Las burbujas empiezan a deshincharse
El Indice NASDAQ superó recientemente la barrera psicológica de 5.000 puntos, alcanzada en marzo del año 2000 en pleno apogeo de las .com. El índice Dow Jones se encuentra por encima de los 18.000 puntos, el S&P supera los 2100 y el Nikkei los 19.000. Todos sabemos lo que sucedió después de marzo de 2000. La bolsa se hundió, y el NASDAQ se desplomó. Existían demasiadas empresas con nombres espectaculares e ideas geniales pero sin un plan de negocios sólido ni capacidad de generar ingresos. Quince años después, nos dicen que situación es distinta. Las empresas de tecnología que cotizan en el NASDAQ, NYSE u otras bolsas destacadas son colosos con ventas, beneficios y marcas potentes: Apple, Google, Microsoft, Yahoo, Amazon, Facebook, Twitter, Samsung, Dell, HP, Huawei, Alcatel-Lucent, Ericsson, Intel, etc. Sin embargo, parte de la subida vertiginosa de las cotizaciones en la bolsa se debe a que los inversores no tienen alternativas. Los tipos de interés están en mínimos históricos. El sector inmobiliario (la última burbuja) no se ha recuperado. Los bonos de países sólidos tienen una rentabilidad muy reducida. Por supuesto, siempre se puede recurrir a la especulación, las ventas a corto, etc..Pero el inversor serio debe preocuparse por las cotizaciones altísimas de muchas empresas y muchos índices en las principales bolsas del mundo. Especialmente porque en septiembre (o quizás incluso antes) la Fed subirá los tipos de interés. Por un lado las empresas americanas se beneficiarán, al ser activos denominados en dólares. Pero por otro el aumento de tipos marcará el inicio del final de la era del dinero fácil, responsable de la euforia bursátil. El crecimiento económico aún es muy desigual. Los BRICS se estancan y muchas economías avanzadas (con excepciones notables como EEUU, Reino Unido, España, Polonia, Canadá, Australia) siguen estancadas. Hay mucha incertidumbre sobre la evolución de los precios de la energía, la situación en Grecia, y las elecciones en el Reino Unido, España y Polonia en los próximos meses se añaden a las preocipaciones geopolíticas – sanciones contra Rusia, situación en Oriente Medio, etc..Lo único seguro es que las burbujas siempre acaban pinchando.