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Miryam Pintado, directora general de Dolores Promesas

“Los chinos y los japoneses se vuelven locos con el ‘made in Spain’”

“No se nos ha ocurrido ir a Asia; nos regimos por unos estándares de calidad máxima” "Es importante tener tu propia ropa cerca"

Manuel Casamayón
Paz Álvarez

Todo comenzó como un juego. Dirigían una agencia de comunicación y decidieron demostrar que, a través precisamente de la comunicación, se podría desarrollar una marca. Así fue como Alicia Fernández, Miryam Pintado (el rostro de la firma para esta entrevista) y Javier Lapeña fundaron Leyenda Personal (inspirada en una frase de El Alquimista, de Paulo Coelho, donde el autor asegura que seguir la leyenda personal hasta alcanzarla debe ser el objetivo de toda persona). Es ahí, bajo este paraguas empresarial, donde se encierra el nombre de la marca Dolores Promesas, una empresa de moda creada en 2005 que cuenta con 25 tiendas (siete propias y el resto en régimen de franquicia), de las cuales una se encuentra en París, y cuya facturación fue en 2014 de 6,3 millones (un 20% más que en 2013), y que prevé unos ingresos para este año de 7,3 millones de euros. El objetivo para 2015 es abrir tres o cuatro tiendas más en España y explorar el mercado de Londres y de Nueva York. “En París nos han recibido muy bien, dicen que somos un soplo de aire fresco”.

Manías y cuadernos

Viaja constantemente, sobre todo en busca de telas para las nuevas colecciones de 2016. Le gusta trabajar a solas cuando está en su casa y no suena el teléfono. Y no concibe trabajar sin sus socios, Alicia Fernández, que se ocupa también del diseño, y Javier Lapeña, que se centra en las labores comerciales. “Somos un equipo bien avenido, nos complementamos muy bien. Por ejemplo, Alicia es muy creativa y decidida; yo soy más organizada, y Javier es el que tiene la estructura de la empresa en la cabeza”. Lo importante, asegura, es que haya respeto y que cuando una decisión no ha sido acertada, que no haya reproches. “Aunque lo parezca, esto no ha sido un camino de rosas”.

Sobre su mesa de trabajo, perfectamente ordenada –“soy una maniática del orden y odio acumular papeles”–, sus fieles compañeros: un ordenador; un repertorio de alegres cuadernos de la marca, donde apunta todo –“es otra manía”–, y el iPad. “Es lo único que necesito para trabajar”. Y para combatir el estrés, corre: hace tres años que se aficionó al running, con el que se dio cuenta de que es muy competitiva, lo que la ha llevado a participar en pequeños maratones. También lee novela histórica y biografías.

Dolores Promesas es más que una marca, es un personaje ficticio al que sus creadores le han dado identidad propia: se trata de una mujer valiente, resuelta, positiva, que decide en un momento de su vida ser diseñadora de moda y lanzar su propia colección, tiene amigas, una perra, una gata... “Queríamos crear algo real, que comenzó primero como un plan de comunicación; diseñamos prendas, pero no las vendimos, y cuando al final las sacamos a la venta en 2006, el nombre ya sonaba, no era nuevo. Se había generado una expectación previa gracias a este personaje”. De todo ello habla con verdadero entusiasmo Miryam Pintado, nacida en Sevilla hace 44 años y licenciada en Sociología, cuyo currículo profesional comienza en Teleartist, empresa organizadora de concursos de belleza como Miss y Mister España, que abandonó en 2001 para montar su propia agencia, The Gallery Room, relacionada con el mundo de la moda. Y es ahí donde nace Dolores Promesas y donde siguen compartiendo espacio.

El despacho de Pintado se encuentra en el barrio de Salamanca; hace apenas cuatro meses que se ha trasladado a él, y lo primero que sorprende es la luminosidad que entra a través de vistosos ventanales, la razón fundamental por la que se mudaron a esta oficina. “Era importante la luz y el silencio, porque, a pesar de estar al lado de la calle Serrano, aquí no se oye un ruido”. Es algo que, reconoce, necesita para trabajar: o silencio o música.

Manuel Casamayón

La habitación, además de luminosa, es vistosa, y destacan como elementos decorativos los alegres y coloridos diseños de la colección primavera-verano de la firma, así como todo un repertorio de sandalias y zapatos de otras firmas a las que representa. “Es importante tener tu propia ropa cerca, así puedes ir comprobando que lo que haces está bien y que vas por el camino correcto”, asegura Pintado, que confiesa que trabaja siempre con tres colecciones en la cabeza, más de 300 referencias de las tres líneas, Resort, Prefall y Heaven, esta última destinada a una mujer de más de 30 años, con alto nivel adquisitivo y que desee un vestido para una ocasión especial. Además han creado una gama de otros productos, como bolsos, bisutería, ropa de hogar, papelería, fundas para teléfonos móviles...

Pero si por algo se distingue Dolores Promesas, y es algo de lo que presumen sus fundadores, es porque toda la confección se realiza íntegramente entre España y Portugal, lo que implica un control absoluto sobre las prendas en cuanto a calidad, servicio, elaboración y entrega del producto. “Queremos ser un estandarte del made in Spain, y nos volcamos en buscar buenos patronistas y profesionales de la confección. Los chinos y los japoneses se vuelven locos con el made in Spain”, afirma esta empresaria, quien anuncia que de un tiempo a esta parte se vuelve a confeccionar en España. “A nosotros no se nos ha ocurrido ir a Asia; queríamos controlar lo que hacemos y regirnos por unos estándares de calidad máxima. Empezamos trabajando en talleres en Madrid donde solo había 8 personas y ahora hay 32 contratados”.

Sobre la firma

Paz Álvarez
Periodista especializada en gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, tiene un programa de desarrollo directivo por el IESE. En 1993 comenzó a escribir en la sección de Madrid y, en 1997, se incorporó al diario CincoDías, donde creó la sección de Directivos y ha sido jefa de la sección de Fortuna hasta 2022.

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