Obama afirma que “Cuba no es una amenaza para EE UU”
El presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, clausuró este sábado por la noche (madrugada del domingo en España) la VII Cumbre de las Américas, que definió "histórica" por haber escenificado la reconciliación de EE UU y Cuba. “Estoy seguro de que esta reunión marcará el inicio de una nueva era regida por el diálogo respetuoso y la cooperación en nuestra región”, dijo el mandatario panameño.
Varela afirmó que la decisión de los presidentes de Cuba, Raúl Castro, y de EE UU, Barack Obama, de “avanzar en un nuevo enfoque de las relaciones” entre sus países generó la “legítima expectativa” de que las “situaciones que han tensado las relaciones hemisféricas puedan ser solventadas”.
El presidente de EE UU, Barack Obama, dijo que no ha revisado la propuesta de retirar a Cuba de la lista de países promotores del terrorismo, y sostuvo que la isla “no es una amenaza” para su país, al defender en la Cumbre de las Américas el histórico acercamiento bilateral y su reunión con Raúl Castro.
En una conferencia de prensa al término de la Cumbre, Obama comentó que su objetivo no es “un cambio de régimen” en Cuba, y se mostró “cautelosamente optimista” sobre los progresos que se están realizando hacia la normalización bilateral y la reapertura de embajadas en Washington y La Habana.
Sobre su conversación con Castro, la calificó de “sincera” y “productiva”, y dijo que ambos tuvieron la oportunidad de “hablar honestamente” sobre sus diferencias. Según Obama, le comentó a Castro “en privado” lo mismo que ha dicho “en público” sobre las preocupaciones de EE UU acerca de la situación de los derechos humanos y la libertad de expresión en Cuba.
Por otro lado, Obama indicó que todavía no ha podido revisar la recomendación del Departamento del Estado favorable a retirar a Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo y, por tanto, aún no ha tomado una decisión al respecto. El presidente detalló que quiere poder leer y “estudiar” con calma esa recomendación y la de sus asesores en la Casa Blanca antes de tomar una decisión.
Encuentro fortuito entre Maduro y Obama
Por su parte, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, confirmó a la cadena Telesur que mantuvo un encuentro con su homólogo estadounidense en el marco de la Cumbre y dijo que “existe la posibilidad de ir a un proceso de conversaciones”. Maduro agregó que su encuentro con Obama fue fortuito, pero que también fue “serio” y “franco” y que, en los cerca de diez minutos durante los que hablaron, con ayuda de sus traductores, se dijeron “la verdad” de una forma “hasta cordial”. “Le dije que no somos enemigos de EE UU, que somos revolucionarios, apasionados y que queremos construir la paz”, apuntó.
Maduro no reveló mucho más sobre el contenido de la conversación, pero sí adelantó que “pudiera abrirse en los próximos días la posibilidad de ir a un proceso de conversaciones con los EE UU y de abrir relaciones de respeto”.
En opinión del presidente venezolano, su país “obtuvo el apoyo unánime de la región” en su condena a las sanciones que le ha aplicado EE UU, que incluyeron declarar a Venezuela como una “amenaza”. Según Maduro, el decreto mediante el cual Obama estableció esas sanciones “ha sido rechazado con vehemencia en inglés, francés, portugués y español”.
Antes de que se difundiera el vídeo de la cadena Telesur con las declaraciones de Maduro, fuentes estadounidenses habían confirmado el encuentro, y también, que ocurrió en forma casual, aunque no abundaron en su contenido. Según esas fuentes, Obama le expresó a Maduro que desea que “se establezca un diálogo pacífico entre las diferentes facciones políticas” venezolanas y que EE UU “no tiene interés en amenazar a Venezuela, y sí, en apoyar su democracia, su estabilidad y su prosperidad”.
Durante su intervención ante la plenaria de la Cumbre, Maduro expresó su interés en reunirse con Obama y le propuso reconducir las relaciones bilaterales a partir de un diálogo basado en el respeto mutuo, pero condicionado en cuatro puntos, entre los que citó la derogación del decreto que considera a Venezuela una “amenaza”.