Ron asegura que “la rentabilidad del negocio sigue en las oficinas”
El presidente de Banco Popular cree que España ha dejado “atrás la crisis económica” y evoluciona “paulatinamente hacia una nueva normalidad”. Pese a ello, dice que “aún existen riesgos”. Popular prevé mejorar “gradualmente” el dividendo, mensaje que no fue suficiente para los accionistas que se quejaron de la caída del dividendo y de los bonos. Ron mantiene que “la rentabilidad del negocio sigue en la oficina”.
Banco Popular va contracorriente, aunque no es el único. CaixaBank también. Ambos apuestan por la tecnología y aunque tienen ambiciosos planes de digitalización defienden el papel de la oficina. En la junta de accionistas de Popular, celebrada ayer en Madrid, Ron declaró que “la rentabilidad del negocio sigue estando en las oficinas y la proporcionada por la actividad en internet todavía se mantiene lejos de ser equiparable”. Aseguró que en materia tecnológica “lo más importante no es llegar primero, sino ofrecer un servicio de calidad desde el primer momento”, en alusión a la estrategia de sus rivales.
El banquero insistió en varias ocasiones en que “hemos dejado atrás la crisis económica y evolucionamos paulatinamente hacia una nueva normalidad, que debería estar caracterizada por un crecimiento conseguido con menos deuda y con mejor productividad”. Pese a ello, considera que “todavía necesitamos que la recuperación de la economía española se consolide y llegue a los ciudadanos”. Ron coincidió con otros colegas suyos al estimar que la economía española podría crecer este año un 2,5%.
El banquero también lanzó mensajes positivos sobre la evolución del banco en el presente ejercicio, cuyos principales protagonistas eran los accionistas del banco. Anunció que el banco incrementaría el pago de dividendos y su abono en efectivo. Además, aumentaría la producción neta del crédito y del beneficio con una caída de las provisiones.
“Nuestra intención es avanzar gradualmente hacia una política de mayor reparto de dividendo en efectivo”, subrayó, y anunció un dividendo complementario para el ejercicio de 2014 de 1,8 céntimos de euro en scrip, lo que supone una mejora acumulada del 48% sobre el de 2013. Además, dará como primer pago a cuenta de 2015 el abono de 2 céntimos en efectivo. “Iremos combinando en el futuro con pagos en scrip, con un mayor peso del dividendo en efectivo, de forma prudente y progresiva”. Pese a este mensaje, los accionistas y bonistas del banco mostraron su malestar con la caída de la rentabilidad del dividendo y con las pérdidas sufridas por los bonos.
Estas críticas, realizadas por casi todos los 16 pequeños accionistas que tomaron la palabra de los menos de 200 que acudieron a la junta, se convirtieron en las protagonistas del acto, algo que Ron ya esperaba, como quedó patente en su respuesta a este colectivo.
Los accionistas serán los beneficiados con el canje de los bonos convertibles, ya que mejorará los niveles de capital del banco, pero los bonistas pueden sufrir una minusvalía del 30%. La emisión afectada tiene una relación de conversión de 17,75 euros por bono y remuneración del 7% anual. Al tener en cuenta que las acciones de Popular están a 5 euros, la minusvalía de los bonistas estaría en torno a ese 30%. De las emisiones que ha hecho, esta es la única que cambia a un tipo fijo.
“El banco viene haciendo esfuerzos en mejoras de las condiciones de la inversión para mejorar su rentabilidad y se ha eliminado la restricción al pago del cupón y la ausencia de beneficio y se ha ampliado el plazo de vencimiento”, apuntó Ron. Y añadió que el banco “ha hecho lo posible por mejorar” la rentabilidad de la acción, se ha dado más plazo para el canje y se ha pagado más cupón, pero continua en la búsqueda de una solución que sea “lo más favorable posible” para los bonistas. “El banco intenta que todos los bonistas traten de minimizar el impacto negativo teniendo en cuenta que han recibido una retribución muy elevada por este cupón”, recordó.
La estabilidad política, requisito para crecer
El presidente de Popular considera que España puede dar “sorpresas positivas”, que influirán en el negocio bancario. Considera, no obstante, que la actividad del sector financiero seguirá marcado por una serie de condicionantes, como los riesgos geopolíticos, las expectativas económicas para Europa, que están basadas en “un crecimiento modesto”, el impacto de la “intensa regulación”, y por el intenso “calendario electoral en Europa y España”. Según Ron “la estabilidad política es un requisito previo para el crecimiento económico”, no citó a ningún partido, aunque sí veladamente. “Esa estabilidad se garantiza en la medida que los Gobiernos resultantes respeten los compromisos derivados de su permanencia a las comunidades europeas. No hay atajos. El riesgo para la estabilidad generado tras las elecciones en Grecia, es un claro ejemplo”.