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Propiedad industrial

El registro de las invenciones mecánicas

Menos conocido que la patente, el modelo de utilidad ofrece un trámite más rápido y barato

Butacas de Figueras en el Teatro de la Ópera de Riga, en Estonia. Las butacas cuentan con un mecanismo que permiten su desplazamiento automático. La compañía ha protegido este desarrollo con el modelo de utilidad.
Butacas de Figueras en el Teatro de la Ópera de Riga, en Estonia. Las butacas cuentan con un mecanismo que permiten su desplazamiento automático. La compañía ha protegido este desarrollo con el modelo de utilidad.

Los carpinteros que aprecian sus dedos saben que después de apagar una sierra circular deben esperar unos segundos antes de recoger los trozos de madera porque el disco de la máquina tarda en detenerse del todo a causa de la inercia del giro. Por eso, la norma de seguridad obliga a que estas herramientas paren a los 10 segundos de la desconexión.

Pero conseguir esto no es fácil. Virutex, una fábrica de Barcelona, encontró una solución en la misma inercia. La empresa diseñó un sistema que aprovecha esta fuerza para accionar el freno en menos de 10 segundos.

La tronzadora TM33W de Virutex es la única en el mercado que incorpora este sistema de frenado. A fin de asegurarse el uso exclusivo de su invención, la compañía ha protegido el mecanismo con un derecho de propiedad industrial menos conocido que la patente pero que, en ocasiones, puede resultar más conveniente para una pyme: el modelo de utilidad.

La protección dura 10 años, la mitad que la de una patente, y no está disponible en todos los países

“Son consideradas el hermano pequeño de las patentes o el registro para invenciones menores, pero en algunos sectores industriales son de especial relevancia y confieren la misma protección legal que las patentes”, dice Patricia Ramos, experta de la consultora Pons.

La principal diferencia con la patente es el objeto que se puede proteger: utensilios, instrumentos, herramientas o aparatos, pero no compuestos químicos, procesos o una manera nueva de usar un producto.

Otra diferencia importante es que la vigencia de los modelos es de 10 años desde su solicitud, la mitad que la de una patente, pero tiempo suficiente para recuperar la inversión en tecnologías que se volverán obsoletas en poco tiempo.

Ramos destaca también que la solicitud de un modelo tarda menos de un mes en publicarse, frente a los 18 de una patente, y que la concesión se puede obtener en unos cuatro meses desde el inicio del trámite.

“A veces tarda algo más, si hay oposición de terceros, pero no suele superar el año, frente a la media de dos o cuatro que tarda en concederse una patente. Por tanto, se pueden comenzar a hacer efectivos los derechos que confiere el registro mucho antes, aspecto interesante de cara al inicio de acciones legales, pues la concesión confiere una protección real frente a posibles infractores”, explica.

Sierra de Virutex que para en menos de 10 segundos.
Sierra de Virutex que para en menos de 10 segundos.

José Campaña, director técnico de Virutex, indica que la empresa se inclinó por el modelo de utilidad porque el trámite es más rápido y económico. Además, el sistema cumplía los requisitos de novedad inventiva. “Técnicamente la solución consistió en la asociación de varios conceptos mecánicos para, de esta manera, obtener una forma sencilla de cumplir la norma de seguridad”, precisa.

En cuanto a los costes del trámite, Ramos aclara que, en realidad, las tasas de solicitud y concesión del modelo de utilidad son las mismas que las de la patente. Los costes de una agencia que intermedie en la redacción y el papeleo también son parecidos.

Sin embargo, apunta que actualmente los modelos no requieren del informe sobre el estado de la técnica, obligatorio en el caso de las patentes, lo que abarata el proceso. Estima que por unos 2.500 euros, incluyendo la asesoría de una agencia de propiedad industrial, se puede conseguir un modelo de utilidad que tenga una vigencia de 10 años.

Pero no todas las empresas encuentran atractiva esta modalidad. “Los modelos de utilidad prescriben muy pronto, a los 10 años, mientras que las patentes a los 20, no hay color”, dice Francisco Gualdo, vicepresidente industrial de Figueras, fábrica de butacas con sede en Barcelona. Señala que este no es un tema menor porque las innovaciones “tardan años en desarrollarse y llegar al mercado”.

Aun así, el grupo tiene registrados cuatro modelos –“mecanismos muy puntuales”–, entre ellos, unas butacas que se desplazan automáticamente y esconden debajo del escenario. La compañía ha instalado sillas como estas en el Teatro de la Ópera de Riga, en Estonia.

Otra limitación es el alcance de la protección. “En la mayoría de países no está reconocido”, advierte Gualdo. Al respecto, Ramos precisa que no cuentan con este registro Estados Unidos, Japón, China, Corea del Sur, Rusia y Canadá, pero sí Alemania, Francia, Portugal, Italia, Australia, Argentina, Colombia, Chile, Brasil y México. La regulación en estos últimos no es homogénea, por lo que recomienda apoyarse en una agencia.

Cambios a partir de 2016

En noviembre pasado, el Gobierno aprobó la nueva Ley de Patentes, que sustituirá a la norma actual, vigente desde 1986. Los cambios entrarán en vigor en enero de 2016 y afectarán también a los modelos de utilidad.

Patricia Ramos, directora de patentes de la consultora Pons, indica que la principal novedad es la ampliación del ámbito de registro de los modelos a los productos químicos, que hasta ahora estaban excluidos.

“Actualmente, en los sectores de química, alimentación o farmacia no existe más opción que la patente como forma de protección; para ellos no hay modelos de utilidad, pero eso cambiará cuando entre en vigor la nueva norma, en 2016”, aclara.

La segunda gran modificación es que la concesión del modelo estará condicionada al resultado de un examen previo de los requisitos de novedad y actividad inventiva. A día de hoy, los modelos están exonerados de esta prueba. Pero cuando entre en vigor la nueva ley, si el solicitante no pasa este examen, conocido como informe sobre el estado de la técnica (IET), no obtendrá el reconocimiento.

Ramos cree que la incorporación de este requisito garantizará la solidez de los modelos y provocará un crecimiento notable del número de solicitudes, ya que esta opción se va a convertir en una alternativa eficaz para aquellos que hasta la fecha solicitaban patentes por el procedimiento general.

Según la Oficina Española de Patentes y Marcas, en los primeros 11 meses del año pasado se presentaron 2.450 solicitudes de modelos, frente a las 2.388 en el mismo periodo de 2013, por lo que Pons prevé que 2014 cierre con un ligero crecimiento. En todo 2013 se presentaron 2.633 modelos.

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