Una economía algo nublada
¿Por qué inventó Dios a los economistas? Para hacer que los meteorólogos se sientan bien consigo mismos. Basta con mirar el fuerte debate sobre el crecimiento del PIB estadounidense en el primer trimestre de 2015. Al menos los meteorólogos saben cuál fue el clima de ayer.
La Oficina de Análisis Económico señaló un crecimiento del 0,2% interanual el 29 de abril. La cifra supuso una gran decepción –la previsión de consenso era del 1%–. También se situó muy por debajo de la media de casi el 4% de los tres trimestres anteriores.
Sin embargo, ha habido dos primeros trimestres extrañamente malos en los últimos años. En 2014, la oficina informó de que el PIB entre enero y marzo se había reducido a un ritmo interanual del 2,1%, mientras que los trimestres anteriores y posteriores se movieron en torno al 4%. El patrón de debilidad rodeada de fortaleza fue similar en 2011.
Algunos analistas de la Reserva Federal quedaron desconcertados. Su cálculo no reveló ningún problema definitivo con los ajustes estacionales que se utilizan para tener en cuenta la desaceleración inevitable del trimestre de invierno. Sin embargo, ellos sugirieron “algo un poco inusual.”
Para sumar más confusión, el modelo GDPNow de la Reserva Federal del Banco de Atlanta mostró un ritmo mísero del 0,7% para el trimestre actual la semana pasada. Eso sugiere una ralentización que dura más de un trimestre. Pero GDPNow es un sistema nuevo y poco preciso.
El enfoque en el primer número del PIB avanzado por la Oficina de Análisis es exagerado en cualquier caso. El cálculo se basa en las tendencias de temporadas pasadas y solo una cuarta parte de los datos son firmes.
Un recuento exacto del PIB trimestral no se puede hacer rápidamente. Los inversores deberían mirar estadísticas más simples –y dejar que los académicos se preocupen más tarde de la forma de sumarlos todos–.