Los inversores vuelven a poner el foco en el residencial de playa
Los fondos foráneos temen la inestabilidad tras las elecciones
Los inversores que buscan una mayor rentabilidad en el inmobiliario están empezando a mirar activos en zonas descartadas en los últimos años. “Ya se empiezan a interesar en inmuebles residenciales fuera de Madrid y Barcelona. Ahora les interesa la Costa del Sol, Baleares, la Costa Blanca y las ciudades vascas”, aseguró ayer Augusto Monte, director de comercialización de Solvia, en el marco del segundo Foro de Inversión en el Mercado Inmobiliario Español.
Incluso el mercado del suelo comienza a interesar. “Vemos que tantean solares para residencial, con probabilidades de más recorrido” o rentabilidad, afirmó Monte.
De hecho, los responsables de fondos presentes en este foro de inversión, dentro del marco del SIMA (Salón Inmobiliario Internacional de Madrid), confirmaron que los inversores internacionales comienzan a mirar oportunidades de viviendas más allá de lo convencional de Madrid y Barcelona y se fijan en otras capitales como Madrid, Málaga, Bilbao o Valencia además de zonas como la Costa del Sol.
Los inversores también se fijan en el calendario electoral español, con unos comicios autonómicos en dos semanas y unos generales a finales de año. “Hay un partido al que todo el mundo tiene miedo”, aseguró Gregg Gilbert, responsable en España de Benson Elliot Capital, en referencia a Podemos. “Cambios tan bruscos provocan mucho miedo a los inversores internacionales, como ha sucedido en Grecia”, opinó.
“Para los inversores lo más importante es que haya una mayoría. Cuatro partidos igualados al 25% es malo para la inversión”, aseguró Gilbert. Incluso el proceso soberanista de Artur Mas, presidente de la Generalitat, no es bien vista: “Si Cataluña se independiza los fondos no invertirían allí ni un euro”, añadió.
Zona franca inmobiliaria
Por su parte, el consejero delegado de Alquiler Seguro, Antonio Carroza, propuso crear una nueva figura con el nombre de Zona Franca Inmobiliaria, con el objetivo de atraer inversión (mediante ventajas económicas como en una zona franca tradicional) y promover el desarrollo económico de aquellas regiones que lo necesiten.