Merkel busca cómo aprobar otro paquete de ayudas a Grecia
El programa actual de ayudas a Grecia termina en junio y podría tener serios problemas de liquidez La canciller quiere mantener a los griegos en el euro y por eso busca una mayoría que refende nuevas ayudas
La canciller alemana, Angela Merkel, podría vincular la aprobación de un tercer paquete de ayuda a Grecia a un voto de confianza en el parlamento, según una información que publica hoy el diario Bild que cita fuentes de la Unión Cristianodemócrata (CDU).
Dentro de la CDU, el partido de Merkel, hay una gran resistencia a conceder nuevas ayudas a Grecia por lo que un tercer paquete de rescate es prácticamente un tema tabú en el Gobierno alemán. Sin embargo, en vista de que el programa actual termina en junio y que Grecia podría tener serios problemas de liquidez se ha empezado a pensar en nuevas ayudas.
Ya en la aprobación del último paquete de ayuda 29 de los 311 diputados de la CDU votaron en contra y 128 hicieron declaraciones especiales para justificarse ante los electores.
Merkel, según el diario Bild, quiere mantener a toda costa a Grecia en el euro y quiere para un nuevo paquete una clara mayoría dentro de su propio grupo parlamentario.
“Si es necesario se podría vincular una votación sobre Grecia con un voto de confianza”, dijo un diputado no identificado de la CDU citado por Bild.
El recurso de vincular una votación concreta con un voto de confianza ya fue utilizado por el antecesor de Merkel, Gerhard Schröder, para lograr una mayoría dentro de sus filas para la participación alemana en la guerra de Afganistán.
Se enfría el acuerdo con Grecia
Por otra parte, la eurozona y el Fondo Monetario Internacional (FMI) han rebajado de nuevo en las últimas 24 horas las expectativas del Gobierno griego de hallar un acuerdo rápido o parcial con sus acreedores, pese a los intentos del primer ministro, Alexis Tsipras, de apelar a su sentido de comprensión y compromiso.
De nada ha servido que Tsipras haya elevado en Riga -en los márgenes de la cumbre de la Asociación Oriental- al más alto nivel político sus argumentos sobre las líneas rojas que aún impiden un acuerdo. A Grecia le preocupa además la línea más dura del FMI en las negociaciones.
Más allá de la oferta de seguir en contacto y de ayudar a aclarar preguntas que puedan surgir, la reunión trilateral entre Tsipras, la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, François Hollande, no ha aliviado la presión sobre Atenas.
Desde Bruselas se ve en estos encuentros una oportunidad para transmitir a Tsipras “una y otra vez” que debe presentar propuestas que conduzcan a un acuerdo global basado en una lista de reformas creíble, y se apunta a que el trabajo no se hace a nivel político, sino técnico, en el llamado Grupo de Bruselas.
Proximos intentos
Éste continuará durante los próximos días intentando lograr más progresos entre Grecia y la CE, el Banco Central Europeo (BCE) y el FMI que permitan un pacto a nivel técnico primero y después en el Eurogrupo para poder liberar los 7.200 millones de euros pendientes en el segundo rescate.
El Gobierno griego confía en un acuerdo en los “próximos diez días” porque considera que se dan “todas las condiciones para que así sea”, pero la CE, el FMI y algunos de los líderes, como ocurre con Merkel, han insistido en las últimas 24 horas que aún queda trabajo “muy intenso” por delante.
Fuentes de la eurozona han indicado a Efe que “es muy optimista” contemplar un acuerdo para principios de junio. “No estamos cerca de un acuerdo en estos momentos”, recalcaron.
Atenas no quiere aceptar recortes salariales y de pensiones y pretende restablecer la negociación colectiva. Hay aún diferencias con los acreedores sobre la reforma del régimen del IVA, y también las cuestiones del superávit primario y de la sostenibilidad de la deuda sobrevuelan las negociaciones.
En apenas seis semanas vence la prórroga de cuatro meses que los acreedores concedieron a Grecia para llegar a un acuerdo, y de momento una nueva ampliación del segundo rescate “no está sobre la mesa”, afirmaron las fuentes consultadas.
El FMI ha estado sopesando si retener su parte de 3.600 millones de euros que le corresponden desembolsar a Atenas, según ha relatado el diario “Financial Times”.
El ministro griego de Finanzas, Yanis Varufakis, reconoció en el último Eurogrupo del pasado día 11 que las arcas públicas están casi vacías, al afirmar que el país necesitaba un acuerdo “en un par de semanas” ante los problemas de liquidez. Estas dos semanas vencen el 25 de mayo.