Yemen y el precio del petróleo
El precio del petróleo subió inmediatamente con las noticias de los ataques en Yemen. El movimiento, parcialmente revertido al día siguiente, es lógico, pero esta contienda podría acabar con una tregua incómoda y el crudo más barato.
Arabia Saudí ha liderado un grupo de Gobiernos suníes en ataques con bombas a fuerzas chíies de Yemen. La milicia hutí se ha quedado a cargo de la mayor parte del estado de Oriente Próximo, un país que tiene frontera con el estrecho Bab-el-Mandeb del golfo de Aden, un cuello de botella clave para los buques petroleros que cruzan el Canal de Suez.
Los desastrosos escenarios son, en su conjunto, demasiado fáciles de visionar. El golfo de Aden podría ser bloqueado al tráfico marítimo. O la guerra podría expandirse hacia una conflagración en el área entre los suníes y los chíies. Dentro del caos, las exportaciones de petróleo desde Oriente Próximo –que corresponden a un 20% del consumo total en el mundo– caerían bruscamente. La escasez y el pánico podrían impulsar los precios. Sin embargo, parece improbable que el Golfo de Aden vaya a ser cerrado. Yemen ha estado al borde de una guerra civil durante la mayor parte del tiempo en las últimas cinco décadas y ha contado con la involucración de muchos poderes extranjeros. Pero el estrecho en sí mismo ha permanecido casi siempre abierto, gracias a una gran base naval americana en el otro extremo de Djibouti.
El peligro de escalada es real. El cambio de la región en estructuras de poder ya ha estimulado gran cantidad de violencia y, como ocurre con todos los conflictos militares, la situación podría deteriorarse rápidamente. Pero eso es un riesgo, no una certeza. La caída del gobierno suní en Irak debería haber enseñado ya a los saudíes los límites de su propia influencia en esta región. Para concluir, la mejor forma de mantener los precios a un nivel aceptable se consigue si todos los mayores productores están del mismo lado.