Bruselas concede dos años más a Francia para rebajar el déficit al 3%
La bronca en el seno de la Comisión Europea en torno al expediente sobre déficit excesivo de Francia alcanzó tal nivel que el organismo presidido por Jean-Claude Juncker parecía ayer incapaz de tomar una decisión. Pero al mediodía, de forma inesperada, se logró un acuerdo entre el eje más duro de la Comisión, encabezado por el vicepresidente de Economía, Valdis Dombrovskis, y el más francófilo, liderado por el comisario de Economía, Pierre Moscovici.
El veredicto se saldó a favor de una prórroga de dos años en el plazo concedido a Francia para corregir el déficit excesivo, que expiraba a finales de este año. Bruselas también alivió ayer la presión sobre Italia y Bélgica, países a los que no abre procedimiento por su abultadísima deuda.
La victoria de Moscovici se compensó ligeramente porque Dombrovski incluyó una cláusula de revisión de los objetivos dentro de solo tres meses.
A mediados de este año, Bruselas verificará que los planes presupuestarios de París contemplan un ajuste de medio punto de PIB y no solo de tres décimas como ahora. Dombrovskis, con fama de halcón fiscal por los recortes que aplicó como primer ministro de Letonia, aseguró que si Francia no ajusta esas dos décimas adicionales, se le aplicará la siguiente fase del Pacto de Estabilidad. El ultimátum, de cumplirse, significaría que el gobierno de François Hollande entraría en el tramo del Pacto de Estabilidad que permite imponer sanciones multimillonarias a los países incumplidores. Un castigo nunca utilizado en 15 años de historia del euro y que Moscovici, ex ministro de Finanzas de Hollande, no parece dispuesto a estrenar con su país.
Moscovici aseguró que “la prórroga se plantea a propuesta de la Comisión, no del Gobierno francés”, y estableció un paralelismo con la concedida en 2013 por el anterior comisario de Economía, el finlandés Olli Rehn, que también fue de dos años. Buena parte de la Comisión y capitales como Berlín, sin embargo, consideran que París ha desaprovechado ese plazo y no ha reformado su economía ni ha saneado sus finanzas públicas. “Está claro que Francia debe acelerar sus esfuerzos tanto en el plano de reformas estructurales como en el fiscal”, sentenció Dombrovskis.
En las últimas semanas, el gobierno de Hollande ha prodigado gestos de asentimiento hacia Bruselas y Berlín, como la llamada Ley Macron, aprobada la semana pasada. El alcance de esa norma, sin embargo, parece escaso en comparación con las demandas exigidas por Bruselas a otros países, pues sus medidas más significativas atañen al permiso de apertura de las grandes superficies comerciales en días de fiesta (de 5 a 12 domingos al año) y a la liberalización del transporte de personas por carretera (prácticamente inexistente en Francia, con 110.000 pasajeros de autobús al año frente a ocho millones en Alemania o 30 millones en Reino Unido). Bruselas también ha aceptado como eximente las bajas cotas de crecimiento de la economía francés (0,3% al año desde 2012, el 1% previsto para este año y el 1,8% para 2016, menos de la mitad del incremento registrado por España), con una tasa de paro que supera ya el 10% (umbral elevado para Francia, que dobla el 5% de Alemania).
La propuesta de la Comisión para prorrogar por tercera vez el plazo a Francia pasa ahora al Ecofin (consejo de ministros de Economía y Finanzas de la UE), donde se espera que se apruebe sin problemas. Algunos países, como Alemania, no ocultan su resquemor con Francia, a la que se exige la corrección del déficit desde 2009, solo dos años después de que se le cerrara el anterior expediente (2002-2007) por el mismo motivo.
Moscovici reclama “acciones decisivas” a España
Espaldarazo de Bruselas a la corrección de los desequilibrios económicos en España. La Comisión Europea valoró los esfuerzos por reducir el déficit por debajo del 3 % del PIB, un objetivo fijado para 2016, aunque al mismo tiempo advirtió que el país presenta desequilibrios macroeconómicos, por lo que le pidió que tome “acciones decisivas”.
“En España ha habido mejoras, pero aún hay riesgos”, dijo en rueda de prensa el comisario europeo de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovici, quien precisó que el país seguirá siendo sometido a la supervisión comunitaria. “Tenemos que reconocer los esfuerzos del Gobierno español y por eso mantenemos la misma decisión (no obligará a ajustes adicionales)”, añadió el comisario en le presentación de la evaluación de los déficits macroeconómicos entre los socios de la UE.
Moscovici subrayó que la CE es “consciente de las cifras y la fecha límite, 2016”, en referencia al plazo que tiene España para situar su déficit por debajo del 3 % del PIB, en concreto en el 2,8 %, tras recibir dos años más por parte de la Unión. En un comunicado, el Ejecutivo comunitario precisó que “pese a algunas mejoras en el proceso de reequilibrio de la balanza por cuenta corriente, los riesgos relacionados con los altos niveles de deuda pública y privada y la posición internacional de inversión negativa siguen mereciendo mucha atención en el contexto de desempleo muy elevado.La necesidad de actuar para reducir los riesgos de los efectos adversos en la economía española, dado su tamaño, y de contagios negativos a la unión económica y monetaria es particularmente importante”, añade la Comisión Europea en su documento.