Reducción muy lenta del déficit

En los tres primeros meses del año Hacienda ha logrado una ligerísima reducción del déficit fiscal respecto al registrado en el primer trimestre del año pasado. Mientras los ingresos han repuntado, en algunos casos con notable vigor, lo han hecho también los gastos, que parecen tener mayor resistencia al control cuando se acercan procesos electorales. El incremento de la previsión de crecimiento para este año hasta el 2,9% tendrá su réplica en el desempeño de los ingresos tributarios, y en condiciones normales las cuentas deberían ofrecer una holgura desconocida en los años de estrecheces.

Los ingresos por IVA avanzan a tasas que comienzan a acercarse al 10% e incluso los generados por el IRPF parecen absorber con comodidad la rebaja de los tipos desde enero, que ha proporcionado ya unos 400 millones de euros a la renta de los asalariados hasta marzo. Del resto de los impuestos no hay aún datos que permitan extrapolaciones a todo el año, pero el Gobierno espera desviaciones al alza en todos ellos. Pero tiene que cuidar mucho sus decisiones para dar un salto cuantitativo decisivo en la reducción del déficit público y evitar las tentaciones que todo administrador público tiene de gastar recursos en los meses previos a la reválida electoral.