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Los consejeros cobrarán un 20% menos y se comprometen a comprar acciones

Abril-Martorell se rebaja un 22,5% su retribución global en Indra

Los consejeros destinarán una parte relevante de su remuneración (en torno a un 50% del importe neto) a la compra de acciones de Indra

Fernando Abril-Martorell, presidente de Indra.
Fernando Abril-Martorell, presidente de Indra.
Marimar Jiménez

El consejo de administración de Indra, participada por el Gobierno español, Telefónica y Corporación Financiera Alba, ha dado un giro a su política de retribución del consejo y de la alta dirección. Según ha comunicado a la CNMV, el presidente de la compañía, Fernando Abril-Martorell, en el cargo desde el pasado 29 de enero, reducirá su retribución global, a petición propia, un 22,5% respecto a la que tenía su antecesor en el cargo, Javier Monzón. Así, su retribución fija anual en 2015 (percibida íntegramente en efectivo) será de 775.000 euros.

Igualmente, y a propuesta de la Comisión de Nombramientos, Retribuciones y Gobierno Corporativo de la multinacional, el consejo ha establecido que este año la retribución de cada consejero se reduzca un 20%, tras no alcanzar la corporación los objetivos hechos públicos por la sociedad en el ejercicio de 2014. Además, todos los consejeros destinarán una parte relevante de su remuneración (en torno a un 50% del importe neto) a la compra de acciones de Indra y han comunicado su compromiso de mantener la propiedad de las mismas mientras estén en su cargo.

El consejo de administración de Indra, a propuesta de la citada comisión, someterá a la próxima junta general de accionistas la revisión del esquema retributivo de la alta dirección, con el fin, según ha explicado la compañía, de adaptarla a los estándares internacionales y a las recomendaciones del nuevo código de buen gobierno de las sociedades cotizadas.

La propuesta se basa en cinco principios: diferir la percepción de una parte relevante de los componentes variables deferred bonus y que el pago de la parte diferida se realice en acciones; incorporar a los contratos de los altos directivos la cláusula clawback; aumentar el peso que representan las acciones en la retribución hasta un 50% del total; eliminar la actual entrega de acciones como concepto retributivo autónomo, y establecer una política obligatoria de tenencia de acciones mientras continúe la relación contractual con la sociedad.

Indemnización de Monzón

El expresidente de Indra, Javier Monzón, percibirá 15,8 millones de euros en total, cifra que incluye una indemnización por no concurrencia y una indemnización por incumplimiento de preaviso. En concreto, la finalización de la relación contractual con Monzón, que llevaba al frente de la multinacional 22 años, le da derecho a percibir de la entidad aseguradora con la que está externalizado el plan de prejubilación y ahorro de la compañía el saldo acumulado en el mismo en ese momento, según ha explicado la empresa.

Dicho importe ascendió a 12,067 millones de euros, a la que suma un millón de euros, equivalente a su retribución anual, por el período del plazo de preaviso a la finalización de la relación contractual, que fue incumplido.

Además, los contratos de los consejeros ejecutivos incorporan un pacto de no concurrencia post-contractual por un período de dos años a partir de la finalización de su relación con la sociedad, compensado anualmente con una cuantía equivalente a 0,75 veces su retribución total anualizada. Este pacto de no concurrencia está siendo aplicado en el caso de Javier Monzón, quien percibirá por este concepto en 2015 el importe de 2,75 millones de euros.

En cuanto a la retribución de los consejeros ejecutivos (presidente y consejero delegado), a partir de ahora se dará un mayor peso a las retribuciones variables, en acciones y a plazos más largos. Concretamente, la retribución fija representará un 25% del total, y se mantendría invariable en los siguientes tres años (salvo circunstancias extraordinarias), y la variable un 75%. Igualmente, la remuneración que se perciba en acciones representa el 50% frente al 25% actual, y la retribución a medio plazo representa un 50% del total, frente al 25% actual.

De esta manera, la retribución variable anual representaría el 35% de la remuneración para cumplimiento de objetivos en un 100%. Según la compañía, se introduce un concepto de diferimiento de pago, de modo que el cobro del 30% del importe resultante (un 10% del total, aproximadamente) se difiere a lo largo de tres años y se percibe íntegramente en acciones de la sociedad.

Por otro lado, la retribución a medio plazo, que representa el 40% de la retribución total para un cumplimiento de objetivos del 100%, se percibe íntegramente en acciones de la sociedad.

Adicionalmente, los consejeros ejecutivos (presidente y consejero delegado) se comprometen a invertir en la compra de acciones de la sociedad un importe equivalente a dos veces su retribución fija bruta y mantener la titularidad de esas acciones de manera permanente mientras estén en el cargo. Dicha inversión se realizará en un plazo máximo de seis años. De aprobarse la nueva política retributiva, la retribución total del presidente ascenderá a 3,1 millones y la del consejero delegado a 2,2 millones.

La tecnológica nombra consejero independiente a Enrique de Leyva, en sustitución de Mónica de Oriol

Plan de prejubilación y ahorro

Tal y como aclaró la compañía, los consejeros ejecutivos de Indra son beneficiarios de un plan de prejubilación y ahorro a largo plazo articulado a través de una póliza de seguro, con aportaciones que suponen el 15% de la retribución total en base anual en el caso del presidente, y del 17% en el caso del consejero delegado. Estas aportaciones, añadieron, se realizarán mientras esté vigente la relación contractual y hasta que alcancen la edad de 62 años.

Reorganización de la estructura directiva

El consejo de administración de Indra ha aprobado también el nombramiento como consejero independiente de Enrique de Leyva Pérez, en sustitución de Mónica de Oriol. Leyva, socio de Magnum Industrial Partners y anteriormente fue socio y director de la oficina de Madrid de McKinsey & Company, se incorpora también como vocal de la comisión de nombramientos, retribuciones y gobierno corporativo y vocal de la comisión de estrategia.

Igualmente, se ha aprobado el nombramiento de José Antonio Escalona de Molina como secretario no consejero y letrado asesor del Consejo, en sustitución de Pedro Ramón y Cajal. El directivo tiene una larga experiencia profesional en firmas como Ence, Telefónica o Uría & Menéndez.

En paralelo, la compañía ha aprobado una reorganización de su estructura directiva, con el fin de reforzar la función de control de gestión. Por ello, se incorpora como director de Control de Gestión, Organización y Procesos Antonio Mora Morando, que dependerá directamente del presidente de Indra.

La compañía también ha creado Indra Digital, una nueva área que agrupa consultoría, analytics, movilidad, big data y ciberseguridad. La tecnológica unifica así los mercados de tecnologías de la información bajo una sola responsabilidad, "para impulsar la oferta y maximizar las sinergias".

La reorganización busca igualmente simplificar y acelerar la toma de decisiones y mejorar en tiempo, calidad y costes la ejecución de los proyectos en las geografías de implantación (España y Latinoamérica).

Las aportaciones previstas en 2015 a dicho plan ascienden a 426.000 euros en el caso deAbril-Martorell (correspondientes a 11 meses) y a 374.000 euros en el caso del consejero delegado. Los consejeros ejecutivos no son beneficiarios de planes de pensiones ni de ningún otro sistema de previsión, ahorro o prestación diferida distinto del indicado.

Sobre la firma

Marimar Jiménez
Redactora senior en la sección de Empresas de CINCODIAS. Sigue la actualidad del sector de tecnologías de la información y del ecosistema emprendedor español. Antes de incorporse al diario en 2000 trabajó en Actualidad Económica y los suplementos Futuro y Negocio en EL PAIS. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

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