Atenas desafía a la troika ante la cumbre decisiva de hoy
El Gobierno de Alexis Tsipras desafíó ayer a Bruselas y siguió adelante con la tramitación de una ley para facilitar eletricidad gratis y vales de comida a los ciudadanos más empobrecidos sin esperar la autorización de la troika (CE, BCE, y FMI).
Un alto funcionario de la Comisión Europea, Declan Costello, advirtió por escrito horas antes a Atenas que la aprobación de esa y otras medidas similares sería considerada como una decisión unilateral que contraviene los acuerdos alcanzados en el Eurogrupo el pasado 20 de febrero. Pero Tsipras hizo ayer caso omiso a esa advertencia y con un duro discurso apoyó en el Parlamento griego la aprobación de la ley y acusó a los funcionarios europeos de injerencia en el proceso legislativo del país.
El desafío de Atenas se produjo sólo 24 horas antes de que hoy arranque en Bruselas una cumbre europea marcada por la crisis griega y que acogerá en paralelo un encuentro que reunirá al primer ministro griego con el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, la canciller Anglea Merkel, el presidente de Francia François Hollande, el presidente del BCE, Mario Draghi, el de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker y el del Consejo Europeo, Donald Tusk, que ha maniobrado durante esta semana para hacer posible el encuentro.
La zona euro insiste en que está dispuesta ayudar a Atenas, pero sólo si respeta los acuerdos firmados con el Eurogrupo. Grecia se comprometió el 20 de febrero con el Eurogrupo a no adoptar ninguna medida unilateral que pudiera tener un impacto fiscal negativo “de acuerdo con la la evaluación de las instituciones [de la troika]”. La llamada ley humanitaria debatida ayer por el Parlamento griego parece contravenir ese acuerdo, con un impacto de 138 millones de euros en vales de comidd y 22 millones en sumiinistro gratuito de electricaida. Atenas considera que puede asumir ese gasto.