Las renovables atraen de nuevo a los inversores
Tras dos años de caída, el gasto mundial en energías limpias creció un 16,5% en 2014, sin apenas impacto por el desplome del precio del petróleo
Pensábamos que la inversión mundial en energías limpias se recuperaría al menos un 10% en 2014, pero las cifras han superado todas nuestras expectativas”. Es el análisis de Michael Liebreich, consejero delegado de la agencia Bloomberg New Energy Finance (BNEF), la mayor experta en renovables, en el balance anual del sector que la compañía publicó en enero. Tras dos años de caída continua en la apuesta inversora por las energías limpias, que en España se ha traducido en el colapso del gasto, 2014 terminó con un desembolso global de 270.200 millones de dólares (238.500 millones de euros), un 16,5% más respecto a 2013. La agencia atribuye esta recuperación al desarrollo de grandes instalaciones y al boom de la solar fotovoltaica, colocada sobre tejados, “gracias a la fuerte mejora de su competitividad por la reducción de costes”, apunta la nota de BNEF. Ni siquiera el desplome del precio del petróleo que sobrevino a mitad del año pasado tuvo el impacto negativo que algunos analistas auguraban en las energías limpias.
El gasto mundial del año pasado supera casi en cinco veces el de hace una década y supone un alza del 5% respecto a 2012, cuando se desplomó la inversión global en energías limpias. En España, el recorte total del Gobierno de Mariano Rajoy a este sector supuso el desplome de las inversiones, que cayeron un 71% en 2012 respecto a 2011. En ese periodo el gasto en renovables bajó de 9.600 millones de dólares a 2.700 millones. La solar fue la tecnología que más acusó el golpe en 2012, con un desplome en la inversión por valor de 7.300 millones de dólares. Poco después, BNEF anunciaba el colapso de las inversiones en España. El año pasado, el sector captó 600 millones dólares, un 25% menos que en 2013.
Hace solo dos años que Gamesa, uno de los mayores fabricantes de aerogeneradores del mundo, anunciaba pérdidas por valor de 659 millones de euros, mientras que Isofotón, que había liderado a un ritmo de crecimiento vertiginoso la fabricación de paneles solares fotovoltaicos, presentó un ERE para despedir a 295 trabajadores en su planta de Málaga. Las mayores firmas del sector, líderes en tecnología eólica, como Acciona, o en termosolar, como Abengoa, acusaron los recortes del Gobierno y empezaron a buscar vías para compensar la pérdida de negocio en España. No sorprende que hayan sido precisamente estas dos compañías las primeras españolas en haber abierto el camino de las yieldco, un nuevo instrumento de inversión por el que las empresas sacan a Bolsa sus mejores activos para financiar otras de sus actividades con ese rendimiento.
La primera fue Abengoa , en junio del año pasado, con su nueva Abengoa Yield, por la que captó 600 millones de dólares en su salida al Nasdaq. La pasada semana salió Saeta Yield y el mismo camino prepara Acciona. Los analistas esperan un goteo de compañías que sigan la misma senda en los próximos meses. Sobre la mejora de las inversiones del sector en 2014, BNEF apunta al capital riesgo como una de las claves para recuperar el gasto en estas tecnologías.
El estreno de Yieldco
El capital riesgo y los fondos de inversión están tirando del gasto mundial en renovables
Las compañías financiaron sus actividades en 2014 a través de estos instrumentos un 16% más que el año anterior, alcanzando un volumen de 4.800 millones de dólares, muy lejos, sin embargo, del récord de 2008, cuando el sector se financió a través del capital riesgo y fondos de inversión por valor de 12.300 millones de dólares.
Si en Europa las energías limpias casi solo tienen margen para crecer a gran escala con aerogeneradores en el mar, lo que está tirando del sector en el resto del mundo es la solar fotovoltaica, la tecnología que más competitividad ha ganado tras haber reducido sus costes un 80% en cinco años, la cifra que dan todos los expertos en la materia. En su nota sobre el volumen de inversiones en renovables en 2014, BNEF señala que el gasto en las instalaciones de menos de un megavatio de potencia instalada creció un 34%, con un valor de 7.350 millones de dólares. De hecho, si se mira la evolución de la inversión en las distintas regiones del mundo en función de las tecnologías renovables, la solar es la que más valor está aportando. Eso sí, sin contar España, donde el sector ha desaparecido, ni Europa, que tiene el foco puesto en la eólica en el mar del Norte.
La inversión mundial en energía solar alcanzó 149.600 millones de dólares, un 25% más respecto a 2013, debido a las instalaciones fotovoltaicas sobre tejado, una manera de sacar la generación de electricidad de las grandes estaciones eléctricas para colocarla cerca de los puntos de producción, por ejemplo en una casa, en un restaurante o en una fábrica. La principal ventaja de esta solución es que limita las pérdidas de electricidad en su transporte desde donde se produce hasta el punto de consumo.
Aún es pronto para saber el impacto real del aumento del precio del crudo que irrumpió en la mitad del año en la inversión en renovables, aunque BNEF dice que será limitado. Como apunta Liebreich en el balance del año: “La saludable inversión en energía limpia quizá sorprenda a algunos de los analistas que habían previsto un impacto negativo por el colapso del precio del petróleo desde el pasado verano. Nuestra respuesta es que 2014 es demasiado pronto para ver un efecto claro en las inversiones y en cualquier caso, la consecuencia de tener crudo más barato en las renovables se percibirá mucho más en el transporte por carretera que en la generación eléctrica”.
Para el consejero delegado de BNEF, el impacto será más bien al contrario: “La perspectiva de un crecimiento ilimitado de la demanda simplemente no se sostiene en un mundo de máquinas ultraeficientes, vehículos eléctricos y problemas de contaminación del aire. Por ejemplo, la economía americana ha crecido un 8,7% desde el año 2007, mientras que la demanda de productos manufacturados a base de petróleo ha caído un 10,5% en el mismo periodo. La cuestión ya no será cómo el precio del crudo afectará a las energías limpias, sino el efecto de las energías limpias en el precio del petróleo”.