Dividendo de BBVA: guía para sus accionistas
La semana pasada empezaron a cotizar en el mercado los derechos correspondientes a la ampliación de capital con la que BBVA retribuirá a sus accionistas mediante la fórmula flexible del scrip dividend. El programa, conocido como “Dividendo Opción” ofrece tres alternativas a los accionistas del banco presidido por Francisco González: quedarse con nuevas acciones, revender al banco los derechos a un precio al que este se compromete a comprarlos (la opción más similar al cobro del dividendo en efectivo) o venderlos en el mercado. Éste es el calendario para los titulares de acciones de BBVA.
Desde el lunes pasado y hasta el 14 de abril (el martes de la próxima semana) cotizarán en el mercado los derechos de esta ampliación de capital. Los accionistas de BBVA a cierre de sesión del viernes 27 de marzo, que es la fecha de referencia para este proceso de retribución al accionista, han recibido un derecho por cada título del banco que tengan y se necesitarán 70 derechos para obtener una nueva acción. Es decir, por cada 70 títulos antiguos se recibirá uno nuevo. Los derechos cotizan en los 0,137 euros, un 5,38% por encima del compromiso de compra de BBVA, por lo que ahora sería más rentable vender los derechos en el mercado que cobrar el dividendo en efectivo.
Esto da pie a la segunda opción para los accionistas del banco presidido por Francisco González, que es revender al banco los derechos. El precio al que la entidad se compromete a comprar estos derechos es de 0,13 euros. El jueves 9 de abril será el último día para solicitar al banco acogerse a esta opción, una fórmula similar al clásico pago en cash del dividendo. La entidad pagará 0,13 euros por derecho (es decir, por acción antigua) el 24 de abril.
La tercera posibilidad, que es la que BBVA aplicará a sus accionistas por defecto a excepción de que pidan expresamente cobrar el dividendo en efectivo o vendan sus derechos en el mercado, es quedarse con nuevas acciones de la ampliación de capital. El 23 de abril se asignarán los nuevos títulos del banco y un día después comenzarán a cotizar en el mercado, con lo que se pondrá punto final al proceso de retribución al accionista.
El tratamiento fiscal de estas tres modalidades distintas de cobrar el dividendo es otro factor a tener en cuenta para los inversores. Quienes decidan quedarse con nuevas acciones no deberán tributar por ellas hasta que las vendan. Los accionistas que vendan los derechos en el mercado se encuentran en la misma situación, ya que no habrá retención en el momento de la venta de los derechos. Por último, los inversores que opten por vender los derechos al banco tendrán la misma retención que el clásico cobro en efectivo del dividendo, que este año pasa a ser del 20%. Con la entrada en vigor de la reforma fiscal, se elimina la exención para los primeros 1.500 euros que existía hasta ahora. Estos inversores verán diluida su participación en el banco, ya que ellos seguirán con las mismas acciones pero el capital de BBVA crecerá mediante esta ampliación.
Como máximo, en caso de que todos los inversores decidan quedarse con las nuevas acciones de esta ampliación de capital, la entidad presidida por Francisco González tendrá 88,9 millones de títulos nuevos valorados en 43,5 millones de euros, ya que el valor nominal de las nuevas acciones será de 0,49 euros.
La intención de BBVA, según han expresado recientemente los dirigentes del banco, es volver de forma progresiva al pago en efectivo, como ya han acordado Santander y Popular, para dejar así atrás la fórmula del scrip dividend, una solicitud expresa del Banco Central Europeo (BCE) al asumir las funciones de regulador bancario único de las mayores entidades de la zona euro.