Siemens cumple 120 años en España
Llegó con el primer telégrafo, abrió su primera sede en Madrid y cuenta actualmente con tres fábricas y 3.400 empleados
Hace 120 años, la empresa alemana Siemens inauguraba su primera oficina comercial en España. La fecha elegida fue el 1 de abril de 1895 y el lugar de su primera sede fue la céntrica carrera de San Jerónimo de Madrid. Desde aquella fecha hasta la actualidad, el nombre de esta firma ha estado ligada a la industrialización del país.
La compañía fundada en 1847 por Werner von Siemens había hecho una primera incursión en España instalando el primer telégrafo del país. En 1896 proporcionó un invento fundamental para las ciudades de la época que estaban en crecimiento: el tranvía eléctrico en Bilbao. Algo que se repetiría en Barcelona en la década siguiente.
Las urbes también comenzaban a cambiar con otras innovaciones, como el alumbrado eléctrico. En 1909, la ciudad de Valladolid confió en Siemens para sustituir toda su red de luces que hasta entonces eran iluminadas gracias al petróleo. Un año después llegaría la primera fábrica de Siemens en España, mediante la adquisición de una planta ya en funcionamiento en Cornellà (Barcelona). Allí se comenzó a producir componentes ferroviarios. En la actualidad, más de un siglo después, la instalación sigue en funcionamiento para el mismo uso.
“Hay muy pocas empresas, incluso nacionales, que lleven 120 años en el país, acompañando las revoluciones de la economía española e introduciendo innovaciones”, asegura Rosa García, presidenta de Siemens en España. “Hemos acompañado a la economía española en la transformación industrial, en la reconversión y en los retos energéticos”, añade.
El gigante alemán, con 343.000 empleados en el mundo (de los que 28.800 se dedican a la I+D), cuenta en la actualidad con una plantilla de 3.400 personas en España. Además de la fábrica de Cornellà, mantiene en funcionamiento una planta en Getafe (Madrid), para la fabricación de equipos de diagnóstico médico), y en Rubí (Barcelona), destinada a material eléctrico. En la planta madrileña, inaugurada en 1957, se fabrican actualmente equipos portátiles de RX, que casi en un 100% están destinados a la exportación a todo el mundo.
La primera gran aportación de la compañía en Barcelona fue la fabricación, en 1922, de la cadena de tracción del Tranvía Blau del Tibidabo. En 1929 ganó otro proyecto histórico, la instalación de la iluminación de la nueva plaza de España de Sevilla para la Exposición Iberoamericana. Tres años después, introdujo en el país su primera versión de la lavadora. “Hemos contribuido al desarrollo de las ciudades con los tranvías o con la conexión del AVE”, explica García.
Durante la Guerra Civil, sin embargo, la ebullición industrial del país se frenó en seco y la planta de Cornellà sufrió la escasez de materiales y de mano de obra. Al final de la contienda, los responsables de la firma decidieron poner en marcha su programa pionero de formación de profesionales, a través de lo que denominaron como escuela de aprendices.
En la década de los setenta, participó en la construcción de la central térmica de Sant Adrià, símbolo del paisaje industrial en el Besòs (Barcelona). En 1974, todas las subsidiarias se fusionarían en la actual Siemens SA. Cinco años después, adquirió la española Tecosa, y en 1992 volvió a Sevilla a una exposición universal, como proveedor de comunicaciones. En la última década ha ganado concursos para construir centrales de ciclos combinados en Palos de la Frontera y Campo de Gibraltar, instalar el sistema de tratamiento automático de equipajes en la T4 del Aeropuerto de Barajas, la red UMTS de Telefónica móviles, o proporcionado trenes para Cercanías de Renfe. Precisamente, en 2008 se estrenó como proveedor de un convoy de alta velocidad del AVE para la recién inaugurada línea Madrid-Barcelona.