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Columna
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La prudencia puede ser peligrosa

La obsesión de Alemania por la disciplina presupuestaria está alcanzando un nivel grotesco. La mayor economía de Europa está en camino de generar superávit fiscales anuales superiores a 20.000 millones tanto en 2015 y 2016. Esa es la previsión de los cuatro think tanks económicos más importantes del país, incluidos en un informe para el Gobierno. Ello crea una oportunidad única para fomentar el crecimiento futuro. Pero la excesiva prudencia fiscal se interpone en el camino hacia ese objetivo.

Alemania ha tenido superávit fiscal tres años consecutivos, desde 4.000 millones de euros en 2012 a 18.000 en 2014. Se espera que el superávit estructural aumente de 0,7% del PIB en 2015 al 0,8% el próximo año.

Angela Merkel dice que reducir la deuda pública es una obligación para con las generaciones futuras. Eso tiene sentido, pero lo está llevando demasiado lejos. Dado el crecimiento nominal de la economía del 2,5% al 3% y los bajos tipos de interés, la deuda como porcentaje del PIB disminuiría con un presupuesto equilibrado o incluso con un ligero déficit. La austeridad de Berlín parece excesiva incluso en el contexto de su rígido “freno a la deuda”, consagrado en la Constitución del país en 2009, que permite un déficit estructural anual de 0,35% del PIB.

El ahorro de Alemania es ahora una amenaza mayor para la prosperidad que la generosidad fiscal. Durante más de una década, Berlín se ha gastado muy poco en infraestructuras públicas. Como porcentaje del PIB, la inversión pública se ha reducido un tercio en los últimos 25 años. Una caída simultánea de las inversiones en el sector privado ha empeorado las cosas. El envejecimiento de carreteras, puentes y fábricas reducirá el potencial de crecimiento futuro.

Aunque la coalición de Angela Merkel se ha comprometido a reforzar la débil inversión, las acciones hasta ahora han sido en su mayoría de carácter simbólico. El aumento de las arcas del Gobierno proporciona capacidad financiera para hacer más. Sin embargo, un enfoque centrado en la reducción de la deuda hará que Alemania pierda la oportunidad –un error histórico.

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