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Columna
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Londres no debe preocuparse más

Los test de estrés de los bancos en Europa, Reino Unido y Estados Unidos se han convertido en una fecha señalada del calendario financiero. La locura puede extenderse a las aseguradoras y gestores de activos. Los reguladores hacen bien en ser cautelosos., pero también deberían ser conscientes de la posible exageración.

Los reguladores británicos están pidiendo más detalles sobre las carteras de los grandes bancos de inversión extranjeros con sede en Londres, afirmó Reuters el martes. Algunos banqueros temen que puedan seguir el ejemplo estadounidense, con pruebas a las grandes entidades que operan allí.

La Autoridad de Regulación Prudencial (ARP), que regula los bancos británicos, ha negado que una prueba a extranjeros sea inminente. Está atrapada entre dos consideraciones. Con la supremacía de Londres como centro financiero amenazada por rivales europeos continentales, la ARP no quiere empañar su reputación abierta obligando a los bancos a gastar tiempo y dinero superando test de estrés por los que ya han pasado en sus países. Sin embargo, no quiere tener enfrentarse a otro Lehman Brothers.

Puede haber una solución. Se supone que las reformas globales de resolución bancaria, abordarán directamente los problemas domésticos o de los anfitriones de los grandes bancos. Estos estarán obligados a mantener aproximadamente el 20% del capital que puede ser objeto de bail-in en caso de que surjan problemas

La ARP no debe utilizarlo como una excusa para quitarse el problema de encima. Vale la pena explorar la posibilidad de unas pruebas para discernir la verdadera liquidez en condiciones de estrés de otros sectores, como los gestores de activos. Pero en lo referente a los bancos extranjeros, el regulador británico no debería hacer el mismo trabajo dos veces.

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