Guerra en el PP de Madrid: Aguirre dice que no se va, el partido dice que ya lo ha pactado
Un cruce de declaraciones y comunicados ha dejado entrever la pugna que se libra por la presidencia del Partido Popular de Madrid. De un lado, Esperanza Aguirre, presidenta del partido en Madrid, negándose a dejar su cargo. De otro,la dirección nacional del PP asegurando que hay un pacto en este sentido si Aguirre es elegida alcaldesa.
Los diarios ABC y El Mundo publicaban esta mañana que la dirección nacional del PP pidió a Esperanza Aguirre que dejara la presidencia del partido en Madrid, una información que la propia Aguirre ha confirmado. En declaraciones a la cadena COPE, la presidenta del PP de Madrid, ha advertido al Partido Popular de que si decide crear una gestora para dirigir el partido en la Comunidad de Madrid, en ese mismo momento ella dejará de ser candidata a la Alcaldía de la capital.
“Que pongan una gestora mañana si quieren, y en ese momento que busquen a otro candidato, porque yo no me voy a presentar como candidata para que el programa electoral lo hagan otras personas con las que yo no coincido, y la lista electoral otro tanto. No, no soy un monigote”, ha avisado. Aguirre admitía además que el viernes la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, le dijo que sería candidata pero le pidió que dejara la Presidencia del partido en Madrid, algo que ella rechazó rotundamente, recordando que los estatutos de los populares dicen que las direcciones se eligen en congresos.
“Como dije que no, tuvieron al pobre Comité Electoral de receso cuatro horas”, ha explicado, antes de insistir: “Si me quieren poner de candidata, no puedo salir por la puerta de atrás de la Presidencia del partido. ¿Pero esto qué es?”.
Pocas horas después, el PP ha salido al paso asegurando que Esperanza Aguirre “acordó” con la dirección nacional del partido dejar de presidir el PP de Madrid si es elegida alcaldesa de la capital. “Ante las distintas informaciones publicadas hoy en los medios de comunicación, el Partido Popular comunica que Esperanza Aguirre acordó con la dirección nacional del partido que, si era elegida alcaldesa de Madrid, querría dedicarse en exclusiva al Ayuntamiento, y dejaría la presidencia del PP de Madrid”, ha explicado el PP en un comunicado. El partido asegura que “por lo tanto, las informaciones publicadas hoy relativas a este asunto carecen de veracidad”.
Esperanza Aguirre había recalcado que si fuera elegida alcaldesa de Madrid “es muy probable” que no se presentara a la reelección como presidenta del PP regional, pero repitió que no dejará este puesto de la forma en la que se lo ha planteado el Partido Popular nacional, porque “no es posible que pretendan que sea una candidata a la que ellos hagan el programa y la lista. Pues mire, no”, ha repetido.
Aguirre dijo desconocer si el PP nacional teme el poder que ella tiene en el partido en Madrid, y ha opinado que tal vez lo que teme es que ella hable “claro” a los electores.
También lamentó que su sucesor al frente de la Comunidad de Madrid no vaya a ser candidato. “Siento mucho que, a pesar de mi apoyo, Ignacio González no haya sido designado”, ha dicho, antes de apuntar que “respeta” el procedimiento de elección, aunque ha pedido que se reconozca la “gestión magnífica” que ha hecho estos últimos años en el Gobierno regional.
No ha querido entrar en si González ha sido víctima de “fuego amigo” para ser apartado de la carrera electoral, algo que ahora “ya es lo de menos”.
“Deseo que la trayectoria impecable de González se abra paso. Y estoy segura de que en el futuro va a tener una vida mejor de la que ha llevado hasta ahora”, ha afirmado, antes de decir que no sabe si contará con él más adelante.
Respecto a Cristina Cifuentes, con la que compartirá cartel electoral al haber sido designada candidata a la Presidencia de la Comunidad, Aguirre ha dicho que con ella mantiene una relación “muy buena”, antes y ahora, y ha remarcado que le parece una candidata “excelente”.
Aguirre ha asegurado que lo que quiere ella para la capital es, de entrada, ir “con humildad” a “escuchar” a los ciudadanos para resolver sus problemas y hacerles la vida más fácil, y propondrá medidas como bajar los impuestos o “revisar” las sanciones de tráfico, que “en modo alguno pueden tener afán recaudatorio”.