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Plantea crear cuatro grupos de entidades según su nivel de solvencia y riesgos

El BCE liga el reparto de dividendos de la banca a la ratio de capital

Reuters

Nueva clasificación del supervisor europeo de los 120 mayores bancos de la zona euro. El BCE llevará a cabo diferentes exigencias de supervisión en función de la solvencia y riesgo de cada entidad financiera, para lo que va a realizar una nueva clasificación de los bancos europeos en cuatro grupos, de mayor ratio de capital a menor. La política de dividendos estará vinculada a esta reordenación, explican fuentes financieras.

Tiempos de cambios y reajustes para los bancos europeos, sobre todo para aquellos que superan los 30.000 millones de euros en activos. En total, 120 entidades financieras de la eurozona, de las que 15 son españolas que han pasado a ser supervisadas por el Mecanismo Único de Supervisión (MUS), dependiente del Banco Central Europeo (BCE). El objetivo es aumentar la transparencia y solvencia de la banca, y desterrar episodios como los producidos en varios países europeos, incluido España, y en Estados Unidos, donde han sido necesarios salvar a una importante parte del sistema financiero con ayudas públicas.

El BCE, junto a la Autoridad Europea Bancaria (EBA en sus siglas en inglés), ya han anunciado en varios foros que no pueden existir entidades débiles. Por esta razón, y tras la entrada en vigor el pasado 4 de noviembre de la supervisión única, trabajan para reforzar y armonizar las normas bancarias europeas. Desde finales de diciembre los bancos comenzaron a recibir cartas en las que se les indicaba la ratio mínima de capital de máxima categoría (se están fijando en el phase in ahora más que en el no fully loaded) que les exige BCE en función de su tamaño y riesgo y el que tienen en la actualidad. Todas las entidades españolas han conseguido pasar este corte, aunque no con la misma holgura.

Esta comunicación es muy importante, ya que el importe del dividendo que puede repartir cada entidad estará limitado no solo al beneficio sino al mayor o menor colchón de capital que tenga cada una de ellas en función de las nuevas exigencias que le haya marcado el BCE según su función de riesgo, explican varias fuentes financieras. Serán los primeros en los que, tras dos años de limitación del dividendo al pago en efectivo del 25% de los beneficios (con excepción de Bankinter que siempre ha podido saltarse este veto por su fortaleza y escaso riesgo de su balance), las entidades puedan sortear este porcentaje. Pero la decisión del BCE no ha sido abrir la mano al pago en efectivo. Ha impuesto sus reglas. El importe del dividendo de cada entidad estará limitado al mayor o menor colchón de capital que tenga cada una de ellas en función de las nuevas exigencias marcadas por el BCE, según su riesgo.

Pero, además, el supervisor pretende realizar una clasificación interna de los bancos en el BCE en cuatro grupos. En el primer grupo estarían las entidades con un mayor ratio de capital según los nuevos estándares regulatorios, mientras que en el número tres y sobre todo en el cuatro, se situarían las entidades con una ratio más baja y por lo tanto, con unas necesidades mayores de vigilancia supervisora y a la que se le impondrían severas medidas para su fortalecimiento dado su mayor riesgo, según una serie de criterios. “Sin comentarios”, ha sido la respuesta de un portavoz del BCE a esta información.

Los criterios más destacados seguidos serían la ratio de capital, el nivel de morosidad, con una indicación del 10% de impagos como elevada y el país de origen, explican fuentes financieras, que reconocen que incluso el Mecanismo Único de Supervisión (MUS), presidido por Danièle Nouy ha remitido a todas las entidades una planilla con unas 150 páginas y un sinfin de cuestiones que deben responder. El MUS tiene previsto no solo estrechar al máximo la vigilancia a las entidades incluidas en el cuarto grupo, sino que les exigiría ampliaciones de capital y suspensión de dividendo, entre otros ajustes. Varias fuentes aseguran, no obstante, que la banca española estaría fuera de esta última división.

Entre los seis principales bancos españoles, Caixabank y Banco Popular se erigen como las entidades españolas que gozan de mayor holgura de capital frente a las nuevas exigencias del BCE. Bankia cuenta con el segundo mayor nivel de capital de las grandes entidades españolas, solo tras Caixabank.

Más exigencias de capital

El BCE está reclamando a gran parte de los bancos de la eurozona, sobre todo, a los denominados sistémicos, que aumenten su capital. BBVA cerró septiembre con un capital fully loaded (adelantando todos los requisitos de Basilea III) del 10,1% y Santander espera situarlo en el 10% este año, después de realizar una ampliación de capital de 7.500 millones de euros, además de reducir el pago del dividendo un 66%. BBVA también ha reforzado su ratio de capital con las sucesivas ventas de su participación en el chino Citic. Pese a estas medidas la holgura de capital de ambos bancos es muy reducida, de apenas un punto porcentual, aunque es cierto que el BCE les exige un mayor umbral mínimo de capital por ser bancos sistémicos.

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