la investidura) y Madrid, donde Cristina Cifuentes conseguiría mayoría absoluta con su apoyo pese a la relativa resistencia de la candidatura de Ángel Gabilondo.
El PP dependerá de Ciudadanos también para en otras autonomías que gobernaba con mano de hierro y ha perdido mayorías absolutas, como Murcia, Baleares, Castilla y León o La Rioja, así como la ciudad de Santander. Los pactos, por el contrario, pueden hacer perder al PP las autonomías de Aragón, Extremadura, Cantabria o Castilla la Mancha.
El PP, en definitiva, ha sido la lista más votada en las elecciones, pero es el partido que más sufre la irrupción de los nuevos actores en la política nacional: Podemos (y listas vinculadas y Ciduadanos). De las 11 comunidades que concurrían a las elecciones (nueve de ellas gobernadas por los populares), el PP solo tiene ventaja cómoda en tres o cuatro
Queda ahora la segunda parte del proceso electoral, un escenario parlamentario donde las mayorías absolutas no existen y los gobiernos depende de pactos entre cuatro grandes partidos. Salvando a Cataluña o País Vasco, se trata de un contexto completamente nuevo para la política española.